Opinión: OPIN-03 La ONU busca estimular el reciclaje de computadoras
Por Pascal Barollier


Los gobiernos deben tomar medidas para estimular el reciclaje de las computadoras viejas y la prolongación de su vida útil, debido al nefasto impacto que tienen los componentes de las máquinas sobre el ambiente, según un estudio difundido por las Naciones Unidas.

Sus autores señalan que la producción de una computadora de oficina de 24 kilos (incluida la pantalla) exige al menos diez veces su peso en combustible fósil y productos químicos. En comparación, la producción de un vehículo o de un refrigerador sólo necesita el doble de su peso en recursos naturales.

Los investigadores contratados por la ONU concluyeron que la producción de un ordenador y su pantalla necesita al menos 240 kilos de combustible, 22 kilos de productos químicos y 1,5 tonelada de agua, es decir el peso de un vehículo o un rinoceronte.

La fabricación de microprocesadores es una de las causas de esta disparidad "a causa de su peso extremadamente bajo en relación con la enorme cantidad de energía y productos químicos necesarios para fabricarlos", explicó uno de los autores del informe, Ruediger Kuehr.

Trece países, la mayoría europeos, aprobaron ya normas que prevén la obligación de reciclar las computadoras, precisó Eric Williams, coautor del trabajo "Ordenadores y medio ambiente", que cita las iniciativas de Japón y Taiwán en ese sentido.

TOMA DE CONCIENCIA


Estados Unidos, el mayor productor y consumidor de computadoras personales, todavía no ha empezado a reflexionar acerca del modo de emprender el reciclaje y la destrucción de las máquinas inservibles para prevenir la contaminación generada por algunos componentes informáticos, subrayaron los autores.

"La toma de conciencia de los problemas ambientales es ciertamente muy inferior en los Estados Unidos" que en Europa, estimó Williams, quien señaló que la administración actual no está abierta a considerar la reglamentación. "La mayoría de los ordenadores se produce en los Estados Unidos" y su resistencia a tomar medidas "es una cuestión económica", agrega Kuehr.

Los autores recuerdan la explosión de las ventas de máquinas de oficina, que en los Estados Unidos siguen aumentando un 10% anual. Al menos 130 millones de computadores se venden cada año en el mundo y hasta fines de 2002 se habían comercializado cerca de 1.000 millones de ordenadores personales.

Los investigadores también llaman a la responsabilidad individual. "Cada usuario de ordenador tiene un papel que cumplir. Los usuarios deberían preguntarse si realmente necesitan comprar una nueva computadora, si no bastaría con una mejora de su máquina actual. Revender su ordenador en el mercado de productos usados también es importante", agregó Williams.

Desde un punto de vista fiscal, "la mejora de un ordenador existente debería tener las mismas ventajas que la compra de una máquina nueva", destaca Kuehr en referencia a las posibles deducciones de las que deberían beneficiarse las empresas cuando renuevan su parque informático. (AFP).