Rubén Guarnaschelli, una vocación musical que camina por el mundo
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Este santafesino y buen señor está derrochando virtudes y buen humor por la imperial Viena, la de Austria, sin olvidar a su querida pasión coral. Por aquí no sólo ha dejado sus huellas profesionales, sino también las humanas que pueden valer más. Dicen que los reconocimientos son mucho mejores cuando se dan en vida, porque es una manera de testimoniar que anduvieron de maravillas y bien hermanados, el hombre y el arte.
Rubén Guarnaschelli se llama hoy el Coro del Centro Ciudad de Rafaela que él fundó y dirigió durante veinte años. Con su nombre también se ha designado la sala de ensayos del Coro Polifónico de San Francisco, que condujo durante treinta años.
A los 76 años y con el deber generosamente cumplido, el árbol plantado, el libro leído y los hijos tenidos, se fue a vivir con Vilma De Biasio, su compañera de siempre, muy cerca de su hija Nury (otro prestigio santafesino por el mundo), actualmente primer corno de la Orquesta Sinfónica de ORF. Eso sucedió apenas hace unos meses, pero como el hombre tiene su pasión y no es de quedarse quieto, un buen día fue a La Floridita (de un cubano que vive en Viena) y allí se contactó con gente latinoamericana.
�Qué pudo salir de esos encuentros? Pues un coro, don Rubén mediante, quien asegura que fue su hija la que lo instó a la tarea, pero todos sabemos que debe haber insistido muy poco. Allí conoció a Laura Suárez y en seguida la convocatoria: ensayos todos los sábados a la tarde. Se acercó más gente y una invitación del Instituto Austríaco para América Latina, que prestó una hermosa sala con todas las comodidades para esos encuentros, hasta una computadora para escribir las partituras, que pueden ser leídas ampliadas a pantalla grande o remitidas a todos los integrantes para que los sábados lleguen "con los deberes hechos".
Actualmente, el coro cuenta con 26 voces que llegaron de Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Venezuela, Colombia, Guatemala, México, Grecia, España, Holanda, Rumania y la misma Austria. El desafío es hacer únicamente música latinoamericana y cantada en español. Para el hombre que empezó su carrera creando aquella legendaria Agrupación Coral Beethoven, que dirigió por treinta años, es sin duda una satisfacción enorme haber hecho lo mismo casi cincuenta años después y tan lejos de tierra, y lo que es más, en tan escaso tiempo de residencia.
Ya existe una fecha tentativa para el debut, que se estima para el mes de abril. Aunque Guarnaschelli anda ahora por estos pagos, ya encontró algunos gauchos vieneses para que se encarguen de no parar los ensayos, y que estén muy a punto los cuatro temas básicos con que empezó la actividad: "Canción de la amistad" (anónimo), el guaino incaico "Dos palomitas", el tango de Gardel-Le Pera "El día que me quieras" y "Carnavalito quebradeño" de los hermanos Abalos.
Pero hay más, ya está estipulado que para fin de año estrenen la "Navidad nuestra" de Ariel Ramírez. Como se ve, aunque la actividad artística se nutra de sueños, el panorama aquí es muy concreto y con un plan de trabajo que seguramente se enriquecerá con el tiempo. No caben dudas de esto para quien conozca a Rubén, que con ese espíritu alegre y generoso, anda por el mundo sin parar y feliz de poder entregarse a la música. Desde ya estamos esperando para su próxima visita, la magnífica edición de un CD con los temas de este coro que tiene todo, pero al que todavía le falte un nombre. Por ahora llamémosle "el coro de Guarnaschelli".
Juan Carlos Arch