El lunes 17, el público santafesino podrá recibir junto con el diario a un precio de $4 una lámina color de 60 x 80 cm, que reproduce una vista aérea de la ciudad de Santa Fe, dibujada a mano alzada por el santafesino Waldemar Castaño.

Su autor lo define como un dibujo artesanal: "No utilizo ningún medio más que mi mano. Mucha gente piensa que se hace en computadora, pero no es así, ya que sería imposible. Le dicen mapa, pero técnicamente no es", aclara.

Hace tres años, comenzó a incursionar en este arte que le transmitió un amigo. La idea surgió cuando vivió un poco más de un año en Buzios. Ahí conoció a otro argentino que hizo un mapa del lugar y le explicó cómo es el trabajo en su conjunto: dibujar y después comercializar el producto.

Para la realización Waldemar tiene una disciplina, primero sobrevuela la zona y saca fotografías. Luego usa las imágenes para componer el dibujo. Cuando está en el aire, desde el principio, elige el punto de vista desde donde la mirará.

Luego pasa muchas horas atado al tablero, y compone la descripción del paisaje. En algunos lugares turísticos, donde también dibujó obras similares utilizó postales que le proporcionaron las vistas aéreas de la zona.

"Lo más complejo en el trabajo es establecer el punto de vista del observador, definir desde dónde se enfoca la imagen final y componer la ilustración", asegura. "Mostrar las dimensiones, darle una configuración esférica para mostrar la curvatura de la tierra", sigue.

El primer "mapa" que confeccionó fue el de la Cordial, luego le siguieron otros trabajos: la ciudad de Paraná, una carta náutica del área de la región, Orlando y Miami, y el año pasado dibujó Ibiza y le fue muy bien.

El de Santa Fe es una séptima edición y esta vez en co-producción con El Litoral.

Castaño no sabe muy bien de quién ha heredado su habilidad para dibujar. Cuando empieza a buscar en sus raíces dice: "Tengo a mi padre que se dedicó al arte, algo de eso debo tener". Y recuerda sus pasos: "En este momento, me dedico a esto, pero antes trabajé en muchas cosas. Tengo muchos años de producción televisiva, me especialicé en televisión por cable y fui camarógrafo". A su experiencia laboral hay que agregar 5 años de estudio de arquitectura, "me quedaron pendientes algunas materias, pero esos años me dieron la preparación para encarar este tipo de dibujo".

Asegura que cada mapa le lleva entre 300 y 400 horas de trabajo sobre el tablero. "El mayor costo es el trabajo, son meses".

A la vista, están los variados proyectos, las numerosas vistas aéreas, y las innumerables ciudades. La próxima será Villa Carlos Paz.

"Me gusta el trabajo, lo disfruto. He viajado mucho por el mundo y esto me volvió a poner arriba de los aviones", concluye.