Toxi Taxi
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No mucho más -salvo que a uno le guste saber cómo fue la separación de Viejas Locas y así terminar siendo un Jorge Rial del rock vernáculo. Con esa simpleza, Intoxicados sigue manteniendo la gloria de la banda de amigos de barrio que se junta a tocar rock y de un día para el otro, se hacen famosos y muchos pibes se compran la remera, el disco y hacen unas banderas.
De aquellas Viejas Locas iniciales sólo quedan las voces de Cristian "Pity" Alvarez, la batería de Abel Meyer y la armónica de Peri Rodríguez. La banda se completa con Felipe Barroso en 1ra. guitarra y Jorge Rossi (ex-Gardelitos) en bajo.
Éstos fueron los encargados, bajo el acertado nombre de Intoxicados, de ponerle rock a un nuevo jueves del ciclo Santa Fe Rock.
Era de esperar que el jueves Intoxicados presentara gran parte de Buen Día y le sume a la noche una gran dosis de clásicos de Viejas Locas. Pero ups!!,
Intoxicado parece ir a contramano de toda lógica. Santa contradicción, nuestros superhéroes tocan cualquier cosa menos canciones suyas y salen airosos en una noche en que quedamos todos medios despistados.
Pity sube al escenario con unos pantalones negros con muchos menos talles de los que le corresponde y se queda descalzo. Enseguida, si uno observa su cara atentamente unos segundos, su mueca es la un tipo al que... bueno si... le importa muy poco todo, incluso tocar esa noche. Algunos acordes empiezan a sonar, pero no hay tema definido, es una simple base que acompaña las locuras de un cantante desencajado destinado a caminar toda la noche por la fina valla de contención.
Pity está con la gente, se tira al público, grita alguna que otra barbaridad para los oídos de los policías (seguramente a estos uniformados nunca un músico les habrá fumado tanta marihuana en la cara como Pity) y se cae de la valla. Luego repite esa constante durante casi todo el show. Palo y arriba, acá nada grave pasó.
En seguida -el tipo siempre está subido en la valla-, canturrea algunas estrofas de KKK Took my baby away, clásico de Ramones. Pity comienza a hacer el viaje inverso al de Riky Espinosa, el fallecido cantante de Flema que le encantaba entonar canciones de los Rolling Stones ante la mirada atónita del público punk.
La valla sigue sacudiéndose y la gente vuelve a devolver a Pity al escenario. Ahora el tipo se une a su banda, le grita algunas barbaridades a su guitarrista y entona como puede Intoxicados. Rock furioso y apurado de guitarra simple. El show parece comenzar, pero otra vez se corta y Pity vuelve con la gente. Cada vez más desencajado, sus intervenciones al micrófono son solamente para decir: "Gracias por venir, nos vamos loco". Pero, esto también se sabe, muy pocos abandonan el escenario en la segunda canción. El juego a ser Iggy Pop que plantea Pity empieza a aburrir un poco y la banda intenta tocar un poco de rock.
Así suena Se fue al cielo, desprolija pero reconfortante entre tanto revoleo de acordes al aire sin sentido. A partir de aquí, la banda empieza a preparar una ensalada de covers en donde aparecen (anoten, por favor): Pink Floyd con Another brick in the wall y Young Loust, algunos acordes del Redemption song de Marley, una estrofa de Desesperada de Marta Sánchez, una explosiva versión de Blitzkrieg Bop de Ramones, el himno en la versión que haría Angus Young y el Material girl de Madonna. Este revuelto se matizó con algunos reggaes made in Intoxicados bastante densos y aburridos que hablan de una constante en su discurso: semillas y velas encendidas. Algo... no muy oficialista que digamos.
Al promediar el show toda la banda se retira y Pity encara al público sólo con su guitarra y canta Mother de Pink Floyd y luego Wild Horses de los Rolling Stones. Muchas caras abajo parecen no entender del todo. En realidad, nadie entiende nada. La banda vuelve y todos juntos, mientras Pity baña a Felipe con una botella de agua demostrando así que no hay que tenerle tanto miedo a la electricidad, tocan el bizarro Quieren rock. Energía desparramada por todos lados y el final de una noche de rock zapado e improvisado, disfrutable y aburrido en dosis iguales.
La banda nunca definió la propuesta y terminó siendo un amontonamiento de canciones que no convencieron más que en momentos muy precisos. Así es la música con Pity y sus amigos. Así se intoxican algunos.
Maximiliano Lichtenstein