La labor de las pocas pintoras italianas en los siglos XVII y XVIII y el papel de la mujer en esa época, visto a través de artistas varones, son los ejes de una exposición que se puede ver estos días en Turín. "El genio y la gracia" es el título de la muestra que hasta el 27 de julio se exhibe en la sede de la turinesa Fondazione Accorsi, con unas 120 piezas entre cuadros, dibujos, grabados y libros antiguos, que tienen como protagonista a la mujer en el período del Barroco y el Rococó.
La exposición se plantea como un examen a la figura de la mujer pintora en esa época y también a su rol social, a través de las obras de artistas varones. El director del museo, Alberto Cottino, es también el responsable de esta iniciativa, en la que hay obras de una veintena de pintores, hombres y mujeres, de las que treinta no se han expuesto nunca.
Artemisia Gentileschi, Rosalba Carriera y Sofonisba Anguissola son algunas de las mujeres cuyas obras están presentes en esta exposición, pero también las de artistas varones como Tiépolo, Guercino y Guido Reni.
La muestra se ha organizado a través de varias secciones temáticas, de manera que se aborda el papel de la mujer en la vida cotidiana, el retrato de santas y mujeres de la época, los "bodegones" y el paisaje pintados por ellas, las alegorías femeninas y los mitos.
Cottino ha declarado que se trata de la primera exposición de ese tipo en Italia y pretende indagar en un período entre 1580 y 1760 que vio una regresión en el papel social de la mujer, en especial por la difusión de las ideas del Concilio de Trento (1545-1564).
No obstante, "se trata de una época en la que había un fermento importante y que ha aportado grandes pintoras. Gentileschi, Carriera y Anguissola son algunas de las protagonistas de un momento del que se quiere sacar a la luz nombres relegados por la crítica".
A través de las obras y de los textos que las acompañan se ponen de relieve aspectos sociales vinculados a la moda y la literatura, así como a la profesional de pintora y al día a día de la mujer anónima.
Entre los cuadros destaca una "Cleopatra", de Artemisia Gentileschi (1593-1652), que para muchos críticos contemporáneos es la mejor artista de esa época, debido a la originalidad en el tratamiento de los temas tradicionales, así como a su técnica, que aprendió de su padre, también pintor.
De Guido Cagnacci (1601-1663) está un famoso "Rapto de Europa", mientras de Cesare Dandini (1596-1657) se expone el retrato de Anna Francesca Costa, cantante e intérprete musical, amante de Giovanni Carlo de Medici.
También está presente Sofonisba Anguissola (1528-1624), que con poco más de treinta años viajó a España, reclamada por Felipe II, para cuya corte pintó a destacados personajes del momento, lo que prueba su notoriedad como artista.
Por su parte, la veneciana Rosalba Carriera (1675-1757) muestra en esta exposición su capacidad como retratista, que la llevó a trabajar en París y Viena y a ser una de las más prolíficas artistas de su tiempo, dada la gran cantidad de encargos que recibió. (EFE)