Con 32 años y casi veinte de carrera deportiva, Darío Lecman es un clásico del deporte argentino. Petiso y fortachón, fue medalla de oro en levantamiento de pesas en los Panamericanos de Mar del Plata en 1995 y plata en Santo Domingo 2003. Estuvo en Sydney 2000 y es casi un hecho que estará en Atenas 2004.

Darío es un clásico, porque para el deporte nacional es un peso pesado, una chance fija de medalla. De talento natural y extraordinario para levantar las pesas, parece un hombre rudo, por lo musculoso y trabado, pero como la mayoría de los de su deporte, por dentro son puro corazón y sencillez. La amistad forjada, vale tanto como los kilos que levantan, no existe una cosa sin la otra.

Por eso Darío Lecman, está en Santa Fe, porque en resumen Rivadavia Juniors reúne la esencia de las pesas, es una entidad que ha mantenido un ritual de camaradería y calidad deportiva que hace que sea el lugar "más cómodo" para los pesistas nacionales.

"A Santa Fe vengo siempre, me tratan muy bien y entreno mejor que en Buenos Aires, me hacen sentir en casa, tanto Jorge Burtovoy como Oscar Donayo, que es el presidente de la Federación".

"Acá me aíslo, me puedo preparar tranquilamente, no tengo los problemas que tengo en Buenos Aires, toda la energía está en el entrenamiento".

Lecman nos informó sobre el entrenamiento que está llevando a cabo: "Ahora estoy en una etapa general, me estoy preparando para competir el 15 de mayo en el Panamericano de Cali (Colombia), que es el preolímpico, donde no habría problemas de conseguir mi clasificación y una plaza más para otro varón.

La idea es clasificar ahí para los Juegos y luego hacer otro ciclo ya de cara a Atenas".

Darío nos aclaró que en Cali se va dar una clasificación por equipos, donde de acuerdo con la sumatoria de puntos que obtengan los pesistas de cada país, se le asignarán las plazas.

"No habría problemas que Argentina obtuviera plazas, la clasificación está muy accesible", dice el pesista.

Argentina en materia de levantamiento de pesas tiene el camino bastante libre a Atenas, ya que los fuertes del continente en este deporte ya obtuvieron su clasificación (como Venezuela, Colombia, Estados Unidos, Cuba) así que peleará sus chances con Ecuador, como rival más fuerte.

Darío Lecman compite en la categoría hasta 94 kilogramos de peso corporal, tiene su récord en 175 kilos en arranque y 205 de envión, para un total olímpico de 280: " La idea este año es hacer 290, 180 de arranque y 200 de envión, en el preolímpico o en los Juegos Olímpicos".

En los últimos Juegos Panamericanos de Santo Domingo, Darío Lecman fue medalla de plata y pocos conocen el inmenso significado que tuvo esa actuación: "Me puso muy, muy feliz, y encima estuve cerca de mis mejores marcas. Lo que pasa es que ésa fue mi primera competencia importante, después del accidente.

"Hacía tres años que no competía tras un accidente de moto, me caí -nos relata- que derivó en una operación del hombro. En el 2001 era un ex deportista, porque los médicos y kinesiólogos, los mismos que me operaron, me dijeron que no podía volver a levantar pesas. Fue un milagro volver a competir a este nivel y por eso disfruté mucho la medalla en Santo Domingo", recuerda.

"Los Juegos Olímpicos, son experiencias únicas y geniales", reflexiona el deportista quien también ha sentido la frustracción en esta competencia.

"Los de Atenas serán mis segundos Juegos, en Atlanta clasifiqué y quedé afuera por una lesión, días antes del evento".

Es profesor de educación física. "Trabajo de eso", dice, aunque ahora está dedicado exclusivamente a la meta olímpica, compartiendo sus entrenamientos con la gente de Rivadavia Juniors, sus amigos de toda la vida.

El caso del luchador Cabello, que recibió una descarga eléctrica en el Cenard, fue el comentario de todos. Darío Lecman, quien vivió en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) en Capital Federal y entrena allí todos los días, dio su opinión:

"Lo que sé de Cabello lo sé por los medios y es que recibió una descarga eléctrica. Debería estar bien empapado del tema para opinar qué pasó; cuando vuelva a Buenos Aires, seguro me voy a enterar mejor".

"De mi experiencia de vivir y entrenar en el Cenard, te diría que se podría estar mejor, pero en infraestructura está bastante bien, para la situación en que está la Argentina, donde hay gente que no come, evalúo que tenemos un buen centro deportivo. Estamos a años luz de lo que son los centros de primer mundo, pero, bueno, también estamos a años luz de ser un país de primer mundo. Estamos acorde a lo que somos".

"Viví durante 7 años, hasta 1997, pero entreno ahí todos los días. Las condiciones son buenas, lo que falta es apoyo económico (ésa es la realidad) para poder dedicarnos más. Las becas están pero no son montos acordes para vivir de esto y equipararnos a los países que son potencias deportivas", expresó.

El primero y segundo del torneo Panamericano -a disputarse en Cali, Colombia, el 15 de mayo- obtienen dos plazas para Atenas y los tres puestos siguientes, una.

Argentina con su equipo masculino va en busca de las dos plazas, donde en caso de conseguirlas los candidatos a ocuparlas son: Darío Lecman y la otra sería para Carlos Ezpeleta o Dimitri Gontcharenko, ambos representantes de la provincia de Santa Fe.