A fines del 2002, el Concejo Municipal lanzó el concurso Santa Fe, ideas y emprendimientos, del cual fueron seleccionados cinco proyectos -de los más de 100 que se presentaron- para ser financiados con fondos provenientes de los ahorros en el presupuesto del cuerpo deliberativo.
Uno de ellos es el que ideó Miguel Quaini, quien, como una forma de rendir cuentas a la comunidad santafesina sobre el destino del subsidio recibido, decidió mostrar la feliz concreción de su proyecto.
Se trata del primer pontón de hormigón armado relleno de poliestireno expandido que se construyó en nuestra ciudad, específicamente, en barrio Belgrano. Para los lectores que no entendieron de qué se trata, aclaramos que la estructura puede utilizarse para la construcción de viviendas flotantes de primer nivel (tipo fin de semana), muelles o peatonales flotantes y su uso es habitual en los puertos de numerosos países, especialmente europeos.
En nuestro país, sólo se fabricaba hasta ahora en la localidad de San Fernando, provincia de Buenos Aires, capital de la navegación por excelencia.
Después de esperar durante meses que el Concejo le entregara el dinero correspondiente para comenzar la construcción de la superficie flotante (de los 10 mil pesos, hasta ahora sólo le entregaron 7 mil), Quaini, junto a Dufour y Wilhjelm, logró concretar el prototipo de su obra.
"Todavía tenemos que construir otro semejante, porque ése es el compromiso que asumimos con la comunidad. Pero debemos conseguir que la nueva presidencia del Concejo Municipal nos pague el resto de la subvención que ganamos, hecho que descontamos", dijo Quaini.
Al precisar sus características físicas, explicó que tiene 6,45 metros de longitud, 2,14 metros de ancho y 0,82 de alto. Entre los detalles náuticos, destacó que tiene 0,40 metros de calado, 0,42 de francobordo y 150 kg/cm de calado de flotabilidad. Su peso es de 5.700 kilos.
Está construido con hormigón H 30 con 6 % de aire incorporado y armadura de acero de construcción mixta. Consta de cuatro torres de cáncamos de 12 toneladas de resistencia al tiro vertical, certificadas por el departamento de ensayos industriales de la Universidad Tecnológica Nacional, y de seis laterales de múltiple propósito. Se impide la desagregación del EPS con una membrana de asfalto -aluminio de 3 mm de espesor, adherida en frío, la cual no sólo protege físicamente el EPS, sino que evita la dispersión de las "bolitas" de telgopor, tan cuestionadas y lesivas al medio ambiente.
"Este hecho inédito da a nuestra ciudad, que aún delibera acerca de su condición ribereña y portuaria, un saber hacer de origen escandinavo manejado con toda soltura y criterio innovador por industriales santafesinos", aseguró Quaini orgulloso.
El primer pontón construido en Santa Fe, denominado Irupé por ser éste un pontón natural, se exhibe en horario matutino para gerenciadores de clubes náuticos y público en general en un taller ubicado en 9 de Julio y Alberti, donde se entrega folletería y se profundiza la información que se requiera.
Junto a la idea de Quiaini, resultaron ganadores del Concurso Santa Fe, ideas y emprendimientos otros cuatro proyectos.
Javier Lottersberger se propuso la fabricación de reactivos para la medicina animal; Hugo Ursella, la elaboración de leche modificada para cachorros; María Sabatier, el aprendizaje del idioma español y hábitos culturales para turistas extranjeros; y Diego Balbastro, la fabricación de tornillos especiales.