Quino: "El mundo está peor que antes"
El mítico dibujante y humorista confesó con humildad que está "conforme" con su carrera. A su juicio, el humor español es más "directo, negro y brutal" que el argentino. Añoranzas por su querido Buenos Aires.

El dibujante y humorista argentino Joaquín Salvador Lavado Quino, autor de la famosa historieta Mafalda, cree que el humor en España es más "directo, negro y brutal" que el de su país.

"El humor español es mucho más directo, negro y, si se quiere, brutal que el nuestro. Cuando uno recuerda las cosas de (el humorista español Miguel) Gila con la Guerra Civil es terrible, porque lo que cuenta él lo vivió así", dijo Quino en una entrevista con EFE.

El creador de Mafalda y su banda de amigos es homenajeado en el Palais de Glace de Buenos Aires con la muestra "Quino 50 años", que reúne sus trabajos como dibujante desde que publicó su primera tira cómica en el semanario "Esto es", en 1954.

La exposición, con entrada gratuita, permanecerá abierta hasta el 29 de agosto próximo y luego recorrerá distintas ciudades del interior de Argentina, como Córdoba, Mar del Plata, Rosario y Mendoza, la tierra natal del dibujante.

"Me sorprende a mí mismo ver en esta exposición que desde el primer dibujo que me publicaron hasta ahora he tenido una coherencia ideológica inmutable. Y luego que los temas que he tocado siempre siguen vigentes, lo que es una cosa increíble", dice el autor.

Con su habitual humildad, Quino confesó que está "conforme" con su carrera porque pudo dedicarse a lo que siempre quiso, aunque reconoció que la mirada crítica en sus trabajos se radicalizó con el tiempo porque considera que el mundo está peor que antes.

"Creo que el mundo está peor, porque estamos frente a un fenómeno completamente nuevo para la historia de la Humanidad, que es que está gobernado por una superpotencia, que tiene al frente a una persona no muy recomendable", afirmó.

Quino comparó al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, con Ming, el personaje malvado de la historieta Flash Gordon, y dijo en broma que lamentablemente el héroe ahora "no está para defendernos".

Desesperanzado

Socialista confeso, el dibujante consideró que se está creando una situación mundial tan grave que "va a tener que estallar por alguna parte" y recordó una frase del escritor argentino Jorge Luis Borges que decía que "le tocó una vida difícil como a todos los hombres".

"A nivel político, ya sé que no voy a ver ningún cambio como el que quisiera. Me parece que el socialismo ha durado muy poco para lo que es la historia de la Humanidad. Espero que alguien retome la idea y logre construir algo positivo. Pero la falla está en el ser humano, que impide que cualquier cosa funcione bien", señaló.

Quino, de 72 años, dijo que trata de no censurarse en los temas que aborda en sus dibujos, pero que debe estar atento a cuestiones religiosas o de violencia familiar que pueden resultar ofensivas.

"Por supuesto que jamás se me ocurriría hacer temas donde haya presos o torturados. Pero cuando uno hace algo con la religión siempre recibe cartas de gente que se ha sentido molesta (...) Con la muerte también hay que cuidarse un poquito, aunque me atrae muchísimo. Trato de tomármelo en solfa", contó.

Incluso, aclaró que le resulta muy atractivo hacer chistes sobre Dios, a pesar de que se define como "bastante ateo".

"Me llama la atención y tengo mucha curiosidad por qué todos los pueblos han tenido la necesidad de inventarse dioses. Me parece un personaje como los gnomos, los fantasmas, que también son muy lindos. Y se presta bastante porque tiene mucho misterio", relató.

Quino, quien disfruta del cine porque "es como una historieta pasada más rápido" y se confiesa amante de las películas mudas, aclaró que suele dibujar en blanco y negro, siempre con un bolígrafo especial y no con plumín, porque le resulta "muy complicado".

También señaló que le gustaría editar un libro con dibujos nunca publicados, pero dijo que en este momento no tiene tiempo por los compromisos semanales que mantiene con distintas revistas.

Aunque pasa sus días entre Madrid, París, Milán y Buenos Aires, el genial dibujante dice que extraña a sus afectos y evalúa junto a su mujer, Alicia, volver a vivir en la capital argentina, donde tiene "la casa más grande, más linda y casi todos los libros". (Por Lucila Sigal, EFE).

El lastre de Mafalda

Quino dijo que entiende que la gente se haya encariñado más con su famosa historieta Mafalda que con sus otros trabajos, pero reconoció que esta situación le da pena.

"Es más fácil encariñarse con Mafalda que con mis páginas de humor donde mis personajes cambian cada semana y no tienen nombre ni nada. No es que me moleste (que le sigan preguntando por Mafalda), me da un poco de pena que la gente no le preste más atención a los otros trabajos", afirmó el humorista.

El 25 de junio de 1973, la historieta dejó de publicarse periódicamente, pero el tiempo no afectó la vigencia de las historias contadas por la niña inteligente, irónica, preocupada por la paz, que odia la sopa y ama a los Beatles.

Incluso, Quino, quien confiesa que quiere a todos sus personajes por igual, reconoce que se siente más identificado con Miguelito y Felipe que con Mafalda, la estrella de la tira.

"Mafalda fue más fabricada, fue una cosa casi por encargo. Y los otros personajes fueron naciendo espontáneamente. En Felipe un poco reproduje lo que fue mi niñez en cuanto al colegio y a la timidez. Y con Miguelito me identifico porque tiene unas fantasías que también tengo yo. Por eso, se las he puesto al personaje", reconoció.

"También tengo algunas cosas de Susanita. No soy de ir a contar chismes pero me encanta que me los cuenten. Y en Manolito plasmé algo contrario a mí porque yo con el dinero soy un desastre", agregó el genial humorista.

Quino, que pasa sus días entre Madrid, Milán, París y Buenos Aires, contó que la principal causa para dejar de hacer Mafalda fue el miedo a repetirse, algo que le había pasado como lector de "Peanuts", la historieta creada por dibujante Charles Schulz.

"Luego de 10 años, me pareció que no quería que me pasara como me pasó con los dibujos de Schulz, con Carlitos y Peanuts, que me gustaron mucho durante bastantes años, pero hubo un momento en el que me cansé", explicó el dibujante argentino.

Mafalda, la niña del flequillo recto y vestidos a lunares nació en 1963, cuando una compañía de electrodomésticos le encargó a Quino una publicidad con un personaje que comenzara con "M", la inicial de Mansfield, aunque nunca llegó a publicarse porque la firma fracasó.

En 1964, hizo su aparición en el semanario Primera Plana y salió a la calle por última vez en 1973 en la revista Siete Días, si bien la actualidad de sus diálogos hizo que la tira fuera reeditada más tarde en varias recopilaciones y traducida en unos 30 idiomas.