Area Metropolitana: AREA-08 Juan "Peti" Lazzarini: Su fallecimiento


A los 60 años de edad, falleció en nuestra ciudad el artista plástico Juan Ramón Lazzarini, "Peti", como le gustaba que lo llamaran, figura emblemática de las artes plásticas y escénicas santafesinas. Egresó de la Escuela Provincial de Artes Visuales Prof. Juan Mantovani con la especialidad cerámica; realizó cursos de especialización en técnica y química de la cerámica en la Escuela de Arte de Paraná; de artes gráficas, diseño y creatividad; de marketing aplicado a las distintas disciplinas del arte y de especialización en teatro en las áreas de maquillaje, escenografía, vestuario y utilería.

Becado por la empresa Susana Estrada, de Madrid, viajó para realizar estudios a las ciudades de Nueva York y Los Angeles en 1990 para capacitarse en luminotecnia y espacio escénico. Desde 1976 hasta 1990 dictó cursos de cerámica, maquillaje, escenografía y vestuario en diversas ciudades de la provincia de Santa Fe y Entre Ríos. Desde 1994 tuvo a su cargo el taller de la especialidad desarrollado en el Centro Cultural Provincial y en la Casa de la Cultura.

Desde 1965 hasta el año pasado realizó numerosas exposiciones individuales y conjuntas y obtuvo primeros premios en salones de arte de indiscutible valía.

"Peti" tenía fascinación por la vida y por el hecho artístico. El barro era, para él, materia de enriquecimiento. "El barro es como el oro", le gustaba decir.

Los críticos de arte han sostenido que Lazzarini fue un creador que dio vida a lo inerte, haciendo del rol del taumaturgo su auténtica profesión. Ceramista consumado, aprendió aquí y allá. Alumno y maestro en tiempos sucesivos, fue desovillando la madeja de su hacer desde la primigenia monocochura ciertamente precaria del barro ése, el de por aquí nomás y al alcance de la mano, cuando Santa Fe no sabía del trabajo con pastas blancas ni chamotes o barbotinas, hasta el refinamiento barroco de las innumerables series, dando una lectura constante de talento en búsquedas, experiencias, logros y caídas.

Viró y modeló el cartón y el papel. Jugó e incorporó materiales diversos con absoluto desparpajo, lanzando por la ventana preceptivas académicas. Mas nunca fue un improvisado. Asimiló los aprendizajes y construyó un discurso apoyado en conocimientos sólidos y expresión libre.

Sus amigos del alma, que lo acompañaron en sus últimos días, lo recordarán con sincero afecto, mientras su obra artística queda como testimonio de su talento.