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El presidente de EE.UU., George W. Bush, afirmó hoy que la ONU tendrá un "papel vital" en la reconstrucción de Irak y que el futuro gobierno interino estará formado por iraquíes de dentro y fuera del país.
Bush y el primer ministro británico, Tony Blair, coincidieron en una rueda de prensa en Belfast en la necesidad de implicar a la ONU en la posguerra de Irak -de una forma que no especificaron-, pero precisaron que el papel "clave" corresponde a los propios iraquíes.
Además, los dos dirigentes confiaron en que los avances logrados en el proceso de paz en el Ulster sirvan para dar un impulso a la paz en Oriente Medio, los otros dos grandes temas de la cumbre que celebraron en un aislado castillo cerca de Belfast.
Bush y Blair aseguraron que el régimen de Saddam Hussein está llegando a su fin, pero la mayoría de sus palabras las dedicaron a la reconstrucción de Irak.
Ambos dirigentes se comprometieron a entregar el poder a los ciudadanos de Irak "con rapidez" para dar paso a una autoridad interina formada por iraquíes.
"La ONU tendrá un papel vital" en el Irak de la posguerra, lo que significa que "será implicada, junto con la coalición, para ayudar a levantar una autoridad provisional iraquí, pero son los iraquíes los responsables de quién estará en esa autoridad", apuntó Bush.
Presionado por un periodista sobre la naturaleza de su función, Bush fue esquivo: "Un papel vital para la ONU significa un papel vital para la ONU", aseveró, al tiempo que señalaba que tendrá una importante función en la ayuda humanitaria.
"No estaremos (los aliados) ni un día más del necesario" en Irak, país que "no debe ser gobernado ni por nosotros ni por Naciones Unidas, sino por el pueblo iraquí y para el pueblo iraquí", precisó el jefe del gobierno británico.
El Pentágono estaba preparando un gobierno transitorio integrado sólo por exiliados cercanos a Washington, pero el secretario de Estado, Colin Powell, había presionado por incluir a iraquíes que viven en ese país.
En la rueda de prensa, Blair dijo que el nuevo gobierno será "representativo" de la población iraquí mientras el presidente Bush bromeaba acerca del "escepticismo" en Europa sobre las posibles discrepancias de ambos aliados acerca de la futura reconstrucción de Irak.
Londres quiere que los nuevos dirigentes iraquíes sean elegidos en una conferencia internacional auspiciada por la ONU, pero Bush no comentó nada al respecto.
Tony Blair dedicó parte de su intervención a justificar la intervención bélica en Irak: "Es una guerra de liberación y no de conquista" y "hemos prometido desarmar Irak de su armamento de destrucción masiva y lo cumpliremos", agregó.
"Haremos el trabajo", prometió el presidente estadounidense.
En la reunión de ambos dirigentes, que comenzó anoche del lunes y duró apenas 20 horas, el presidente de EE.UU. y el primer ministro británico analizaron la actual situación de los procesos de paz para Oriente Medio e Irlanda del Norte.