El Concejo Municipal sancionó una ordenanza que prevé convocar a un concurso abierto y público para diseñar la bandera que identifique a la ciudad de Santa Fe. Con esta decisión encendió la polémica disparada en noviembre del año pasado por la Asociación Santafesina de Relaciones Públicas, Organización de Eventos & Ceremonial (Asroc), cuando se conoció el proyecto del concejal Alfredo Hediger.
Por ese entonces, la entidad advertía que una iniciativa de semejante implicancia histórico-cultural debía hacerse en base a estudios especializados y con expertos en vexilología y heráldica (disciplinas que se encargan del estudio de banderas y escudos, respectivamente), y no por medio de un concurso abierto de diseño que implica la posibilidad de cometer errores graves.
Ahora, ante la sanción de la ordenanza, el Prof. Julio César Álvarez, presidente de Asroc, siente que como profesionales y estudiosos del Ceremonial, los integrantes de la entidad fueron "dejados de lado" por el Concejo, a pesar de "nuestras advertencias y recomendaciones" realizadas en su momento.
"En campaña electoral (los ediles) no se cansan de declamar la importancia de la participación ciudadana y de las instituciones, pero en la práctica en un tema tan importante como nuestra identidad como ciudad no les parece importante consultar con la asociación provincial de Ceremonial", esgrime con disgusto Alvarez.
Cabe destacar que Asroc viene realizando los estudios vexilológicos e históricos necesarios para dotar a la ciudad de una bandera propia, pero no fue consultada por los concejales.
"Como nadie es profeta en su tierra", dice Alvarez, la entidad consultó al Prof. Aníbal Gotelli, director de Ceremonial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, representante argentino ante la Federación Internacional de Asociaciones Vexilológicas y reputado especialista en Ceremonial.
Gotelli advierte que nuestro país ha dejado de hallarse en la "periferia vexilológica" de la comunidad internacional para convertirse en un ámbito propicio para la reunión de aquilatados expertos en la materia. De hecho, especialistas de todo el mundo se reunirán el año entrante en Buenos Aires en el Congreso Internacional de Vexilología (denominado Vexilobaires 2005).
Gotelli, quien lideró el movimiento vexilológico en Argentina, señaló que una de las cosas que se trató de desterrar es la creación de banderas y todo tipo de símbolos a través de los "concursos abiertos", que terminan siendo "concursos de manchas", como antiguamente se llamaba a los concursos de dibujo para niños.
A título informativo, destacó que además de la Argentina, los concursos abiertos rigen en Brasil, Colombia, Hong Kong, México, Taiwan y Venezuela. Mientras que los concursos cerrados (destinados a expertos) para la creación de símbolos predominan en los países más avanzados del mundo.
Gotelli es consultado permanentemente en el tema, por lo que tiene en su haber varios dictámenes en materia de creación de símbolos. Uno de ellos se refiere a la bandera de la provincia de Tierra del Fuego, y "que bien puede aplicarse a la creación de la bandera municipal en cuestión y la creación de cualquier símbolo en general", dice el experto.
En el mencionado dictamen señala que, tal como se acepta internacionalmente, una bandera provincial debe ser diseñada y autorizada legalmente de acuerdo con la debida corrección técnico-vexilológica, debe simbolizar a la provincia, debe ser signo de autonomía, unidad e integridad de su territorio, debe demostrar la pertenencia de la provincia al territorio nacional y debe representar, en una síntesis inequívoca, los valores superiores expresados en la Constitución Provincial.
En el caso de Tierra del Fuego, la bandera no sólo ha sido producto de un concurso abierto, en el que no se han requerido conocimientos técnicos vexilológicos o heráldicos previos a los diseñadores, sino que además su aprobación estuvo a cargo de un cuerpo legislativo sin previo dictamen de un tribunal calificado.
En consecuencia, el diseño ganador tiene una clara dificultad de reproducción y no tiene valor tradicional heráldico-vexilológico. "La estilización de su figura central es de tal magnitud que nada representa para el simple observador. En segundo lugar, no guarda relación con los colores del escudo provincial. Además, la bandera no muestra el color rojo, sino que es el naranja, que no es un esmalte tradicionalmente heráldico y, como si ello fuera poco, es un color que no guarda relación alguna con la tradición heráldica, histórica o vexilográfica nacional", esgrime Gotelli en ese texto.
"Si un símbolo no es respetado y aceptado por todos los miembros de su comunidad y si además no es respetado técnicamente por los expertos nacionales e internacionales, deja de tener el valor de tal para convertirse en objeto de análisis, de faltas de respeto y por sobre todo, de innecesarias controversias".
Aníbal Gotelli. Representante argentino en la Federación Internacional de Asociaciones Vexilológicas.
Aunque las banderas como elemento simbólico son en extremo antiguas, la vexilología como disciplina es una creación epistemológica relativamente reciente.
La primera sistematización de todos los conocimientos técnicos, históricos y protocolares referentes a las banderas y a los símbolos en general, la llevó a cabo el Dr. Whitney Smith, presidente del Flag Research Center de Massachussets (USA) en 1957. El nombre de la nueva disciplina, creación del propio Smith, fue conformado a través de la conjunción de dos vocablos. El primero es vexillum (del latín "pequeña vela"), es decir la tela que pendía de los lábaros de las legiones romanas; y el segundo, es logos (del griego: estudio o tratado).
Años más tarde, en 1965, se llevó a cabo en los Países Bajos el primer congreso internacional de Vexilología y en 1967 se constituyó la Federación Internacional de Asociaciones Vexilológicas (Fiav), que reúne a las instituciones dedicadas al estudio de dicha disciplina en todo el mundo. Recién en 1993 se admitió la presencia institucional de la República Argentina en la Federación Internacional.
Gracias a los congresos internacionales de vexilología y al trabajo profesional de muchos expertos dentro del marco de la Fiav, ha sido elaborada toda la metodología, la terminología y el sistema de codificación que actualmente se utiliza para describir la simbología vexilológica.