Punto final

Mejoró en el complemento el pibe Urresti, que tuvo un duro duelo personal con Funes, el volante por izquierda de Tristán Suárez. A Unión le faltó fútbol y por momentos fue superado por el empuje y entusiasmo del rival. Foto: diario Crónica.. 

Unión quedó a un empate de mantener la categoría. Los 30 días de inactividad se sintieron, el equipo no jugó bien pero no perdió.Más de 1.000 hinchas le dieron un formidable apoyo, más elogiable si se tiene en cuenta que fue un día laborable.

Buenos Aires (Enviado Especial).- "Uno más... y no jodemos más" es el pedido de la gente, de esa hinchada que nuevamente demostró que si algo le queda a Unión de primera, es su público. Elogiable por donde se lo mire. Porque era un lunes laborable, en un horario y un lugar incómodo. Sin embargo, allí estuvieron, como siempre, como en toda la campaña. Alentando y apoyando lo que la gente quiere: un proyecto propio, genuino, de jugadores que sientan y se desvelen por la camiseta por más que haya carencias y que se peque de inexperiencia.

Le quiero decir algo, ante todo: con la mano en el corazón, no esperaba mucho de Unión. Es que considero que un equipo que se "para" un mes, que no tiene competencia, que se consume entre el aburrimiento de la espera y la ansiedad de terminar de una vez por todas, no puede llegar en buenas condiciones para jugar ante otro que, en ese mismo lapso, jugó cuatro "finales" oficiales y llegaba con el envión competitivo y anímico que Unión no tenía.

Dicho en otros términos, a Tristán Suárez había que ponerlo a fondo cuando ya estaba lanzado en velocidad; mientras tanto, Unión tenía que poner la quinta arrancando de punto muerto. Y eso se notó, sobre todo en lo más importante que tiene el fútbol: el manejo y la confianza para la distribución de la pelota, aspecto en el que Unión no tuvo respuestas ante Tristán Suárez.

�Y entonces...?

Es difícil hablar de potencial puro, porque a Unión lo conocemos, pero a Tristán Suárez no. �Será más este equipo de lo que mostró ayer? Unión, seguro, �y ellos? Por allí, asustan las estadísticas: Tristán Suárez lleva 17 partidos sin perder de visitante y las dos series (ante Almirante Brown y Atlanta) las definió en esa condición. Si mostró todo o está en condiciones de dar más, se verá el sábado. Por lo pronto, Unión sabe que tiene dos de los tres resultados posibles que lo favorecen. Y eso, sin dudas, es ventaja deportiva. Para nada comparable con los antecedentes inmediatos -los de Talleres y Rafaela-, porque a éstos el empate no los favorecía en los choques de Promoción pues habían perdido el partido de ida.

La pregunta es: �Tristán Suárez es respetable por méritos propios o por lo que dejó de hacer Unión? Y algo de ambas cosas uno encuentra. Tristán demostró ser un equipo ordenado, metedor, con un buen arquero (Anconetani), un volante que ganó su duelo personal con Zapata (Dundo) y dos delanteros de peligro (Lema y Primerano). Son ordenados y disponen de un buen juego aéreo, tanto para defender como para atacar. Y Unión también "aportó" para que Tristán Suárez dejara esa imagen de respeto, porque el equipo de Oyeras, evidentemente, no jugó bien.

Buena actitud, poco fútbol

El gran déficit de Unión se notó a la hora de tener la pelota, de generar fútbol y así marcar diferencias. El mal partido de Zapata, jugador clave en esto de construir juego, los inconvenientes del "Pitu" García para sacarse de encima la marca molesta y pegajosa de Sanabria (lo siguió por todas partes), sumado a la imprecisión de Basualdo y Sartor en la distribución, fueron los ejes por los cuales pasó y se justificó el discreto (por momentos flojo) trabajo tatengue.

No se puede discutir la actitud, porque si algo no se le reprocha al equipo es la entrega. Aún desacomodado en el partido y sin la posibilidad de lucirse, ninguno de los once que entraron a la cancha y los tres de reemplazo dieron la sensación de ahorrar energía. En esto, lo de Unión no admite objeciones, aunque el producto global, en el que el esfuerzo es, apenas, uno de los tantos elementos que se miden, la impresión que deja el equipo es de un nivel apenas discreto y por momentos apurado por un rival que pudo "primerearlo" con un gol en la primera parte del partido.

La realidad futbolística de Unión invita a que hagamos siempre un análisis recurrente. Éste no fue el plantel que se armó para jugar el ascenso; éstos no son los jugadores en quienes se pensó; éste no es, en definitiva, el proyecto que se llevó a la práctica sino el "manotazo" que se tiró para salir a flote cuando el barco se hundía. Este equipo de Unión no es el reflejo fiel de la campaña, porque el "Pitu" García, Urresti, Sartor y compañía no formaban parte del plantel profesional cuando todo esto se armó; estaban en la cuarta de AFA, bastante lejos de la posibilidad de jugar. Y sin embargo, aparecieron en medio del incendio, con el respaldo de la gente, es cierto, pero también con la presión y la exigencia para la que debieron prepararse sobre la marcha y a los empujones.

Les falta un último esfuercito, el de no perder el sábado. Si lo consiguen, se podrán ir a la casa con la satisfacción del deber cumplido. Como también lo harán los hinchas, los únicos que siguen siendo "de primera" en el club. Distinto será el análisis para los dirigentes, principales responsables de lo que viene ocurriendo en el club. Se hizo casi todo mal. Por eso, a partir de esa premisa habrá que elaborar todo de nuevo, asumiendo el fracaso como primera e indispensable condición.

�Será el último de Nereo?

Los indicios permiten suponer que el del sábado, en el 15 de Abril, será el último partido de Nereo Fernández en el arco de Unión. La cuestión pasa por saber cuál será el destino del arquero. Lo de Lanús parece "pinchado", toda vez que el "granate" está haciendo gestiones por Carlos Bossio, el ex arquero de Estudiantes. Por eso, ahora entró a tallar firme la posibilidad de ir a Quilmes, que ayer habría acordado la continuidad del titular, Pontiroli, pero que afrontará el torneo local, la Sudamericana y el repechaje de la Libertadores.

El arquero señaló ayer que "no tengo nada en concreto, pero quisiera volver a jugar en primera. Me comentaron que la gente de Quilmes se interesó. Para mí sería un orgullo porque sé positivamente que se trata de un gran club, un muy buen equipo y que ahora tendrá la posibilidad de jugar copas internacionales con todo lo que eso implica para un jugador".

A propósito, Nereo vivió ayer una situación muy particular: cuando terminó el partido, le tiró un pelotazo al empleado de Tristán Suárez que recogía los balones. Allí se armó un tumulto que fue rápidamente disipado. "Me equivoqué, reconozco que estuve mal y le pide disculpas al "pelotero' de Tristán Suárez. En la alegría por el empate, se me fue la mano", dijo Nereo, quien desde su vuelta al equipo no ha recibido goles.

El número

17. Es la cantidad de partidos que Tristán Suárez lleva sin perder como visitante, de los cuales consiguió 11 victorias y 6 empates. Además, el "lechero" logró definir a su favor los dos repechajes -ante Almirante Brown y Atlanta- jugando precisamente en condición de visitante. Este año, Tristán Suárez marcha invicto afuera de su cancha y las únicas dos derrotas fueron en Ezeiza. A no confiarse...

Enrique Cruz (h)[email protected]