Tres generaciones y una cuarta incipiente. Más de un siglo de una empresa familiar que ha sobrevivido a los avatares de la historia, siendo fiel a su misión de dejar plasmado en tinta y papel el testimonio de la historia.

"El señor Antonio Citta, que era mi abuelo, llega desde édine (Friuli italiano) en 1880 y se instala en Santa Fe, donde empieza a desempeñarse en la actividad gráfica, como oficial tipógrafo en la imprenta de la familia Colmegna. Trabaja con ellos algunos años hasta que, por propia iniciativa, se independiza y con un compañero de trabajo forman una empresa personal. Con el transcurso del tiempo, sin perder la amistad con su socio, se separan y mi abuelo empieza a trabajar solo, al lado de la actual galería San Martín. La imprenta del abuelo se denominaba `La elegancia", cuenta René Citta, integrante de la tercera generación de la familia.

A esos años remonta el documento que encontró René, el cual verifica la larga vida de la tradicional imprenta santafesina. Se trata de una lámina de acciones de la Sociedad de Benefizenza del Hospital Italiano. Este certificado demuestra que, en el año 1892, la imprenta ya existía, como propiedad de la familia y con actividad regular, aunque con otro nombre.

Cuando los hijos de Antonio Citta dejan la edad escolar, se incorporan a trabajar con él. Tres de ellos -Luis, Albano e Ítalo- ingresan al taller y siguen al lado de su padre hasta que éste fallece.

"Así transcurre el tiempo y los hijos quedan a cargo de la empresa. Forman la razón social que sigue existiendo hoy, `Citta Hnos. SRL'. Cuando ellos cumplen su ciclo, quedamos nosotros, la tercera generación. Quienes estamos ahora a cargo somos hijos de uno de esos hermanos. Los hijos de los otros hermanos renunciaron a la tenencia. Somos dos, Julio César y yo", detalla René.

Julio César y René se criaron en los talleres de la imprenta. La vida de René estuvo abrazada a la actividad de la familia: "Terminado mi estudio primario, mi intención era seguir el secundario y arribar a la universidad para la carrera de Ingeniería Química. Pero mi padre, siguiendo la trayectoria del suyo, me pidió que siguiera a su lado porque era el hijo mayor. Y yo acepté esa decisión. Por la noche, seguí el curso secundario en la disciplina de estudios comerciales y, durante el día, trabajaba con él. Paralelamente, estudiaba en la Escuela Superior de Música que originariamente funcionaba en el Paraninfo, con Carlos Guastavino".

Una de las hijas de René trabaja medio día en la imprenta, con lo cual representa a una cuarta generación familiar en los talleres.

Además, tres de las cuatro ubicaciones físicas que tuvo la imprenta en sus largos años se hallaban en el mismo ámbito de la residencia familiar, por lo cual, las distintas generaciones de la familia Citta siempre estuvieron muy cerca de la actividad que marcó su vida.

Hace dos años, la imprenta recibió uno de los mayores reconocimientos de su historia. La Cámara Argentina de Publicaciones, en la edición número 16 de su concurso "Los libros mejor impresos y editados de la Argentina", entregó una Mención Especial a los Talleres Gráficos de Citta Hnos. por el libro Celia Torrá.

"Nosotros no nos inscribimos en ese concurso, pero la Cámara de Publicaciones, apreciando la calidad de la impresión que realizamos, distinguió espontáneamente al libro `Celia Torrá'. Un día nos llegó este reconocimiento. Nos quedamos perplejos, ya que no habíamos concurrido a ningún concurso y, sin embargo, ellos valoraron la calidad de lo que nosotros elaboramos", recordó René Citta.

Además de los premios formales, la imprenta Citta SRL cuenta con el reconocimiento de la sociedad que la vio nacer y crecer. Así como evoca Gütemberg la conquista del mundo desde la imprenta, Citta SRL ha sabido conquistar el lugar donde vivió. René Citta se siente orgulloso de eso: "El valor de nuestra imprenta está radicado en la longevidad. Es la empresa gráfica con mayor longevidad", sintetiza.