Nosotros: NOS-11
Nosotros
Galeses del fin del mundo
El libro "Una frontera lejana-La colonización galesa del Chubut", editado por la Fundación Antorchas bajo el cuidado del experto Luis Priamo, confirma una vez más el papel documental de la fotografía y da testimonio de su aporte al conocimiento de la construcción de las identidades nacionales.


La Fundación Antorchas acaba de editar el libro "Una frontera lejana-La colonización galesa del Chubut", que abarca el período comprendido entre 1865 y 1935, entre la llegada de los primeros colonos galeses y su dilución o asimilación en el proyecto político de la generación del 80.

Las convicciones religiosas y nacionalistas de los inmigrantes y sus utopías independentistas cruzaron imaginarios, propósitos y realidades múltiples que dan interés y relieve singular al texto basado en el papel documental de la fotografía.

La riqueza del acervo fotográfico concurre a esta lectura de la historia argentina a través de colecciones institucionales y archivos familiares. Pero hay una sobredosis de calidad en los registros de John Murray Thomas, Henry Bowman, Carlos Foresti, R.E. Theobald y otros fotógrafos activos en las colonias galesas en la Patagonia.

En un principio fue la utopía. Disidentes políticos y religiosos soñaron con fundar una nueva patria, respetuosa de sus convicciones, lengua, identidad y tradición. Esta aspiración aglutinó a los disidentes protestantes, metodistas de origen galés, escocés e irlandés, excluidos del propósito hegemónico de la Iglesia de Inglaterra.

El plan inmigratorio enunciado por el gobierno argentino en 1856 parecía responder a las aspiraciones de los disidentes. La Patagonia sería la Tierra de Promisión, la última Thule de un puñado de migrantes que, en algunos casos, habían conocido decepciones en asentamientos en Estados Unidos y América del Sur (Paraguay, Brasil, Uruguay).

La primera remesa fue de 160 agricultores decididos a fundar la "Y Wladfa" (la colonia). La llamaron Trerawson (en honor del ministro Guillermo Rawson).

La buena acogida de los tehuelches paliaba la "suma indigencia" de los primeros colonos, ya que los insumos prometidos por el gobierno eran escasos y llegaban con irregularidad.

Las sucesivas corrientes de inmigrantes cambiaron el patrón inicial. Procedían de ciudades industriales, pero -como sus antecesores- estaban dispuestos a sostener el idioma, religión, tradiciones y costumbres de los galeses. Y como los primeros colonos, los fundadores de Gaiman y Trelew se mostraban aficionados a la fotografía.

Leer las imágenes


Utopías, imaginarios y realidades no tardarían en confrontarse. La pretensión de crear una segunda patria galesa, políticamente independiente, fracturó a la comunidad. Y fue enérgicamente rechazada por el gobierno argentino.

"Una frontera lejana" ofrece testimonios a descifrar desde miradas complementarias. A este fin concurren los textos de Bill Jones y María Bjerg, que examinan los móviles de la inmigración y narran la saga galesa en la Patagonia. Luis Priamo fue responsable del capítulo fotográfico y verdadero maestro al enseñar a leer imágenes.

Es asombrosa la gran cantidad de fotógrafos (profesionales o aficionados) que actuaron en las colonias de Rawson, Trelew, Trevelin, Gaiman y Colonia Sarmiento. John Murray Thomas reflejó los penosos comienzos y la tenacidad laboriosa de los pioneros.

Nada escapó de la inquieta mirada que registraba la vastedad del paisaje, los caseríos que siempre incluían la capilla, escenario de los oficios religiosos, salón comunitario y marco de los eisteddfod (certámenes anuales de música y poesía).

Del siglo XIX datan los documentos que señalan la asimilación de hábitos y costumbres de la nueva Gales. Tehuelches y galeses posan ante la cámara con igual compostura. Y proliferan las estampas de galeses cebando sus mates cimarrones.

Con el progreso de las colonias creció el registro orgulloso de los logros: chacras mejor construidas, escuelas bien provistas, nueva maquinaria agrícola, los primeros automóviles.

Son escasas las fotos de interiores. Corresponde a David Williams el mérito de tomar su propio hogar y familia como motivo y a Phlip Lambert haber testimoniado las costumbres domésticas de las mujeres de Colonia Sarmiento. Y tal vez hayan sido las mujeres quienes preservaron las colecciones fotográficas que conforman el rico patrimonio cultural de las colonias galesas patagónicas.

Elba Pérez