Paco de Lucía: poeta de la guitarra
"Todo cuanto puede expresarse con las seis cuerdas de la guitarra está en sus manos, que se animan con la emocionante hondura de la sensibilidad y la limpieza de la máxima honradez interpretativa". Con estas palabras, el jurado entregó el premio Príncipe de Asturias de las Artes a Paco de Lucía.

La dimensión universal de su música, que ha trascendido fronteras y estilos, le valió hace pocos días al guitarrista español Paco de Lucía, conseguir el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. El galardón reconoce a "un flamenco innovador, creador como pocos, y a un artista extraordinario", según las palabras del jurado.

La candidatura de Paco de Lucía llegó a las últimas votaciones del jurado junto a las del músico estadounidense Bruce Springsteen, el bailarín francés Maurice Béjart y el compositor británico Andrew Lloyd Webber, entre el medio centenar de propuestas planteadas a la Fundación Príncipe de Asturias, procedentes de 19 países.

Los cantantes Bob Dylan y Chavela Vargas, el director de orquesta italiano Ricardo Muti, la propuesta de "Artistas flamencos para la Humanidad" -en la que se integran Juan Habichuela y Cristina Hoyos, entre otros- y el cineasta Pedro Almodóvar también eran candidatos al Premio que finalmente recayó en el compositor de flamenco por mayoría absoluta.

El propio Paco de Lucía confesó, sin embargo, que no se esperaba la distinción porque el flamenco "no está reconocido, lo que añade valor al galardón. Es un reconocimiento a la cultura de Andalucía, de mi tierra, y sobre todo al flamenco, que es por el que llevo dejándome la piel toda la vida. Es un reconocimiento oficial para una música maltratada", dijo.

"Me siento muy orgulloso del Premio por mi familia, porque mi padre, cuando era pequeño, me compró una guitarra como último recurso para subsistir", contó Paco, y dijo sentirse "muy nervioso en el escenario, pero muy feliz, porque la noticia me pilló en mi tierra".

Considerado uno de los mejores intérpretes de flamenco de todos los tiempos, Paco de Lucía nació en 1947 en Algeciras (Cádiz), de donde provienen otros grandes artistas del flamenco, que son sus amigos, como el ya desaparecido cantaor Camarón de la Isla o la también fallecida Lola Flores.

"Es difícil que uno sea profeta en su tierra y más en la mía, que somos muy especiales y que la gente muchas veces dice: si éste era vecino mío cómo va a tocar la guitarra", agregó este hombre sencillo, tímido, nunca satisfecho al cien por cien, que busca sin cesar gustarse a sí mismo. Por eso dice: "Pienso que aunque me han dado el premio, siempre hay alguien mejor. Y esto no va cambiar nada, sólo voy a viajar más contento".

Paco, de su madre

Francisco Sánchez Gómez, quien cambió su apellido para los escenarios en honor a su madre, Lucía, se caracteriza por su virtuosismo técnico y por una especial sensibilidad interpretativa del flamenco, que le ha otorgado un lugar preferente entre los músicos del mundo entero. A partir de la guitarra flamenca, Paco de Lucía ha profundizado en el repertorio clásico español -de Albéniz a Falla-, en la emoción del bossa nova y el sentimiento del jazz.

Su biógrafo, Juan José Téllez, considera que "Paco de Lucía no sólo supone un antes y un después en el flamenco, sino también en el jazz y a la hora de percibir la música clásica desde otras disciplinas musicales".

Eso significó que el mundo del flamenco salude con entusiasmo la distinción que, según la cantaora Carmen Linares, recae en un artista "innovador y rompedor, pero siempre desde el respeto a la tradición".

El guitarrista gaditano, para quien el flamenco es una de las músicas más importantes del mundo, reconoce que "cada disco supone un compromiso más fuerte al ponerse el listón cada vez más alto. Es un proceso de creación penoso, angustioso. Nunca es satisfactorio".

Para componer se encierra horas y horas de trabajo, últimamente en su casa de la península de Yucatán (México), donde ha vivido unos años, en medio de la selva y a 300 metros del mar, sin nadie. Y es que su personalidad, intimista y parca en palabras, pero rica en ritmos y sonidos, le lleva a huir de la prensa y los fotógrafos, porque no nació para ser protagonista y siente mucha vergüenza ante los honores.

La fama es el precio que paga, dice, por su relación intensa con la guitarra: "Siempre hay que pagar un precio por lo que se tiene y por lo que se es", admite.

Una relación pasional

¿Cómo es la relación de Paco de Lucía con la guitarra? Sin duda difícil, y asentada en el amor-odio de un creador a veces supersticioso, a tenor de sus propias palabras: la guitarra es "desagradecida, me cae mal, no tengo una buena relación con ella", confiesa.

Recientemente se ha instalado en Toledo, donde está "feliz" sin ruidos ni coches, en una casa que ha rehabilitado en el casco antiguo de la ciudad, y que le ha permitido reencontrarse con ese momento mágico de convivencia entre culturas y descubrir la música sefardí, "que está mucho más cerca del flamenco que de la árabe", comentaba a principios de este año en la presentación de su trabajo "Cositas buenas".

Paco dice que su madre ha sido la mujer más importante de su vida, y a ella le dedicó el disco del mismo nombre que editó en 1998, tras ocho años sin pisar un estudio. Se emociona cuando la recuerda, ligada a su infancia en Algeciras, ciudad donde recibió el título de Hijo Predilecto. "Allí aprendí a sentir, viví muchas cosas que me han servido para mi desarrollo como artista y como hombre", explica el guitarrista, quien tuvo como amigo más querido al inconfundible Camarón.

Lejos de las partituras

Desde sus inicios luchó por el reconocimiento del flamenco y, aunque es partidario de mirar al pasado para "saber dónde estamos y por qué estamos", rechaza el purismo extremo.

"En medio de puristas y renovadores", recuerda que en su infancia "ser un guitarrista flamenco era más o menos algo despreciable", un condicionante que no le impidió seguir el camino dictado por su vocación y que revolucionó la manera de concebir la interpretación flamenca.

Quizá por ello, se muestra a favor de las corrientes de los nuevos flamencos, porque "creo que en cierta manera yo he contribuido a que ellos existan".

A ellos, esos jóvenes que lo tienen como un ejemplo hasta en las "tonterías" y por los que siente una "pesada responsabilidad", les pide "personalidad" y aprender solfeo y armonía, porque "yo no sé leer una partitura y nunca tuve disciplina para ir a la escuela".

"Cuando yo era niño no había la libertad que hay ahora para componer. Los nuevos sonidos eran un sacrilegio para los puristas -cuenta-. Ese sentimiento de falso purismo sólo provocaba que se archivase una música que por su propia idiosincrasia está viva".

Amor por la verdad flamenca

Francisco Sánchez Gómez, nombre de Paco de Lucía, nació en Algeciras (Cádiz) el 21 de diciembre de 1947 y fue a los siete años cuando tomó por primera vez una guitarra de mano de su padre, Antonio Sánchez Pecino y, luego, de su hermano mayor, Ramón.

Con 12 años, formó el dúo musical Los Chiquitos de Algeciras, con él a la guitarra, y su hermano Pepe, al cante. Dos años después grabaron su primer disco tras triunfar en un concurso en la ciudad sureña de Jerez de la Frontera, considerada la cuna del flamenco.

Ambos hermanos recorrieron el mundo junto a José Greco, en cuya compañía de ballet, Paco de Lucía estableció contacto con los guitarristas flamencos Sabicas y Mario Escudero, quienes lo animaron a adentrarse en el terreno de la composición.

Por aquellos años, participó en una de las primeras producciones televisivas sobre el género que se hicieron y que se llamó "Flamenco".

Con 17 años, fue contratado para un espectáculo con el que recorrió Europa conocido como "Festival Flamenco Gitano", en el que participaban otras grandes figuras del cante hondo como el ya desaparecido cantaor Camarón de la Isla, Matilde Coral y El Farruco.

Sus primeros discos, que consistieron en dúos de guitarra, los grabó junto a Ricardo Modrego y Ramón de Algeciras. Y fue en 1967 cuando editó su primer solista, "La fabulosa guitarra de Paco de Lucía", al que siguió "Fantasía flamenca".

La consagración definitiva le llegó en 1970, con ocasión del bicentenario de la muerte de Beethoven, celebrado en el Palau de la Música de Barcelona.

Pocos años más tarde, en 1977, se casó con Casilda Varela, unión de la que nacieron Casilda "Sisí", Lucía de la Palma y Francisco "Curro".

Por entonces, el guitarrista español residía en Madrid, donde realizó su primera grabación en directo, fruto de su concierto en el Teatro Real: "Paco en vivo desde el Teatro Real".

Junto a Camarón

Fue en Madrid donde surgió la mítica pareja formada por Paco de Lucía y Camarón de la Isla. El maestro en la guitarra y el amo del cante tenían en común un profundo amor por la verdad flamenca, las mismas portentosas cualidades y la firme voluntad de convertir el arte gitano en una experiencia rabiosamente viva.

Juntos grabaron más de diez discos y se convirtieron en una de las parejas artísticas más importantes del siglo XX.

Con la rumba "Entre dos aguas", en 1973, De Lucía se convirtió en estrella de las listas de éxito, lo que demostraba que su talento con la guitarra atraía no sólo a los apasionados por el flamenco, sino también al público joven.

En 1981, fundó el célebre Sexteto, con el que grabó "Fantasía flamenca", "Recital de guitarra", "El duende flamenco de Paco de Lucía", "Fuente y caudal", "Almoraima", "Sólo quiero caminar", "Paco de Lucía en Moscú" y "Lucía", este último de 1998.

Además, Paco de Lucía ha compuesto e interpretado música para películas como "La Sabina", "The Hit", "Carmen", "Montoyas y Tarantos" y "Sevillanas".

Tras un silencio de cinco años, el guitarrista editó en este 2004, "Cositas buenas", un trabajo alabado por la crítica como "obra maestra".

Sobre su vida y su obra se han publicado cuatro libros, uno de ellos escrito por el propio artista, quien ha recibido, entre otros galardones, el Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes o la Distinción Honorífica de los Premios de la Música.

El artista pasa temporadas en Cancún (México), donde aprovecha para practicar una de sus aficiones, la pesca submarina, y en España se ha instalado en la ciudad de Toledo, en una vieja casona que ha remodelado.

Revolucionario del género

Paco de Lucía es, además de un virtuoso de la guitarra, un renovador del flamenco, al que unió ritmos de jazz o de bossa nova, y situó en las listas de los discos más vendidos.

Respetado por artistas de todos los géneros musicales, sus actuaciones, en las que suelen acompañarle, al cante, sus hermanos Ramón de Algeciras y Pepe de Lucía, están marcadas por un virtuosismo técnico y una especial sensibilidad interpretativa del flamenco.

Tras entrar en contacto con la música brasileña -y más tarde con el jazz-, el lenguaje de Paco de Lucía incorporó elementos nuevos, como los acordes de más de tres notas y ciertos contratiempos rítmicos.

Tal vez sean estos aires renovados en el flamenco los que han hecho que el músico sea considerado un revolucionario en este género.

Con su guitarra, el flamenco ha dialogado con la música clásica de Falla, Rodrigo y Albéniz, y con el jazz de Pedro Iturralde, Chick Corea, John McLaughlin, Al Di Meola o Larry Coryell. Junto a estos tres últimos músicos grabó "Friday night", un disco que consiguió vender más de un millón de copias, una cifra inimaginable para un artista de este género.

Revista NosotrosFuente y fotos: agencia EFE