La decimotercera fecha del torneo Clausura no cambió nada en las colocaciones de vanguardia. Porque tanto Boca y Vélez, los líderes del certamen, como River Plate, el único escolta a sólo una unidad, derrotaron a sus rivales de turno y se mantienen en la pareja disputa por el título. Claro que el próximo fin de semana tendrá un choque que puede ser clave: en la Bombonera, el Boca de Bianchi recibirá la visita de su máximo rival, River Plate.
Boca mantuvo la punta en el torneo Clausura ganándole a Chacarita por 2 a 0, resultado al que llegó gracias a un penal dudoso y a la única luz futbolística que existió en la fría tarde de Parque Patricios: Carlos Tévez.
Rolando Schiavi, de tiro penal, y el chico de Fuerte Apache, a los 21 y 44 minutos del segundo tiempo, respectivamente, marcaron los goles del equipo de Carlos Bianchi en cancha de Huracán.
En un partido muy malo, en el que la pelota estuvo tanto por el aire como por el piso, 30 minutos de Tévez bastaron para que Boca encuentre el fútbol que no había tenido en todo el partido.
Es cierto que el xeneize no alineó a varios titulares, algunos por lesión (Ibarra) y otros por descanso (Guillermo Barros Schelotto y Cascini), y que otros arrastran cansancio por la sucesión de partidos (Delgado), pero el opaco juego no acepta esas excusas. La clave fue la misma de siempre en los equipos de Bianchi: orden, efectividad y solvencia.
Vélez Sarsfield exhibió una notable contundencia en el segundo tiempo para golear anoche como local a Lanús por 4 a 0, y así continúa compartiendo la punta del torneo Clausura.
A los goles del conjunto que dirige Carlos Ischia los marcaron Roberto Nanni, en dos oportunidades, Leandro Gracián y Nelson Benítez en contra de su propio arco, mientras que Serafín García, de Lanús, se fue expulsado en el inicio del segundo tiempo.
El desarrollo del primer tiempo fue muy favorable al equipo que conduce Osvaldo Sosa, pero la falta de puntería de sus delanteros y las acertadas intervenciones de Gastón Sessa lo privaron de irse en ventaja en el marcador al término de los primeros 45 minutos. En el complemento, la inmejorable contundencia del equipo velezano lo llevó a edificar una abultada victoria, que no estuvo acorde con lo desarrollado por ambos equipos en el torneo, pero que puso de manifiesto la principal virtud del líder y de su máximo artillero, Roberto Nanni: el gol.
River Plate aseguró su posición de escolta en el torneo Clausura, al vencer a Banfield por 2 a 1, con oficio pero sin buen juego. La principal virtud del equipo de Pellegrini fue aprovechar las oportunidades favorables que se le presentaron y así pudo someter a un rival que en varios pasajes del partido se mostró superior.
Darío Husain, a los 10 minutos del primer tiempo, y Fernando Cavenaghi, a los 9 del complemento, consiguieron las conquistas "millonarias". Banfield, por su parte, recién se mostró certero cerca del final, cuando Roberto Colautti descontó a los 28 de la última etapa.
El equipo conducido por Luis Garisto hegemonizó el juego en el primer tramo del encuentro, adonde estrelló dos tiros en los palos, pero sintió el golpe de la injusta apertura del marcador de Darío Husain. En el complemento, River, con más orden que en la primera etapa, volvió a acertar en su primera aproximación, y allí, por fin, exhibió algunas cualidades interesantes: administró el paso del tiempo, mejoró su porcentaje de posesión de la pelota y pareció gobernar el curso del juego.