Hoy se conmemora el Día de la Antártida Argentina. Quizás muchos no sepan el motivo por el cual se la recuerda, a lo mejor porque en esta época no hay clases y, al no formar parte del calendario escolar, se pierde la oportunidad de aprenderlo.
La Antártida Argentina, o Sector Antártico Argentino, a la que consideramos parte del territorio nacional, integra una vasta área que ocupa el casquete polar austral y en la que prevalecen condiciones ambientales particulares -distintas a las de América del Sur-, que tienen una influencia muy marcada en la presencia y en las actividades del hombre.
La zona está afectada a un régimen jurídico especial cuyo ámbito territorial abarca toda el área al sur de los 60° de latitud Sur. La región antártica, delimitada por los meridianos 25° y 74° Oeste y el paralelo 60° de latitud Sur, forma parte del que fuera Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, establecido por Decreto-Ley N° 2.129, del 28 de febrero de 1957; hoy, por ley, provincial.
Las autoridades provinciales residen en Ushuaia, y el gobernador designa anualmente su delegado para la región antártica, quien representa así al poder civil de la zona.
Las Bases Antárticas Argentinas permanentes son Orcadas, Jubany, Esperanza, Marambio, San Martín y Belgrano II; y las temporarias Cámara, Decepción, Petrel, Primavera, Melchior, Brown, Matienzo.
La presencia argentina en este sector, según la actividad de los foqueros criollos y de acuerdo con la investigación histórica, se produjo en la segunda década del siglo XIX, aunque algunos afirman incluso que tuvo lugar a fines de dicho siglo.
Eran buques que desde el puerto de Buenos Aires iban a las llamadas actualmente Islas Shetland del Sur en busca de sus presas. El secreto mantenido por nuestros foqueros hizo que el descubrimiento de esas tierras fuera ignorado por mucho tiempo y se lo atribuyeran navegantes de otros países.
A fines del siglo XIX y principios del siglo pasado, la ayuda prestada por nuestro país a expediciones extranjeras, en particular la de Nordenskj�ld, de Gerlache y Charcot, fueron debidamente apreciadas, quedando como resultado tangible toda una serie de nombres argentinos puestos a accidentes geográficos: isla Uruguay, islas Argentinas, Roca, Quintana, entre otros.
En 1904 se inició la ocupación permanente de la Antártida Argentina, con el izamiento del pabellón argentino en Orcadas el 22 de febrero de ese año. Cabe destacar que durante 40 años la Argentina fue el único ocupante permanente del Antártico, hecho que constituye el mejor aval de nuestros títulos de soberanía en el área.
La presencia argentina en la Antártida tiene casi un siglo, récord que nos enorgullece, y han sido frecuentes los actos de gobierno y administrativos en relación con nuestras actividades y en defensa de los derechos argentinos.
Entre las disposiciones legales de mayor importancia se debe citar el decreto del presidente Julio Argentino Roca de 1904 por el cual se establece el Observatorio Meteorológico Antártico Argentino; el decreto de 1951 que crea el Instituto Antártico Argentino; el decreto-ley 2191 que fija los límites del Sector Antártico; y la ley 18.513 de 1969 que crea la Dirección Nacional del Antártico.
A estas disposiciones deben agregarse -desde la vigencia del Tratado Antártico- las recomendaciones aprobadas por el gobierno argentino que fueron adoptadas en cada una de las Reuniones Consultivas Antárticas.
Los títulos de soberanía de nuestro país sobre ese sector son múltiples, siendo los principales los siguientes: