Rosario (C).- La conmoción por el asesinato de Sandra Cabrera, líder del gremio de meretrices de Rosario, sobresalta la esfera policial y política. Ayer a la noche quedó detenido Sergio Bermejo, un sargento de la policía que, cuatro días antes de morir, la víctima había denunciado en Tribunales por extorsionar a una prostituta. Por la tarde, dirigentes políticos, gremiales, de entidades de género y derechos humanos acudieron a una rueda de prensa de la titular nacional del sindicato que agrupa a las trabajadoras sexuales, quien sostuvo que la fuerza de seguridad está detrás del asesinato.
Al cierre de esta edición, la sala donde velaban los restos de Sandra Cabrera estaba colmada. La mujer, de 37 años, fue encontrada ayer a la mañana con un disparo en la nuca en el ingreso a una vivienda de Iriondo 667, a una cuadra de la terminal de ómnibus, una zona frecuentada por prostitutas. La autopsia determinó que fue herida con un revólver calibre 32. También se hallaron restos de semen, cuyas muestras fueron preservadas para pericias en el futuro. No había vestigios de violencia sexual ni de otro tipo, más allá del disparo: el cuerpo no tenía signos de golpes por lo que se presume que la víctima no ofreció resistencia.
La mayor novedad de la investigación fue la detención del sargento Sergio Bermejo por orden del juez de Instrucción N° 9, Carlos Carbone. Una larga historia de denuncias por explotación y hostigamiento a prostitutas recae sobre el detenido. En setiembre pasado, había sido relevado de la sección Moralidad Pública, junto a los jefes de esa dependencia, porque Cabrera lo denunció en Tribunales por impedirles trabajar en la calle para favorecer así a un boliche aledaño. El viernes pasado, Cabrera acudió a un juzgado, el mismo que ahora investiga su muerte, para imputar al mismo policía por extorsión y amenazas contra Stella Longoni, una prostituta de 29 años.
En la edición del sábado, el diario El Ciudadano publicó que el miércoles 21 a las 22.30, agentes de Moralidad Pública detuvieron a Longoni y dos compañeras en San Lorenzo y Alsina -a siete cuadras de donde mataron a Cabrera- y llevadas detenidas. Longoni planteó que le habían pagado la coima semanal a Bermejo para dejarlas trabajar sin trabas, pero que entonces se enteró de que ya no trabajaba en aquella sección. Y que sus dos amigas estuvieron doce horas bajo arresto.
La imputación contra Bermejo, detenido en la delegación rosarina de la Dirección de Asuntos Internos, es por extorsión y no por el homicidio. Las motivaciones del crimen y sus autores, más allá de las hipótesis, no han sido determinadas. Bermejo revistaba hasta ayer en la División Personal de la Unidad Regional II.
Un testimonio considerado importante es el que aportó Tatiana, una prostituta que compartía la parada con la víctima, en Santa Fe y Cafferata. Tatiana declaró al juez que a las 3 de la mañana Sandra partió acompañada por un cliente, al que pudo describir por su vestimenta, diciéndole que volvería al rato. Cómo nunca regresó, la mujer acudió a la casa de Sandra, ubicada a dos cuadras de allí. Por la mañana se estremeció con la noticia.
Este testimonio hace conjeturar a la policía que Cabrera "conocía" a la persona que se fue con ella. Otro indicio sostenido por una fuente de la Jefatura de Rosario de que Cabrera estuvo con un conocido es que no hay indicios de resistencia en su cuerpo, lo que hace presumir que la muerte la tomó por sorpresa.
El juez Carbone, no obstante, no abandona la pista que explica al crimen como una represalia a las denuncias de Cabrera. Tampoco queda descartada del abanico de la pesquisa la hipótesis que sugiere que el crimen pudo ser un desenlace ligado a una cuestión de drogas. Ni la que señala a los boliches de la zona de la cual las prostitutas callejeras son, según las denuncias, indeseable competencia comercial.
Ayer a las 17.30, Helena Reynaga, presidenta de la Asociación de Mujeres Meretrices de la República Argentina (Ammar), llegó desde Buenos Aires. Aunque estremecida por la muerte de Cabrera, que era la secretaria general de Ammar en Rosario, habló con tono sereno y firme ante políticos, gremialistas, dirigentes humanitarios y de género que se congregaron en la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en una de cuyas oficinas funciona Ammar.
"El mayor proxeneta que tenemos (las trabajadoras sexuales) es la policía", arrancó Reynaga, quien declaró durante dos horas no tener dudas de que la fuerza policial debe responder por el crimen de Cabrera ya que, dijo, hay hombres de la institución detrás del crimen. "La Policía de Santa Fe no sólo está entre las de mayor corrupción en el país en cuanto a la explotación de las prostitutas. También en relación con la impunidad que tienen para esto", sostuvo. "Estoy totalmente segura de que la institución policial se cobró la vida de una compañera por sus denuncias contra la explotación y la extorsión", agregó.
La dirigente se mostró complacida por haber recibido una comunicación del ministro de Justicia de la Nación, Gustavo Béliz, "quien dio todo su apoyo y dijo que nos va a recibir". Reynaga sentó un principio que es eje de la militancia de Ammar: "La policía está entretenida en perseguir la prostitución callejera, porque con eso recaudan en base a la extorsión, en lugar de perseguir el proxenetismo y la prostitución infantil, que sí son delitos".
La abogada de ATE, María Eugenia Caggiano, afirmó que Ammar se presentará como querellante en la causa que investiga el homicidio. Hasta las 2 de hoy, la policía permaneció en el domicilio de Sandra Cabrera, buscando elementos que pudieran interesar a la causa.
Sandra Laura Cabrera tenía 37 años. Era sanjuanina y vivía en Rosario hace diez años. Tenía dos hijos varones adolescentes en San Juan y una nena de 9 años, Macarena, que vivía con ella y que actualmente está de viaje en Mendoza en un campamento de Boy Scouts. Empezó a militar en Ammar hace tres años, en campañas contra la difusión del sida. Luego se involucró en denuncias contra personal policial que hostilizaba a la actividad de sus compañeras. Y a militar en favor de la despenalización de la prostitución callejera en la provincia de Santa Fe. A las 15.30 la sepultarán en el cementerio La Piedad.
Los diputados del ARI, Antonio Riestra y Aldo Strada, reclamaron al ministro de Gobierno, Alberto Gianeschi, y al secretario de Derechos Humanos, Domingo Pocchettino, que acelerasen las investigaciones para esclarecer las responsabilidades por el asesinato de Sandra Cabrera.
"Más grave resulta este hecho cuando fue precedido por amenazas realizadas a esta militante social, que había denunciado en los tribunales a los jefes de la división Moralidad Pública de la Unidad Regional II de la policía provincial", dijo Riestra. El legislador remarcó que es de "suma gravedad, en cuanto se denunciaba que un policía cobraba regularmente para permitir el ejercicio de la prostitución y le advirtieron a la denunciante que sería perseguida si se integraba la asociación gremial que nuclea a las mujeres de su oficio".
Cabrera había obtenido apoyo del CTA para constituir una filial en Santa Fe de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina.
"No sé de dónde viene, pero creo es que un crimen al que se lo puede incluir en los mensajes mafiosos", dijo Roberto Rosúa al referirse al asesinato de Sandra Cabrera.
El hoy jefe del bloque de diputados justicialistas y ex ministro de Gobierno durante la anterior gestión de Jorge Obeid dijo a El Litoral que ve con "mucha preocupación" la cuestión, definió a la víctima como "una luchadora conocida por todos nosotros" y dijo ponerse al lado del juez y del Poder Ejecutivo a fin de no escatimar esfuerzos para esclarecer el caso".
El gobernador Jorge Obeid se comunicó esta mañana con el ministro de Justicia de la Nación, Gustavo Béliz, a fin de informarlo acerca del curso de la investigación relacionada con la muerte de la meretriz de Rosario.
El mandatario aportó a Béliz detalles de la investigación en curso y, también, tal como lo había expresado horas antes el ministro Alberto Gianeschi, de la fuerte sospecha que existe en el gobierno respecto de la participación, directa o indirecta -aún se ignora- de algún efectivo de la Policía provincial en el hecho.
Como resultado de la conversación, se convino que el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Duhalde, viaje mañana a la provincia y participe de una reunión con Obeid, Gianeschi, y su par en Derechos Humanos, Domingo Pocchettino.
La idea del gobierno y de Béliz es trabajar "en conjunto en el esclarecimiento del hecho", que ha conmocionado a la ciudad del sur en razón de las denuncias que venía efectuando la meretriz asesinada.
Cabe señalar que mañana el gobernador estará primero en Rosario y luego viajará a Rafaela en cumplimiento de su agenda de compromisos.