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Hacia la Nueva York del siglo XXI

Una imagen virtual de cómo quedaría el área donde se emplazaban las Torres Gemelas, de concretarse uno de los proyectos propuestos.. 
Los proyectos presentados por siete estudios de arquitectura de todo el mundo, fueron preseleccionados para crear un nuevo edificio en la "zona cero". Tras la desaparición de las Torres Gemelas, están en danza conceptos como espacio urbano, cultura, historia, funcionalidad e identidad.


Siete equipos de arquitectos, urbanistas y diseñadores de todo el mundo presentaron sus propuestas para la reconstrucción del World Trade Center, un proyecto emblemático que renovará la imagen de Nueva York en el siglo XXI.

"Los diseños creados nacen no sólo de sus mentes sino también de sus corazones. Los arquitectos han respondido con gran profundidad a la pregunta de qué representa el 11 de setiembre?", señaló John Whitehead, presidente de la Corporación para el Desarrollo del Bajo Manhattan.

Seis equipos elegidos entre más de 400 propuestas recibidas de todo el mundo, además de otra firma escogida por la Corporación, ofrecieron sus ideas arquitectónicas y urbanísticas para una zona de 6,4 hectáreas de extensión, en la que estuvieron las Torres Gemelas.

Los proyectos, que hasta comienzos de este mes fueron sometidos a las sugerencias del público, aportan conceptos e ideas generales sobre la configuración urbana de la zona, la construcción de nuevos edificios y la combinación de espacios comerciales, culturales y zonas verdes.

Los expertos han tenido que dejar al margen los lugares en que se asentaron las Torres Gemelas, que se dedicarán al recuerdo de las víctimas y sobre cuyo diseño se abrirá un concurso el próximo año.

En torno de esos dos lugares donde se ubicaron la Torre Norte y Sur, los expertos han dado plena libertad a su capacidad creativa, y han concebido espacios ajardinados, plazas públicas y edificios con muy variada estructura.

Ideas a tener en cuenta


La propuesta del arquitecto berlinés Daniel Libeskind, por ejemplo, gira alrededor de una gran plaza asentada sobre la base de la "zona cero" actual y a la que se desciende por escaleras que parten desde un Museo, que sería la entrada obligada a la zona.

La idea de una plaza central está presente en otros proyectos, como el diseñado por el británico Norman Foster y su equipo, que propone un amplio jardín urbano, que recuerda a los de algunas ciudades europeas y desde donde se descendería por rampas a los lugares en que estuvieron las Torres Gemelas.

Foster, que estaba en Nueva York cuando ocurrieron los atentados, plantea también la construcción de dos torres gemelas con estructura triangular, que superarían en altura a las anteriores y serían percibidas como un solo edificio dada su proximidad.

Otro equipo, encabezado por el arquitecto estadounidense Richard Meier, propone levantar cinco edificios, con un aspecto más tradicional, pero que estarían enlazados por otras estructuras a diferentes alturas, que se dedicarían a espacios ajardinados u otros fines.

El arquitecto latinoamericano Rafael Viñoly, que integra un equipo de expertos agrupados con el nombre de "Think", presentó uno de los proyectos más llamativos por su aspecto visual, que incluye la construcción de dos torres gemelas acristaladas y que serían las más altas hasta ahora construidas.

Las estructuras en forma cilíndrica ocuparían los lugares de las desaparecidas torres y en su interior, a diferentes alturas, se ubicaría un auditorio y otros espacios con diferentes usos que quedarían como suspendidos, al estar separados por alturas en las que la visión es diáfana.

Dos torres gemelas, aunque de diseño más tradicional, también están incluidas en la propuesta del matrimonio Steven Peterson y Barbara Littenberg, con una amplia renovación de calles y avenidas.

Con un diseño más atrevido, el equipo "United Architects" propone levantar cinco torres acristaladas y con formas poco convencionales, entre las que destaca una central con más altura que cualquier otro rascacielos, y que irían unidas hacia el piso 60 por una gran avenida interior, con locales comerciales y culturales a cada lado.

Finalmente, el equipo neoyorquino Skidmore, Owings&Merril, propone erigir una "Ciudad Vertical", formada por nueve edificios enlazados a diferentes alturas y en cuyo interior se combinarían espacios comerciales, culturales y recreativos.

Las propuestas incluyen también ideas para la creación de una estación central subterránea para el transporte de viajeros por ferrocarril y servicio de autobuses.

Escaleras al cielo


Cuatro de los proyectos presentados buscan ser los más altos del mundo para devolver su perfil a la ciudad. Los dirigentes de Nueva York esperan que las iniciativas tengan más aceptación que las seis propuestas reveladas en julio pasado, consideradas monótonas y carentes de imaginación.

Muchos incorporaron ideas tomadas directamente de la tragedia del 11 de setiembre, cuando aviones de pasajeros secuestrados fueron dirigidos contra las Torres Gemelas del World Trade Center, causando la muerte de 2.800 personas.

"Recuerden que éstos son diseños no para nuestra época, sino para todos los tiempos", dijo John Whitehead, presidente de la Lower Manhattan Development Corp (Corporación de Desarrollo del Bajo Manhattan).

Los proyectos incluyen jardines en las alturas, parques, estanques gigantes y museos subterráneos, mientras los estudios pugnan por lo que se considera el primer gran proyecto arquitectónico del siglo XXI.

Cuatro firmas presentan diseños que le darían nuevamente a Nueva York el título de hogar del edificio más alto del mundo, que en estos momentos ostenta Kuala Lumpur con sus Petronas Towers, de 452 metros de altura.

Una de las propuestas, del estudio neoyorquino "Think", comprende una estructura de 640 metros de altura. Otro proyecto, del arquitecto de Berlín Daniel Libeskind, presenta una estructura de 1.776 pies (unos 580 metros) cuya medida simboliza el año de la independencia de Estados Unidos, denominado "Jardines del mundo".

Libeskind dijo que su edificio restauraría "el pico espiritual" de la ciudad, "creando un ícono que habla de nuestra vitalidad frente al peligro y nuestro optimismo al cabo de la tragedia".

Cuando la Corporación solicitó nuevos diseños en agosto, recibió 407 propuestas de 34 países. Entre los siete estudios elegidos se encontraban firmas conducidas por luminarias de la arquitectura como Richar Meier y Norman Foster.

Foster presentó una propuesta que incluye "una única torre gemela", una estructura emblemática que comprende dos torres "que se besan y tocan y se hacen una. El perfil característico (de Nueva York) debe ser recuperado", dijo Foster, señalando que el edificio sería "el más seguro, más ecológico y más alto del mundo".

La seguridad y el recuerdo fueron temas comunes, con la mayoría de las presentaciones destacando la resistencia física de las estructuras, así como las múltiples opciones para una rápida evacuación.

Y muchas propuestas conservaron las huellas originales de las Torres Gemelas, como lo pidieron las familias de las víctimas.

Los proyectos debieron reservar espacio para un monumento conmemorativo permanente, cuyo diseño será tema de una competencia internacional aparte.

Cómo seleccionarán


La selección de los semifinalistas en la competición de diseños para la reconstrucción de la "zona cero" tendrá lugar en estos días, pero la crítica ya tiene sus proyectos arquitectónicos favoritos.

Uno de ellos, del equipo de arquitectos liderado por Rafael Viñoly y Frederic Schwartz, contempla la construcción de dos torres de 507 metros de alto cada una y con una estructura que mezcla las emblemáticas Torres Gemelas con la Torre Eiffel de París.

El otro diseño que favorece la crítica es el de la firma del arquitecto Daniel Libeskind, con sede en Berlín, que propone erigir dos edificios de diseño geométrico de 541 metros de alto sobre las mismas bases de las derruidas Torres Gemelas.

Ambas propuestas evocan el diseño original de las Torres Gemelas y superan en altitud a las Torres Petronas de Malasia, que con 452 metros de alto son los rascacielos más altos del mundo.

La Corporación de Desarrollo del Bajo Manhattan y otras agencias estatales a cargo de la reconstrucción de la "zona cero" escogerán dos de los diseños, y de entre los semifinalistas se seleccionará al ganador a finales de febrero.

La propuesta del equipo de Viñoly, llamado "Think", así como la de Libeskind, han sido las más aclamadas por la crítica desde su primera presentación en diciembre pasado en la plaza cubierta Winter Garden, ubicada en el World Financial Center de la "zona cero" y reconstruida tras los ataques terroristas del 11 de setiembre.

Los diseños de las siete firmas de arquitectos provenientes de varias partes del mundo se exhibieron en conjunto en el Winter Garden hasta el pasado 2 de febrero.

La Corporación de Desarrollo del Bajo Manhattan estimó que la exposición fue visitada por unas 100.000 personas, de las cuales unas 10.000 escribieron comentarios y sugerencias que serán revisados antes de escoger a los semifinalistas.

La Corporación señaló en su sitio de Internet que está "revisando y catalogando cada uno de los miles de comentarios recibidos", y que "los planes de diseño también son evaluados tomando en cuenta factores tanto cualitativos como cuantitativos".

Futuro brillante


Un único proyecto de reconstrucción de la "zona cero" se seleccionará a finales de febrero sobre la base de los resultados de los análisis técnicos y los comentarios del público recibidos hasta ahora, explicó la Corporación.

"En conjunto, los conceptos de diseño amplían nuestro entendimiento de las posibilidades para el sitio donde antes se erigía el World Trade Center y demuestran, poderosamente, que el Bajo Manhattan tiene un futuro más brillante en el horizonte", dijo.

El diseño de Lubeskind, quien ideó el Museo Judío de Berlín, ha sido alabado por la reconocida crítica de arquitectura Ada Louise Huxtable y fue respaldado la semana pasada por el grupo comunitario Reconstruir el Bajo Manhattan, Nuestro Barrio.

En tanto, el crítico de arquitectura de The New York Times, Herbert Muschamp, señaló que el proyecto de Viñoly, quien está además a cargo del rediseño del Centro Kennedy en Washington, "ayudaría a sacar a Nueva York del provincianismo que ha afligido su vida cultural en las últimas décadas".

Las ocho propuestas de diseño dejan además un espacio disponible para la construcción de un memorial para las 2.800 víctimas de los atentados contra las Torres Gemelas.

El diseño de ese memorial será escogido en un proceso aparte el próximo 11 de setiembre, cuando se cumple el segundo aniversario de los atentados.

Una argentina entre los autores


Una joven arquitecta oriunda de Comodoro Rivadavia integra el equipo de un exclusivo estudio holandés que presentó uno de los siete proyectos elegidos -entre más de 400 llegados de todo el mundo- para reemplazar a las Torres Gemelas de Nueva York.

Se trata de Cinthya Markoff, de 25 años, quien trabaja en Amsterdam (Holanda) para el estudio "Unstudio", que junto a un grupo de arquitectos integra el proyecto "United Arquitect", uno de los siete preseleccionados para reconstruir el World Trade Center.

El equipo de Markoff -quien se recibió con los mejores promedios en la Universidad Nacional de La Plata- fue seleccionado entre 470 estudios de todo el mundo que se presentaron al concurso de antecedentes para la monumental obra.

Desde su arribo a Comodoro para visitar sus familiares, Cinthya -que hizo sus estudios primarios y secundarios en esa ciudad sureña-, fue asediada por la prensa y recibió numerosos elogios de vecinos y colegas.

Tras advertir que no podía brindar mayores detalles de la obra, debido a un "secreto de confidencialidad" a la que están obligados todos los preseleccionados, la joven arquitecta comentó algunos aspectos del concurso para reconstruir las Torres Gemelas de Manhattan.

"El concurso establecía que se debía respetar el perfil de la viejas torres, que debían ser construidas en altura, preservando las huellas de las antiguas torres como espacio público, y con un memorial para las víctimas", detalló.

Markoff subrayó que el tema de la seguridad "fue uno de los items más importantes a la hora de diseñar las torres, las vías de escape y salidas de emergencia y los núcleos verticales", ante la eventualidad de que pueda repetirse un nuevo atentado.

La arquitecta accedió a contar el perfil de proyecto que elaboró su estudio, y cual "está conformado por cinco torres, que morfológica y programáticamente se juntan y separan, o sea que van generando espacios públicos".

"En el piso número 60 se unifican todas las torres y generan un gran espacio, que en cuanto a cantidad metros cuadrados, es el espacio público en altura más grande del mundo", reveló.

Detalló, además, que el edificio tendrá una altura de 450 metros, es decir, superior a la que tenían las antiguas torres, de 107 pisos y casi 400 metros de altura.

En el ojo de la tormenta


La arquitecta patagónica dijo que la reconstrucción del World Trade Center es "un proyecto que está en el ojo de la tormenta", porque todos están "pendientes para ver cómo se restituyen las torres, desde el punto de vista arquitectónico, social e histórico".

Consultada sobre los cuidados tenidos respecto de la seguridad del edificio ante la posibilidad de nuevos ataques, Markoff manifestó que "fue todo un tema, y motivo de un gran análisis, porque uno se imagina a una persona ahí adentro, lo que puede llegar a pensar ante un atentado como el que ocurrió, y cuáles serían las vías de escape".

Por otra parte, dijo que el estudio holandés para el que trabaja está aguardando conocer los resultados del concurso "para avanzar hacia una segunda fase".

En tanto, el vicepresidente de la Sociedad de Arquitectos local, Dante Matiachi, elogió a la joven profesional, destacó el nivel de sus estudios y dijo que "es un orgullo para Comodoro Rivadavia".

"Integrar un grupo de arquitectos para un proyecto de tamaña envergadura es como si la hubieran nominado para tripular la nave espacial Discovery, o bien, para ser compañera de equipo del piloto de Fórmula Uno, Michael Schumacher", comparó.

Aun si el proyecto presentado por el estudio holandés no fuera seleccionado, bastará recordar que una joven arquitecta comodorense fue elegida entre los mejores profesionales del mundo para presentar el proyecto más importante en la historia de los Estados Unidos.