El próximo domingo, a las 20, en la Catedral Metropolitana, el arzobispo de Santa Fe, Mons. José María Arancedo, presidirá la misa de acción de gracias por la reciente recepción del Palio Arzobispal.
El sagrado palio es un ornamento que se coloca alrededor del cuello de los arzobispos, de color blanco con cruces negras, y cuya imposición está a cargo del Sumo Pontífice.
Se trata -según la agencia Aica- de un ornamento de uso muy antiguo. En mosaicos del siglo VII, que se conservan en el oratorio lateranense junto al baptisterio de San Juan de Letrán se ve a Juan IV (640-642) llevando el palio, y otros obispos junto a él que también portan ese ornamento.
Entre las distintas opiniones en cuanto al origen del palio se destacan dos: una que sostiene que fue introducido por la Iglesia a semejanza del racional o superhumeral del Antiguo Testamento; otra que afirma que su origen se relaciona con el lorum, especie de faja que algunos nobles llevaban en las grandes festividades.
El 21 de enero de cada año, en la basílica romana de Santa Inés Extramuros se ofrecen dos corderos con cuya lana se han de confeccionar los palios. Ese día, vestidos uno de rojo y otro de blanco, simbolizando el martirio y la virginidad de Santa Inés, son presentados por los canónigos lateranenses, que regentean la mencionada basílica, al Sumo Pontífice, quien los bendice y envía al monasterio de monjas benedictinas Santa Cecilia.
Con la lana de esos corderitos se confeccionan los palios que han de ser impuestos a los arzobispos metropolitanos el día de San Pedro y San Pablo en la basílica vaticana.
Desde 1983 -relata Aica- es el propio Pontífice quien impone el palio a los arzobispos presentes en Roma durante la solemne concelebración eucarística del 29 de junio. Esto es así para poner mejor en evidencia lo que el palio arzobispal significa: la unión del arzobispo metropolitana con la Sede de Pedro.
El palio elaborado con la lana de los corderos simboliza la grey del Señor puesta sobre los hombros del arzobispo que, como el Buen Pastor, lleva a sus ovejas sobre sí.
Las cruces negras representan a la Iglesia Metropolitana y a las sufragáneas (diócesis que tienen cierta dependencia) sobre las que el arzobispo debe tener solicitud de pastor.
Los alfileres con los cuales se prende el palio hacen memoria de la caridad con la que las distintas iglesias de la provincia están unidas al metropolitano y por medio de éste a la sede de Roma.