A primera hora de esta madrugada comenzó la sexta temporada de "South Park", cuyos nuevos episodios se seguirán emitiendo por Locomotion desde la medianoche del domingo, siempre con la advertencia del canal acerca de los contenidos de la serie: violencia, sexo y malas palabras. En realidad, es mucho peor que eso, ya que no se trata de provocaciones a las buenas costumbres, sino de terrorismo puro, de una anarquía sin forma ni medida, que no puede ser abarcada por ningún tipo de pensamiento.
La temporada comenzó con el nuevo integrante del cuarteto de chicos, electo por la votación del público, que consagró a Butters en reemplazo de Kenny, a quien los autores Trey Parker y Matt Stone mataron definitivamente en el capítulo emitido por Locomotion el jueves 14 de noviembre del año pasado. Kenny, el chico de habla ininteligible y anorak anaranjado, moría brutalmente en todos los episodios, entre las exclamaciones de sus impotentes compañeros. "Oh, Dios mío, mataron a Kenny", gritaba Stan, mientras Kyle repetía "hijos de p..., hijos de p...".
Kenny, inesperadamente, falleció en una cama de hospital y de un mal indefinido, ya no con la violencia con que perdía la vida todas las semanas, ante la desazón de sus compinches frente a la muerte, esta vez verdadera, para la cual Chef tuvo una explicación, la de "un Dios vengativo" que "está enojado por algo que hicimos hace miles de años", según dice a los confundidos pequeños. "Nos da la vida y el amor, y luego nos lo quita para beber el dulce elixir de nuestras lágrimas, eso es lo que le da su poder".
Butters, el reemplazante, debutó ayer y es agobiado por las exigencias de sus salvajes compañeros, que se resisten a la pérdida de Kenny. "Kenny lo habría hecho", le reprochan cuando Butters se resiste a concurrir a The Maury Popich Show, un espantoso programa de televisión donde compiten seres desfigurados y deformes, al cual envían a su nuevo compañero para ganar un premio, presentándolo como un niño cuyos testículos cuelgan del mentón ("con vello púbico y todo"), mediante un truco realizado por expertos en efectos especiales que trabajan con látex.
Butters acude a "la serie más degenerada de la historia de la televisión", según es promocionada, y descubre que los freaks están organizados, tienen un sindicato y hierven vivos a los impostores como él, para mantener la calidad del gremio. Pero se produce un conflicto, porque las criaturas deformes son desplazadas por otro género de la televisión, la de "hijos depravados denunciados por sus madres", y organizan un boicot. "Claro, en este país todos son freaks, pero nosotros somos los freaks verdaderos", es el argumento de los monstruos, el fruto de desvíos de la Naturaleza entre los que citan a Liza Minelli.
Cuando comenzaba "South Park" estaba terminando "Horizontal vertical", que Polimeni dedicó a "Zooviale", una forma de llamar a la fauna que Mauro Viale introdujo en la televisión a partir del caso Coppola, o sea las Samantha, las Natalia y los Yayo que habrían de prosperar en la pantalla a través de descendientes conocidos como los "mediáticos". Butters y sus testículos colgando del mentón bien podría haber sido una creación de Mauro Viale.
Roberto Maurer