Eskenazi tiene proyectos para el Nuevo Banco de Santa Fe SA
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El presidente del Banco de San Juan, el flamante comprador del Nuevo Banco de Santa Fe SA, Enrique Eskenazi, expresó su "enorme satisfacción" por la aprobación de la compra del paquete accionario del Banco de Santa Fe y aseguró que aspira a consolidar a la entidad como referente de la región.
Sostuvo además que "el despegue de la Argentina está íntimamente ligado al crecimiento de la actividad financiera, y la banca regional es una herramienta indispensable para el desarrollo financiero y económico de las provincias".
Eskenazi, quien nació y cursó todos sus estudios en Santa Fe (hasta graduarse como ingeniero químico), indicó que "retorno a mi provincia luego de una prolongada ausencia, con el firme propósito de contribuir a su desarrollo económico y productivo".
Según voceros del NBSF, la semana próxima se reunirá el directorio de la entidad para convocar a asamblea de accionistas, a los efectos de ordenar el proceso de transferencia. Entre tanto, la Legislatura deberá refrendar la resolución del Banco Central, lo que se estima ocurrirá en dos semanas.
Como anunció ayer este diario, el Nuevo Banco de Santa Fe SA fue adquirido por el Banco San Juan SA, que controla el 51 por ciento del Banco Santa Cruz, cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) resolvió ayer cerrar el proceso licitatorio abierto en abril y aceptó la propuesta de $ 133 millones por el banco santafesino, que posee casa central en esta capital, 105 sucursales y 1.300 empleados.
A partir de la resolución, el gobierno santafesino tendrá 30 días de plazo para refrendar la operación, que lo involucra directamente por ser el NBSF el agente financiero exclusivo de la provincia hasta 2008, según una ley vigente.
En la actualidad, el banco local es administrado por un fideicomiso que encabeza el ABN Amro Bank, después de la liquidación del Banco General de Negocios (BGN) por el escándalo que involucró a la familia Rohm.
A fines de mayo, en pleno curso del proceso de venta, el oferente adelantó un 20% de su oferta. Trascendió que luego de refrendado el mismo hará aportes en efectivo y completará el valor de su oferta con la emisión de obligaciones negociables.
La oferta del banco de la familia Eskenazi fue muy superior a las de los otros tres oferentes (La Caja SA, Banex y Macro-Comafi), pero ante algunas referencias a su solvencia patrimonial para hacerse cargo de una entidad de mayor volumen operativo, presentó una oferta de capitalización que terminó siendo aceptada, lo que despejó el camino a la adjudicación.
La resolución se demoró porque el BCRA resolvió prorrogar por un mes el plazo de definición que vencía el 21 de agosto, en medio del proceso electoral santafesino que incluyó el debate sobre el futuro de la entidad crediticia, cuando el candidato de la oposición, el intendente rosarino Hermes Binner, pidió al gobierno nacional que se postergue el trámite de venta, hasta conocer la posición de las autoridades electas el 7 de setiembre.
Binner -que finalmente perdió la elección ante el justicialista Jorge Obeid- había asegurado que su propósito era reestatizar parte del paquete accionario del banco, para promover un banco de fomento de capitales mixtos. También Luis Ortega, titular de la Asociación Bancaria de Rosario y representante del sector obrero en el directorio del banco, lanzó una campaña de oposición a los adquirentes.
El Nuevo Banco de Santa Fe SA surgió del recordado Banco Provincial de Santa Fe, llamado "Banco de los santafesinos", que comenzó a gestarse el 5 de junio de 1874, cuando por iniciativa del gobernador Servando Bayo se realizó la primera reunión constitutiva.
Fue el 1º de septiembre de 1874, y con Carlos Casado como primer presidente, que el Banco Provincial de Santa Fe abrió sus puertas simultáneamente en Rosario y Santa Fe. Casi un siglo después, el 12 de julio de 1991, el Banco Provincial de Santa Fe se convirtió en sociedad anónima con participación estatal mayoritaria, cambiando su nombre a Banco de Santa Fe SAPEM.
En 1998 fue privatizado y adquirido por el BGN, que lo administró hasta el 2002. En enero de ese año, cuando la Justicia ordenó la detención de Carlos y José Enrique Rohm, comenzó la caída del BGN, que finalizó con su liquidación, por lo que el BCRA dispuso encomendar el banco santafesino a un fideicomiso que regenteó el ABN AMRO, con buen suceso, ya que lo ubicó, por su volumen de depósitos, en el 13er. lugar entre los principales bancos que operan en la Argentina.
El nuevo dueño del banco santafesino es el Banco de San Juan, que también controla el 51% del paquete accionario del Banco Santa Cruz.
Tiene el respaldo del llamado Grupo Petersen, Thiele y Cruz (PTC), de capitales nacionales, que se formó en 1918 como empresa de ingeniería y construcciones.
Pero fue por medio de Petersen Inversiones que ingresó a la actividad financiera en San Juan y Santa Cruz.
Ahora se hará cargo del 93,4 por ciento de las acciones del NBSF. El resto seguirá en manos del Estado provincial, que deberá transferirlo a los trabajadores (Programa de Propiedad Participada).