El italiano Norberto Bobbio, quien murió el viernes pasado a los 94 años en un hospital de Turín, está considerado uno de los filósofos de izquierda más importantes del siglo XX y entre sus obras figuran "Política y cultura", "Italia civil", "El futuro de la democracia" y "Derecha e Izquierda".
Nacido en Turín el 18 de octubre de 1909, Bobbio se graduó en Derecho y en Filosofía, y se desempeñó toda su vida como profesor de la Universidad de Turín, en donde sus restos fueron velados en el Aula Magna.
Era un referente ineludible en lo concerniente a la filosofía política y a la teoría del Derecho, y desde 1984 era senador vitalicio de Italia. En 1994 Bobbio publicó el libro "Derecha e Izquierda", un pequeño gran ensayo destinado a convertirse en uno de los volúmenes más controvertidos y discutidos del mundo político y también una guía de los militantes del Olivo, la coalición de partidos de la centroizquierda italiana.
Las primeras ediciones se agotaron de inmediato. En Italia se vendieron más de 300 mil ejemplares y el texto fue traducido a 19 lenguas. Más aún, sobre "Derecha e Izquierda" se escribieron muchos otros libros como respuesta a las argumentaciones que Bobbio allí presentaba.
La obra de Bobbio se caracteriza por la conjunción de dos valores que para él debían ir juntos, la libertad y la justicia. Su pensamiento se puede enmarcar dentro de la corriente denominada "liberal-socialista", que sostiene que son necesarios derechos sociales fundamentales como educación, trabajo y salud como condición previa para un mejor ejercicio de la libertad.
Dos autores fueron muy influyentes en su obra: el pensador austríaco Kelsen, especialmente en el área del Derecho, y Thomas Hobbes, autor del "Leviatán", especialmente en el área de la Teoría Política.
Otros intelectuales que influyeron en su obra fueron Benedetto Croce y Max Weber. Pero a través del estudio de la obra de Hobbes, Bobbio entró en contacto con el politólogo alemán Carl Schmitt, quien fue cuestionado por su posición cercana al nazismo, con el cual mantuvo una prolongada relación epistolar.
Los primeros pasos de Bobbio en la política fueron en la resistencia antifascista, lo cual según sus propias palabras "marcó un antes y un después" en su vida.
Durante ese período el filósofo sufrió el encarcelamiento. Sin embargo, hace pocos años Bobbio fue protagonista de una fuerte polémica cuando aceptó debatir con un periodista su rol durante el régimen fascista en Italia.
Allí, Bobbio confesó que su posición en el período en que fue perseguido no fue del todo valiente: hasta se conoció una carta que le envió a Mussolini en la cual resalta su "total devoción" por la causa.
Pero Bobbio consideró entonces que ésa fue "la experiencia más humillante que le tocó vivir", puesto que era un accionar común de la época el manifestarse adherente a la causa fascista para tratar de salvarse de las persecuciones.
A comienzos de 2000, a poco de haberse realizado el Jubileo de los Políticos en Italia, Bobbio cargó contra el Vaticano y acusó a Karol Wojtyla de ser un "perfecto Papa de la Contrarreforma".
Sostuvo asimismo que es "un deber moral" impedir que la coalición de centroderecha de Silvio Berlusconi ganara las elecciones que estaban por realizarse en Italia.
El filósofo había hecho esas consideraciones al defender el laicismo del Estado y criticar la designación de Tomás Moro como patrono de los políticos en el reciente Jubileo.
"Al margen de que con esta familiaridad con los santos Juan Pablo II demuestra ser un perfecto Papa de la Contrarreforma -había declarado Bobbio-, el hecho de que haya elegido como santo protector de los parlamentarios a Tomás Moro, decapitado por haber condenado el cisma de Enrique VIII, tiene algo de macabro y burlón".
"Tomás Moro, en efecto -agregó Bobbio- fue un mártir de la fe y no se entiende qué clase de modelo puede llegar a ser para los políticos, cuyos compromisos versan sobre otra clase de asuntos. Además, ¿no es pretender demasiado señalar como modelo ideal a un mártir?".
Luego, Bobbio atacó a Berlusconi, candidato a jefe de gobierno del Polo de las Libertades, de centroderecha, y sostuvo que "es un deber moral usar todos los medios permitidos por la democracia para impedir que el Polo gane las próximas elecciones".
Como intelectual, Bobbio enfatizaba constantemente "la certeza de la duda". Era un hombre abierto al debate de ideas y consideraba fundamental la lucha por los valores democráticos.
Su definición de democracia era básica: "Un conjunto de reglas (primarias o fundamentales) que establecen quién está autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo qué procedimientos".
En su libro "El futuro de la democracia", Bobbio observó algunas características negativas de las actuales democracias, como "la subordinación de los individuos a los grupos organizados que luchan por intereses particulares en detrimento de la representación política general".
En su 80° cumpleaños dijo al repasar su vida: "Me siento un filósofo y no un político, mi empeño ha sido constante en el ámbito de la filosofía, durante toda mi vida me ha perseguido la duda de no estar a la altura de escribir y enseñar".
Pese a no ser protagonista directo de la vida política, hasta que fue nombrado por el presidente socialista Sandro Pertini senador vitalicio en 1984, siempre participó en ella, hasta convertirse en un punto de referencia del debate intelectual.
En 1966 apoyó el proceso de unificación entre socialistas y socialdemócratas y más adelante fue uno de los críticos con el pragmatismo practicado desde su cargo de jefe del gobierno por el socialista Bettino Craxi.
Su testamento filosófico y político está recogido en su amplísima producción editorial, clasificada por el Centro de Estudios Pietro Gobetti de Turín en cerca de 5.000 títulos, entre ensayos, artículos, recensiones y entrevistas.
Algunos de sus libros más significativos son "La edad de los derechos", "El tercer ausente", "Política y cultura", "De Hobbes a Marx", "Sociedad y Estado en la filosofía moderna", "El futuro de la democracia", "Las ideologías y el poder en crisis", la citada "Derecha e Izquierda" y la autobiografía de 1996 "De senectute".
Doctor honoris causa por universidades como las de París, Buenos Aires y la Carlos III de Madrid, Norberto Bobbio cuenta con diversas condecoraciones españolas, como la Cruz al Mérito Civil y la Medalla de Oro de las Cortes. (Télam).