Un mundo posible en la calidez del hogar
Cualquier jardín, un pequeño patio e incluso un balcón, pueden convertirse en anfitriones de hermosas orquídeas. En esta nota, tiramos por la borda algunos mitos que desalientan el cultivo de estas plantas de flores maravillosas.

En un pequeño pulmoncito de la zona sur, Santa Fe tiene su propio orquideario. Un espacio especialmente ambientado para el cultivo de orquídeas de diferentes especies que es, sin dudas, un tesoro dentro del vivero Rapa.

Orly Rappaportt es quien, cautivada por las características especiales de esta planta, ambientó el lugar, recolectó diferentes variedades y procura que día a día reciban todo lo necesario para que crezcan en esplendor.

Si bien en la ciudad hay personas que se dedican a cultivarlas, sólo se trata de aficionados que poseen colecciones particulares, por lo tanto no están expuestas al público.

Un orquideario -para ser considerado como tal- debe reunir algunas características determinadas que garanticen el bienestar y la vida de las plantas: humedad elevada, pequeñas corrientes de aire, protección contra los rayos de sol y, por supuesto, cobijar en su interior una importante variedad de orquídeas.

La pasión de Orly se despertó hace 12 años en un viaje que realizó a la provincia de Misiones. "Vi que crecían en los troncos de los árboles sin necesidad de vivir en la tierra. Al principio me gustaron las flores grandes y más coloridas, como dice el neófito, la verdadera orquídea, como si las 35 mil variedades que existen no fueran verdaderas orquídeas -se ríe. Pero empecé a estudiar, hice distintos recorridos y comprobé que existen mini orquídeas y micro orquídeas que también son hermosísimas".

Así fue cómo trajo algunas y las colocó junto a otras plantas en el vivero. Todos los años florecían a pesar de que ella no les prestaba particular dedicación. "Y eso empezó a llamarme la atención", aseguró.

Cada viaje a Brasil o a Misiones se convirtió en una excusa para traer nuevas variedades e incrementar la colección.

Un día, ocurrió un hecho que incentivó la determinación de destinar un ala del predio para el cultivo exclusivo de orquídeas: un caño se pinchó. Esto ocasionó que en una pared cercana adonde estaban colocadas empezara a haber cada vez más humedad. "Mis orquídeas empezaron a crecer muchísimo, cada vez eran más, ocupaban más lugar y me daban más flores", cuenta.

A su vez, empezó a llegar mucha gente que las coleccionaba y con ellos Orly intercambió experiencias.

El verano pasado visitó Brasil y recorrió varios orquidearios que se dedican a reproducirlas. Aprendió muchos secretos y volvió más entusiasmada que nunca. No había pasado todavía un mes de su regreso cuando el orquideario ya estaba luciendo a pleno en el vivero.

Hoy reúne más de 200 variedades de orquídeas, entre nativas (endémicas del país) y exóticas, que son originarias de Madagascar, Méjico, África y Brasil, entre otros países.

En el orquideario pueden apreciarse además algunos helechos y bromelias, que también son plantas epífitas y comúnmente crecen en el mismo hábitat.

Flores todo el año

Las flores de las orquídeas son bellísimas y sus variedades infinitas. Pero reúnen una característica que las unifica: "Todas, desde la que mide milímetros hasta la de flores más grandes tienen simetría bilateral, es decir, poseen tres pétalos y tres sépalos", informó Orly.

Uno de los pétalos se llama labelo (el que es distinto a los otros). Es la parte más vistosa de la flor, posee más colores y es por donde se realiza la reproducción. Por lo general, son polinizadas por insectos y el labelo cumple la función de atraerlos.

Si bien la mayor floración se da entre los meses de julio y febrero, haciendo una buena selección y programando la colección, se puede conseguir tener flores de orquídeas todo el año. El período de floración es muy elevado, "incluso hay varas de orquídeas que pueden estar hasta tres meses en flor intactas", comentó Orly. La mayoría son perennes, hay muy pocas caducifolias.

Es de destacar que esta planta sigue en evolución activa. Es la especie que más variedades tiene en el reino vegetal, ya que en forma constante se van creando nuevas variedades porque se van hibridando entre sí, tanto en la naturaleza por la acción de los insectos como en los laboratorios por la mano del hombre.

Cada variedad de orquídea tiene un nombre científico. Al principio resulta difícil decirlo pero "es importante aprenderlos", sugirió Orly. "Cuando uno empieza a coleccionarlas tiene una o dos, pero después va sumando cada vez más y se hace necesario conocer a qué género y especie pertenece cada una para reconocer sus características de cultivo, saber si necesitan diferencias de temperatura entre el día y la noche, si pueden recibir una pizquita del sol de la mañana o nunca deben recibirlo, cuándo van a florecer. En definitiva, para conocerlas".

Adiós a los mitos

Algunos mitos rodean el cultivo de orquídeas. Uno es el que las considera como plantas parásitas cuando en realidad no lo son. La mayor cantidad de plantas de orquídeas son epífitas, viven sobre los troncos de los árboles con sus raíces al aire adheridas al tronco pero sin parasitarlo, es decir, no se alimentan de la planta que las hospeda. Viven de la humedad del aire: eso les alcanza para vivir, para hacer todo su ciclo, para florecer y para crecer.

Otro mito es sobre el hábitat en que viven las orquídeas. "Mucha gente -dijo la especialista- piensa que tienen que vivir en invernáculos calefaccionados y cerrados, cuando en realidad es todo lo contrario". Necesitan ambientes húmedos, no recibir sol directo -y si lo reciben el de la mañana o el de la tardecita-, y pequeñas brisas, nunca vientos que sequen el aire totalmente.

Por eso, pueden desarrollarse perfectamente en patios con abundante vegetación, paredes que miran hacia el sur, galerías con enredaderas que doten de media sombra. "El lugar ideal para que vivan son los que no reciben sol directo y tienen humedad elevada. Así que casi cualquier persona que desee tener orquídeas en su casa, puede" aseveró.

Un tercer mito es que son plantas muy caras. Si bien existen algunas de colección que lo son, en nuestro país hay muchas especies nativas de la zona de Misiones, Formosa, Chaco y del noroeste argentino en general, que son más económicas, preciosas y muy fáciles de cultivar en cualquier casa que reúna las mínimas condiciones.

Por eso, para Orly las orquídeas "son un mundo posible" en Santa Fe. "Si bien tienen un crecimiento lento, generan satisfacciones muy grandes, y el tiempo que uno les dedica -que es muy poco- se lo dedica a uno mismo también. Tiene que ver con la introspección: mirar un poco para adentro cuando observamos el crecimiento de nuestras orquídeas".

�Cómo cuidarlas?

Parece que para cultivar orquídeas basta sólo con conocer un secreto y ponerlo en práctica: aportar humedad al ambiente donde están todos los días.

En el orquideario, Orly inunda frecuentemente el piso de ladrillo (material poroso que absorbe más la humedad). Pero en el hogar esto puede resultar más complicado. Por eso aconseja usar un vaporizador sobre el follaje de la planta, sin mojar la flor.

Si están colocadas montadas en un tronquito o en el tronco de algún árbol, directamente se las puede mojar con el agua de la manguera.

Si están cultivadas en macetas se debe llenar un platito con piedritas, ponerle agua y apoyar la orquídea sobre las piedritas pero no sumergirla, de modo que el agua se vaya evaporando y aporte humedad.

Se las debe humectar más en verano que en invierno y cuidarlas lleva muy poco tiempo. La regla de oro es: "Cuanto más humedad hay en el ambiente más crecerán las orquídeas".

Mil y una variedades

  • Existen en todo el mundo más de 35 mil variedades de orquídeas surgidas de la naturaleza. Pero, con intervención de la mano del hombre -producidas en laboratorio- hay unas 108 mil clasificadas, aunque quedan todavía muchas sin clasificar.

  • El 90 % son epífetas. También existen terrestres, es decir, despliegan sus raíces en la tierra. Las que están cultivadas en macetas llevan un sustrato especial que no es tierra, es una mezcla de materiales orgánicos e inorgánicos -puede ser leca, carbón, corteza de árbol, perlita, musgo esfagnum-. Permite que haya aire entre las raíces, le ofrece sustento pero como si estuvieran adheridas al tronco de un árbol, las raíces tienen libertad para crecer y desarrollarse sin asfixiarse ni compactarse en la tierra.
  • La mayor cantidad de orquídeas, y sobre todo las más ornamentales, están concentradas en los trópicos.
  • Lía MasjoanFotos: Flavio Raina