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Arqueólogos en el dial
Los domingos, a las 21, por la frecuencia de la radio de la Universidad, tres jóvenes comparten el micrófono y juegan a pensar qué pasaría "Si volvieran los dragones".


Uno de los hacedores de "Si volvieran los dragones" (Domingos, 21 hs por LT 10) eligió una frase de Bertold Bretch para comenzar a explicar de qué se trata el programa: "Hacer interesantes los intereses" es la intención de Luciano Lazzarini (22), José Stoppello (22) y Daniela Penno (22) -todos ellos estudiantes de Comunicación Social-, quienes se identifican con la figura del arqueólogo, por estar desenterrando del polvo de la historia a personajes que dieron respuestas o plantearon preguntas interesantes para nuestro tiempo.

El programa está en el aire desde marzo, y su nombre representa mucho de lo que se intenta transmitir. "Si volvieran los dragones' es una canción de Fito Páez, y es una especie de permanente expresión de deseo, donde se conjugan figuras de la literatura con hechos históricos, con filósofos y un montón de personajes tanto reales como de ficción, que sería muy bueno que volvieran porque mostraron muchas cosas diferentes", explicó Luciano Lazzarini.

"Luego estudiamos las historias de los dragones y descubrimos que en las distintas culturas tienen distintos significados. Mientras que en la cristiana, el dragón aparece como lo malo, como el pecado, en la oriental, en cambio, es todopoderoso, bueno. Y como en el programa se discuten las distintas versiones que hay de la historia el nombre cerraba perfecto".

Luciano, José y Daniela, pretenden rescatar historias de personajes que fueron relevantes en los distintos campos de la cultura. Y también echar luz sobre sucesos históricos como el Mayo Francés o la dictadura militar en la Argentina.

La característica que tienen que tener los personajes es haber producido rupturas dentro de su arte, dejando una huella en la historia. Además, se intenta contextualizar al personaje o hecho dentro de su marco social e histórico, para que el oyente conozca cómo y dónde vivió.

Que nadie quede afuera


El programa dura una hora y el tiempo se aprovecha al máximo."Hay un informe de 8 minutos que quizá nos lleva 10 horas de preparación, porque hay textos pensados para ser escuchados, porque se busca la música adecuada, se buscan registros sonoros de la persona. También tiene una editorial, que debe estar cuidadosamente preparado. Hay entradas donde se explican hechos históricos y datos de color. Las dos o tres canciones que se pasan, también tienen que tener coherencia con el tema que hablamos", aseguró Luciano Lazzarini.

Los chicos de "Si volvieran los dragones" se enfrentan frecuentemente con un prejuicio. Por las temáticas que tocan, muchos piensan que apuntan a un público especial, conocedor de ciertos hitos históricos. Pero frente a esto, ellos se defienden: "Cualquier persona que esté interesada en conocer a estos personajes, puede hacerlo. Y creemos dar todas las herramientas para entenderlo sin utilizar palabras académicas o difíciles, sin dejar a nadie afuera. Pretendemos que quienes nos escuchan salgan un poco de la vanalidad que reina en los medios en general. La radio es un sólo grito y música sin conexión. Queremos hacer una propuesta que sea coherente, contar una historia interesante para conocerla y compartirla".

Lo que queremos decir


La radio es parte de la vida de estos jóvenes hace ya unos años, cuando integraban otro programa que funcionó como una especie de "primo hermano" -según ellos mismos definen- de su actual emprendimiento. Por lo tanto, ya conocen los tiempos y esfuerzos que hay que dedicar para que lo que se quiere decir suene bien y se entienda. Además, intentan un programa que atraiga al oyente a través de toda una serie de recursos pensados para tal fin.

En lo que va del programa ya rescataron muchos "dragones": Antonine Artaud, Osvaldo Soriano, Emir Kusturika y Diego Rivera, entre otros. Y la propuesta ha comenzado a generar cierta repercusión: los teléfonos suenan frecuentemente y llegan muchos mails.

Cada vez que se sientan a preparar los informes, que prenden un grabador o escriben los textos, están animados por las mismas expectativas con las que comenzaron a hacer radio: "Poder decir todo lo que queremos decir y que la gente se interese".

Todavía quedan dragones para rescatar, y Luciano, José y Daniela, siguen trabajando para que el presente aprenda de ellos.

V.G.