Suman cinco los detenidos en el marco de la investigación del caso Delgadino. Entre ellos se encuentra Jorge T., presunto autor material del bárbaro crimen cometido el domingo 9.
La novia y el padrastro de Jorge T., el joven que confesó en sede policial su responsabilidad en el asesinato del maestro, también se hallan bajo sospecha y privados de la libertad. Se presume que ambos tenían noticias ciertas de lo ocurrido en la vivienda de calle Derqui al 2100 de nuestra ciudad.
Por otra parte, tras la localización -este fin de semana-, del automóvil de la víctima, fue apresado un tal Héctor G. El procedimiento se practicó en un desarmadero de Villa Adelina, Santo Tomé.
La pesquisa alcanzó también a un quinto hombre, un tal Gustavo R., quien se domicilia en el barrio El Pozo, es decir, cerca de la escuela donde trabajaba el infortunado docente Carlos Alberto Delgadino.
Al parecer éste Gustavo R., un hombre de 33 años de edad , sería quien -a pedido de Jorge T.-, llevó al desarmadero de Villa Adelina el Fiat Uno de color rojo, con intención de desguazarlo y hacerlo desaparecer.
Se desconoce por el momento si Gustavo R., quien retiró el Fiat de la escena del crimen, estaba en conocimiento de la suerte corrida por su propietario. Lo mismo ocurre con Héctor G., quien ya había comenzado a desmantelar el rodado cuando fue aprehendido por los agentes de Seguridad Personal de la URI.
Hasta el momento todo parece indicar que el maestro Delgadino visitó en su domicilio -la misma noche del crimen-, a Jorge T., quien le daría muerte a traición, golpeándolo con un bate de béisbol en la cabeza, en repetidas oportunidades.
Según las versiones circulantes, el crimen habría sido fríamente planificado por el asesino, tanto es así que la fosa en la que fue sepultado el cadáver había sido excavada con anterioridad.
Cabe recordar que el cuerpo del maestro Delgadino fue hallado la noche del jueves oculto bajo el piso cerámico de uno de los dos dormitorios del departamento que Jorge T. alquilaba de un mes a esta parte.