Basso SA hizo realidad un sueño forjado en el modelo del trabajo
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Rafaela.- Con una producción anual de 14 millones de válvulas, presencia comercial en 33 países y una política de constante penetración en los mercados mundiales Basso SA transita sus 40 años de vida.
Anoche en un clima distentido y por espacio de dos horas los directivos de Válvulas 3B encabezados por su presidente, ingeniero José Luis Basso; el vicepresidente, Juan Carlos Basso y Martín Basso, piloto del TC 2000 e hijo del titular de la compañía mantuvieron un mano a mano con la prensa local, regional y nacional.
Un dato relevante lo dio la presencia de invitados especiales, entre los que se encontraban Ian Levitt y Oliver Sch�tle -clientes de la compañía rafaelina en los Estados Unidos y Alemania, respectivamente-, además de Tancredi Paggiaro, propietario del GP Racing, escudería que participa de la Fórmula 3000 Europea y de la que eran integrante en temporadas pasadas Martín Basso.
El ingeniero José Luis Basso fue el primero que tomó la palabra para establecer un discurso introductorio sobre el perfil de la empresa y los objetivos que la guiaron a lo largo de estas cuatro décadas.
Luego se generó una fluido intercambio con los hombres de prensa en el salón de eventos Papasquiaro, un salón de fiestas propiedad de la familia Basso en el que posteriormente se agasajó a los presentes con una cena.
"Comenzamos a festejar o a conmemorar nuestros 40 años con la prensa porque son ustedes quienes han sabido reflejar nuestra trayectoria mejor que nadie, nuestro festejo continuará mañana -por hoy- con llegada de más invitados especiales de todo el mundo y el viernes inauguraremos oficinas en nuestra planta Rafaela -que ocupa a 520 personas- para mostrar los talleres trabajando y en plena producción".
Basso rescató "aquel momento en que algunos soñadores, tres exactamente, liderados por nuestro padre don Juan Basso, pensaron que en la Argentina se podía".
"Después de algunos intentos frustrados, en un pequeño galpón que aún hoy todavía existe, con un obrero, y dejando su trabajo estable en un reconocido negocio de Rafaela, comenzó con esto de las válvulas. Hasta llegó a vender su propia casa para iniciar este camino lleno de alegría que hoy nos da la posibilidad de mirar hacia el futuro lleno de oportunidades", relató con emoción el empresario.
A la hora del análisis de la coyuntura, indicó que "Argentina sale de una de la crisis más tremendas que podíamos imaginar, incluso, dicho por algunos de sus protagonistas, fue una de las más crueles que tuvo la economía. Y nosotros, simples actores del interior, desde la Argentina tuvimos que buscar salida para que nuestra fuente laboral no se vea disminuida, golpeada por la crisis. Actualmente podemos decir que no hemos perdido una sola hora de trabajo, seguimos siempre trabajando 24 horas en tres turnos, ninguna de nuestras plantas se vio afectada, gracias al esfuerzo, al tesón y al carisma de nuestros funcionarios a los que les hago llegar mi profundo reconocimiento porque son ellos la plataforma de lanzamiento que nos permite a nosotros estar felices aquí. Nosotros sabemos sólo hacer, sabemos cumplir el destino trazado, a través de las luchas y los diferentes problemas que se plantean en el medio".
Más adelante, Basso comentó su campaña para lograr introducir una fábrica que la empresa compró en Estados Unidos: "Hace más de un año y medio, en el momento que menos trabajo había en la Argentina, encontramos más problemas para traer la tecnología de esa fábrica al país y a Rafaela, supongo que habrá sido porque no todos actúan con la claridad necesaria como para solucionar problemas, pero en definitiva hoy decimos con orgullo que esa planta se encuentra en el Parque Industrial Rafaela, donde tenemos nuestra instalación N° 3 y pronto será otro importante eslabón del grupo", aseguró con orgullo.
Con sentido autocrítico se refirió a la situación del país y señaló: "Nosotros que tenemos el 90% de nuestra producción en la exportación, no estamos contentos, porque creemos en un mercado interno vigoroso, el cual debe recuperarse, por eso queremos apostar a un mercado doméstico, porque no va a haber gente contenta, mientras no logremos cambiar los planes trabajar por trabajo efectivo".
"Además -agregó-, no solamente pensando en la gente, como empresarios argentinos, necesitamos gente contenta porque enfrentamos negocios que nos abren las puertas del mundo pero para eso es preciso exportar trabajo argentino. Nuestra lucha porque se recupere la fabricación de motores en el país continúa, lo planteamos en todos los frentes, ésta es la base para que la Argentina vuelva a ponerse de pie, un mercado que nos enorgulleció durante mucho tiempo, por el que nacimos y evidentemente hoy se encuentra muy deteriorado", reveló.
Más adelante, José Luis Basso, destacó que "estamos presentes en 33 países, desde los limítrofes hasta los más importantes mercados de Estados Unidos, Europa en países como Alemania y Francia, y también en México. Incluso tenemos la suerte de no ser `Brasildependientes'. Una válvula es un pedacito de hierro hecho con mucha eficiencia, con mucha tecnología y con muchas ganas, recuerdo que desde el '85 asumimos el desafío de estar presentes en los mercados de competición, creamos una planta en la localidad de Lehmann -Motor Parts- que le permitió a esa pequeña población, encontrar en nuevo ritmo de trabajo a través de 150 personas empleadas".
Al respecto sostuvo que también tuvieron la idea de ir de San Luis o a La Rioja en su momento, "pero como rafaelinos sentimos la responsabilidad de seguir invirtiendo en nuestra patria chica, enclavada en el medio de una patria gringa que ha podido darnos todas las posibilidades para nuestro crecimiento".
"Nosotros usamos de plataforma de lanzamiento el trabajo, y esto no es un verso, los que nos conocen de cerca saben que es la realidad del grupo que formamos; personalmente creemos que el jefe debe llegar primero e irse último y así lo practicamos todos los días. Estamos convencidos de que se puede, sólo les pedimos a los funcionarios públicos que no nos maten los sueños", dijo José Luis Basso a manera de anhelo.
Textos: Claudio Giannetti y César Benítez