Quentin Tarantino entiende "Kill Bill" como una película hecha a base de muchas películas, un filme de acción cargado de violencia, como es habitual en él, violencia que el director encuentra seductora y terriblemente cinematográfica.
El director estadounidense se encuentra en Madrid para presentar la próxima aparición en DVD de los Volúmenes I y II de su película "Bill Kill".
"Siempre quise hacer una película épica. La primera parte es una venganza, pura acción, y no hay más que decir", explicó Tarantino durante su encuentro con la prensa.
"En la segunda entrega es donde empiezan a despejarse las incógnitas que quedaron abiertas y se rellenan los personajes", añadió Tarantino en Madrid, donde estuvo acompañado por el protagonista del filme, David Carradine.
"Kill Bill son muchas películas en una. Es una película de kung fu, un spaguetti western, una de samurais, un filme de venganza y su título es `Matar a Bill', así que la violencia está ya en la etiqueta", comentó Tarantino.
"No he tenido miedo a hacer una película de acción porque desde niño soñé con ello -confesó-. La acción es tremendamente cinematográfica, es el cine por excelencia". Pero el director no quería limitarse a hacer una película de acción buena, "sino una obra maestra. Mi objetivo era rodar algunas de las mejores tomas de acción de la historia del cine, luego el público decidirá si lo son o no", dijo.
"Kill Bill no ha terminado", anunció Tarantino, quien ofrece extras en sus dos DVDs y promete para dentro de un tiempo una edición especial para coleccionistas, supervisada por él, aunque no descarta "hacer dentro de quince años una tercera entrega".
El autor de "Pulp Fiction" tiene ya dos guiones a medio hacer, "todavía no los he escrito, sólo tomo notas, pero cuando vuelva a casa a hacer una vida normal, cosa que no he hecho en los últimos tres años, me pondré a escribir y dentro de ocho meses empezaré con mi próxima película". (EFE).