Ante la avanzada política y jurídica contra la gestión obrera, los trabajadores de Cerámica Zanon -radicada en la ciudad de Neuquén- con organizaciones sociales y políticas, se reunieron la pasada semana en dicha ciudad para explicar la situación en que la que se encuentran y acordar medidas de lucha conjunta, en defensa de la clase trabajadora.

Impulsado por el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), en el encuentro se resolvió marchar el 10 de septiembre al juzgado del doctor Germán Páez Castañeda y al Congreso Nacional, para exigir una Ley de Expropiación Nacional definitiva a favor de las empresas-fábricas autogestionadas por los trabajadores.

"La situación actual se vuelve complicada. La provocación y represión en la legislatura porteña donde hay 15 compañeros detenidos, el desalojo violento de los compañeros de Gatic, el ataque al movimiento piquetero y contra los compañeros de las fabricas por parte del gobierno nacional, sumado a que en dos meses comienzan a vencerse los plazos de expropiaciones transitorias, nos pondrá de nuevo en el tapete, con nuevos `aprietes' a las distintas fábricas administradas por sus trabajadores", sintetizó Raúl Godoy, secretario del Sindicato Ceramista de Neuquén y trabajador de Zanon.

En asamblea, los ceramistas resolvieron los siguientes puntos:

En 2001, cuando comenzó la disputa, el directorio de Zanon fue removido por irregularidades y violación de los derechos de los trabajadores. El juzgado dictaminó un cuerpo administrativo y Luis Zanon recibió una condena judicial por lock out ofensivo.

El último intento de desalojo, frenado por 3.000 personas cercando la planta, demostró que la administración nombrada quiere tomar posesión de la fábrica. Por eso, según los propios trabajadores, la cooperativa es adoptada como una forma de evitar la injerencia de la patronal.

Ante la amenaza de desalojo, distintas organizaciones sociales y políticas se ofrecieron a colaborar en la defensa y hacen guardias voluntarias en la planta. Antes del desalojo, los empleados de Luis Zanon eran 331 trabajadores. Cuando se produce el intento de cierre, con telegramas de despidos, 260 obreros instalaron una carpa aledaña a la planta.

Ese grupo de trabajadores logró reactivar la fábrica sin ningún tipo de subsidio. Pagan mensualmente 130.000 pesos de luz y 120.000 pesos en uso de gas. Mantienen la maquinaria, los servicios y aumentaron gradualmente la producción, servicios que anteriormente Luis Zanon tenía subsidiado en un 60. Más allá de tener un convenio de facturación con la Asociación Madres de Plaza de Mayo, al no estar reconocidos legalmente, no tienen facturación, por lo que las compras a terceros, encarecen los costos y además limita la venta. Pese a eso, el mes pasado las ventas ascendieron a 250.000 metros de cerámicos.

Constantemente siguen aumentando los servicios y las comodidades para sus trabajadores, lo que los impulsa a seguir adelante con la política que vienen llevando.

Más allá de la dura lucha a la que se enfrentan día a día los trabajadores ven que la realidad de muchos de sus compañeros se ha mejorado y que sólo el trabajo en conjunto les posibilitará materializar los proyectos compartidos.

En marzo de 2002, y comenzada la primera línea de producción, en asamblea los propios trabajadores acordaron el sueldo que debían tener los trabajadores y coincidieron en que sean 800 pesos.

De esa manera, la franja que ganaba entre 1000 y 1200 pesos redujo su salario hasta dicho valor y los 150 trabajadores que cobraban 530 pesos, aumentaron su monto, equiparando los salarios entre todos los trabajadores.

En el último mes, los empleados al frente de la autogestión implementaron transporte para todos los obreros y desarrollaron un servicio de salud.

Asimismo, bajo la política de estar al servicio de la comunidad, los ceramistas crearon un plan de donaciones, y además están construyendo una sala sanitaria en un barrio neuquino que está circunscrito a la planta de cerámicos.