Kirchner y Menem miran hacia dónde buscar los votos
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Los dos candidatos que disputarán la presidencia en la doble vuelta electoral del próximo 18 de mayo, Carlos Menem y Néstor Kirchner, coincidieron en orientar sus campañas a captar al electorado de clase media e independiente, con la convicción de que ese sector es el definitorio. En tanto, iniciaron los contactos con los demás participantes de la primera vuelta para sondear o negociar apoyos, hasta ahora sin resultados concretos.
Mientras ambos diseñan el discurso que utilizarán para captar la porción del electorado que necesitan, en el menemismo comenzaron a sentirse los efectos de la estrechez del triunfo obtenido, eyectando a Eduardo Bauzá y Alberto Kohan del comando de campaña.
En tanto, Kirchner, viajó recién hoy a la Capital Federal, después de una jornada y media dedicadas a disfrutar del recuento de votos desde Santa Cruz y atender una agenda que sus colaboradores cuantificaron en "unas 400 llamadas".
El diputado Adrián Menem admitió que el 18 de mayo "no se gana con los votos del justicialismo", pero sin embargo quiso dejar en claro que "la discusión interna dentro del partido ha quedado zanjada el día domingo".
"Si hay un candidato que ganó (Carlos Menem) al resto de los candidatos, éste tiene que ser el que conduce al justicialismo", remarcó.
No haber ganado en primera vuelta y con un diferencia de diez puntos respecto del segundo, como venía anunciando el propio Carlos Menem, generó una fuerte autocrítica en el menemismo, que decidió barajar y dar de nuevo. Para ello, ayer hubo una reunión plenaria para rediseñar la campaña.
Tras esa idea, fue renovada la conducción del comando electoralista, es por eso que los históricos Alberto Kohan y Eduardo Bauzá dieron un paso al costado para dar lugar, según dijeron, a "una nueva generación de dirigentes" que acompañarían a Menem si llega al poder.
El primero en renunciar fue Bauzá, quien hoy en una columna para el matutino Clarín, afirmó la necesidad de corregir los errores que llevaron a Menem a no ganar por el porcentaje que él esperaba.
El intendente de Escobar y candidato a gobernador bonaerense, Luis Patti, fue uno de los que ayer expresó, avalado por el triunfo del ex presidente en su distrito, que "si Carlos Menem no puede trabajar sin Alberto Kohan, sin Eduardo Bauzá, sin ese entorno que lo rodea, no va a ganar el ballottage".
Tras la elección, el menemismo se propuso salir a conquistar el voto de la clase media que el pasado domingo optó por Ricardo López Murphy, Elisa Carrió y los de Adolfo Rodríguez Saá.
Respecto de la la estrategía a nivel provincial, para Menem la región de Cuyo será fundamental ya que tanto Rodríguez Saá como López Murphy cosecharon allí un alto porcentaje de votos.
Pero el gran desafío será la provincia de Buenos Aires donde la diferencia con Néstor Kirchner no fue la esperada y por ello pidió iniciar contactos con los adolfistas Aldo Rico y Raúl Othacehé, dijeron fuentes partidarias.
Voceros de Kirchner aseguraron que el candidato "se mantiene en contacto con el presidente Eduardo Duhalde, con Daniel Scioli y dirigentes de todo el país", como así también con sus "asesores e integrantes de la campaña".
Asimismo, indicaron que Kirchner afina ahora los "temas que abordará en su discurso en el tramo que resta hasta el 18 de mayo".
El santacruceño ya anticipó que, de cara al ballottage, no hará "acuerdos de cúpula" con otras fuerzas políticas, convencido de que la alianza "es con la gente", y que no dudará en integrar a su equipo de gobierno a representantes de otros signos partidarios, como lo hizo "desde siempre en Santa Cruz".
Asimismo, reafirmó que en la segunda vuelta electoral seguirá en juego lo que sostuvo durante toda su campaña, porque los argentinos deberán elegir "entre dos modelos: el de la concentración de la riqueza y la exclusión social, o el de la producción y el trabajo".
Respecto a la integración del gabinete presidencial de Kirchner, manifestó que "hasta ahora, sólo está (el ministro de Economía, Roberto) Lavagna".
La mesa ejecutiva del comité nacional de la UCR se reunió este mediodía para analizar distintos temas, tras la peor elección que realizó el radicalismo en su historia, en la que no alcanzó el 3 por ciento de los sufragios.
El encuentro se inició pasado el mediodía en la sede porteña de Alsina y Entre Ríos, en un clima enrarecido ante el pedido del gobernador catamarqueño Oscar Castillo de alejar del partido a Raúl Alfonsín y Leopoldo Moreau, y el planteo del mismo Moreau de reconstruir la UCR "ladrillo por ladrillo" al considerar que con el resultado de los comicios los radicales pagaron el "tributo" del gobierno de Fernando de la Rúa.
Castillo manifestó que después de los resultados del radicalismo en las elecciones presidenciales del domingo, en las cuales obtuvo el sexto lugar, Raúl Alfonsín y Leopoldo Moreau deberían dar un paso al costado.
Además de ellos "algunas otras personas deberían estar dando un paso al costado", reafirmó el mandatario provincial, al tiempo que sindicó a Moreau como uno de los "responsables" de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa.
Moreau, en tanto, aseguró que el partido decidirá orgánicamente si apoyará al justicialista Néstor Kirchner en el ballottage del 18 de mayo próximo.
"La respuesta la va a dar orgánicamente el partido, no la voy a dar yo. Mi punto de vista es que tanto en primer lugar como en un ballottage uno no tiene opción para votar en blanco ni para abstenerse, salvo que quienes se enfrenten representen lo mismo", afirmó Moreau.