El lamentable y trágico episodio ocurrido recientemente en un centro comercial de Paraguay, además de conmover, abre un cuestionamiento básico: ¿tenemos los santafesinos un buen nivel de prevención de este tipo de emergencias?

Esta duda fue el puntapié inicial para que El Litoral recorriera los dos shoppings de la ciudad y algunos de sus supermercados. El tema no es simple ni unívoco, hace falta mucho más que la colocación adecuada de matafuegos, señalización y capacitación. La inseguridad social, los problemas económicos y de conciencia ciudadana, también tienen que ver con la carencia de medidas adecuadas contra incendios y la cobertura de otro tipo de riesgos en los lugares visitados. Sin embargo, los referentes de estos emprendimientos no pueden ni deben rehuir la responsabilidad que les compete para mantener razonables niveles de seguridad en las instalaciones y proteger así la integridad de sus clientes de eventuales riesgos y peligros.

Dos son las ordenanzas que en nuestra ciudad establecen normas en este sentido: la 9.139 y 7.279. En el primer caso, se hace mención a la obligatoriedad de salidas de emergencia en edificios, mientras que la segunda ordena a los confiterías bailables y discotecas colocar puertas que para estos casos abran hacia afuera. La segunda, que data de 1980, es la de reglamentación de edificaciones y da instrucciones sobre el cercado de los edificios, la colocación de puertas y ventanas, la obligatoriedad de uso de elementos incombustibles y la señalización de las salidas, entre otras. Además, exige que los matafuegos, "colocados uno cada 200 m2", y "servicios de agua contra incendios" se coloquen "en lugares accesibles y prácticos que se indicarán" adecuadamente. A lo que le suma la necesidad de "un tanque cuya capacidad será establecida por el cuerpo de Bomberos Zapadores".

Si bien estas normas dan una reseña válida para tener en cuenta, el encargado de una empresa de prevención de accidentes y atención de emergencias afirma que "están muy desactualizadas".

(AREA METROPOLITANA).