"Kirchner se comprometió a devolver calidad institucional en la Argentina y lo hizo recuperando la política, revalidando la figura presidencial", afirma Norberto Ivancich, subsecretario de la Gestión Pública, que pasó por Santa Fe para abrir un seminario organizado por dicha dependencia de la Jefatura de Gabinete y la Universidad Católica de Santa Fe.

¿Qué Estado queremos?, era el título de la charla del funcionario que lo resume en "pensar el Estado desde las necesidades que el gobierno trata de comprender que son la demanda de la gente. Tiene que ver con la crisis de la política que se produce en el 2001, que eclosiona en diciembre, pero que había estallado en la desobediencia civil, por ejemplo, ante el censo que es el que tuvo mayor índice de fracaso de la población. Además, fue muy grande en las elecciones del 14 de octubre de 2001 con el aluvión de voto impugnado o en blanco, señal enorme para diciembre de 2001".

Ivancich recuerda que en los años '80 había pasión por la política, hubo apatía en los '90 y rechazo en el 2001. "Un rechazo a aquellos que dijeron que venían a cambiar la manera de hacer política, de construir un Estado distinto al que nos vendieron en la década del '90 y siguieron haciendo lo mismo. Además, prometieron hacer un gobierno menos corrupto y ocurrió el escándalo de las coimas en el Senado por la reforma laboral".

El funcionario rescata de la actual gestión el planteo de devolver calidad institucional y que tiene como puntos destacados la imposición de la figura presidencial y la remoción de la Corte Suprema menemista.

"Kirchner recupera la figura presidencial y devuelve a las instituciones su sentido. Se apunta a una reforma del Estado más sustantiva que la preconizada por la vicepresidencia de la Nación en la época de la Alianza, que pensó un Estado más amigo de la sociedad, pero sin autoridad presidencial y sin demostración efectiva de que se cambiaban los signos"

Dice que el planteo de la actual gestión es más modesto. "Es plantear una articulación mayor del Estado con la sociedad civil y un proceso transversal muy fuerte dentro del Estado, rompiendo la idea de comportamientos estancos muy característicos de la Argentina"

Admite que esto conlleva una reforma política la cual no parte de su área, sino de otras carteras del Estado nacional. Recuerda que la Alianza planteó la reforma en términos presupuestarios, pero enseguida agrega que "el problema fundamental son los costos no visibles de la política, la corrupción. Hay un esfuerzo de avanzar en áreas que traten de evitar la corrupción. Se impulsó la Oficina Anticorrupción y se generan determinados mecanismos de transparencia en el sistema de compras del Estado y en la gestión de intereses que pueden llegar a tener un grado demostrativo, pero que es ir poniendo límites a la posibilidad de corrupción".

Ivancich hace notar también el cambio de lógica en la negociación con las empresas privatizadas. "Esto también forma parte de la recuperación de la política y de la autoridad presidencial" y recuerda que en los '90 se había perdido al Estado factor de equilibrio para buscar el bien común.

En cuanto a la relación con las provincias, el subsecretario entiende que será clave para marcar el modelo de Estado futuro la definición del sistema de coparticipación. Pero también marca los procesos de transferencias y de repetición de mejores prácticas en el término específico de la gestión. "No queremos imponer los elementos de mejoras, lo que tenemos lo ponemos a disposición de las provincias como si el Estado nacional fuera una consultora para compras de bienes y servicios, regulación del empleo público, perfeccionamiento y capacitación y desarrollo del gobierno electrónico. Todos elementos instrumentales para acercar gobierno a ciudadanía". Pero enseguida aclara que también apuesta a que las provincias con procesos avanzados también los compartan, haciendo un trabajo en red.

Durante la charla con El Litoral, Ivancich también se detuvo en la relación del Estado con sus agentes. Rescata del gobierno de la Alianza la carta compromiso que vienen haciendo organismos de distintos tipos de servicios ligados a la atención al público.

"Esto no es un efecto inmediato para observar, pero sí genera mejoras en la atención al público, en el acortamiento de trámites, en revisar procesos de trámites y formularios"

Resalta además que determinados sectores que se comprometen en la temática terminan constituyéndose en transmisores de la mejora en la gestión. "Queremos rescatar esto con los comités de mejoras en la gestión. Es un proceso de incorporación y de involucramiento de los agentes del Estado. No hay reforma del Estado si no hay involucramiento. La reforma desde arriba, con lógica de gerentes, es ajena. Si no se incorpora la mejora a la gestión vigente y se incorporan sectores del empleado, no hay posibilidad de mejora".

Pero también destaca como factor importante el convenio colectivo de trabajo en el sector público. Recuerda que semanas atrás, este gobierno incorporó a ATE, "Producto de la política, en el 98 había un solo sindicato, UPCN. Desde este año se incorporó ATE y lo consideramos un logro. No sabemos si va a tener funcionamiento porque son dos culturales sindicales muy distintas", reconoce.