Una exposición sobre Cándido Portinari (1903-1962) reunirá desde el 20 de julio en Fundación Proa un conjunto de obras que reflejan la perspectiva social del artista brasileño a través de personajes marginales, donde cobra protagonismo el color.
En sus pinturas aparecen la tierra púrpura, la campiña paulista, los árboles calcinados, los niños y sus barriletes, las chozas diseminadas por las colinas, las mujeres de pechos pesados y piernas macizas, como describió la escritora María Rosa Oliver, frente a ese mundo vital pero desamparado.
La muestra, que se inscribe en los actos por el centenario de su nacimiento -el 29 de diciembre de 1903-, está articulada en cuatro módulos que dan cuenta de su producción artística: lo social, lo brasileño, lo universal y su producción en Buenos Aires y Montevideo.
Este último módulo está centrado en la proyección de la obra de Portinari en Sudamérica, sobre todo su exposición en el Salón Peuser de Buenos Aires en 1947.
"Era 1947, un año crucial en los compromisos de la intelectualidad de izquierda, tanto en la escena internacional como local. Por distintas circunstancias, la exposición de Portinari funcionó, en París y en Buenos Aires, como un espacio en el que se visualizó el punto culminante de tal cristalización", apunta en el catálogo Andrea Giunta, doctora en Historia del Arte.
"En el París de posguerra, despojado de muchas de sus certezas, Portinari venía a demostrar que los valores del arte ya no provenían sólo de Francia -prosigue-. La multitudinaria apertura de la exposición, sumada al éxito de crítica llevó a sostener que `desde la exposición Picasso en el Salón de Otoño de 1944, ninguna otra muestra de pintura moderna ha tenido igual trascendencia' ".
En Buenos Aires, el artista dio una conferencia sobre el "Sentido social del Arte", en el Instituto Francés de Estudios Superiores de Buenos Aires.
Allí plantea: "los pintores que desean hacer arte social y que aman la belleza de la pintura en sí misma, son los que no olvidan que están en un mundo lleno de injusticias para formar filas al lado del pueblo, auscultando los anhelos en que éste se debate".
Pero Portinari siempre tuvo claro que "la pintura antes de ser social deber ser buena. Los que no puedan dar su mensaje social en buena pintura, que vayan y hablen en la plaza pública", como dijo en una entrevista de entonces, realizada por Oliver.
Nacido en la ciudad de Brodowski, en el estado de San Pablo, Portinari obtuvo su primera mención de honor en el Salón Nacional de Bellas Artes con su retrato del escultor Paulo Mazucchelli y, antes de viajar a Europa en 1929, realizó su primera exposición individual en Rio de Janeiro.
En Europa, Portinari estudió a los grandes artistas, pero comenzó a centrarse en lo social, una temática que se revela con "Despejados", pintado en 1934.
Con "Café", obra que recibe la segunda mención de honor en la exposición internacional del Canegie Institute de Pittsburgh (Estados Unidos) el artista logra el reconocimiento internacional.
En 1939 realiza una importante exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes de su país. Expone también en el MOMA de Nueva York y en la Galería Charpentier de París.
Luego de su viaje a Buenos Aires y su exilio voluntario en Montevideo por un año, participa en la Primera Bienal de San Pablo en 1951 y recibe el premio internacional Fine arts Council de los Estados Unidos como mejor artista.
Los gigantescos paneles Guerra y Paz que entrega a la sede de la ONU en 1956 son recibidos con frialdad por su vinculación con el partido comunista brasileño. Fallece el 6 de febrero de 1962 a causa de una intoxicación de plomo, contenido en sus pinturas.
Al conjunto de obras expuesto en esta muestra, se suman documentos y fotografías que muestran los vínculos que estableció el artista con el campo intelectual rioplatense.
"Es sorprendente recorrer, en el acervo documental del Proyecto Portinari, los innumerables recortes de periódicos, cartas, fotografías de época, declaraciones, dedicatorias, películas, etcétera, que componen un cuadro de la verdadera conmoción vivida por el pintor en aquel momento y luego, en 1948, en Uruguay", recuerda el hijo del artista, Jo�o Candido Portinari, curador de la exposición.
Paralelamente a la muestra, se desarrollará un programa educativo para jardines, colegios y estudiantes terciarios y un activo programa de visitas guiadas para el público en general.
Organizada conjuntamente por el Proyecto Portinari (Brasil), la Fundación Centro de Estudos Brasileiños (Argentina) y la Fundación Proa, la exposición cuenta con el apoyo de la Embajada de Brasil en Buenos Aires y el patrocinio de Petrobras. (Télam).