Buenos Aires.- El Tribunal Oral VIII de esta capital comenzará a juzgar esta semana a los nueve efectivos de la Policía Federal involucrados en la muerte del joven Ezequiel Demonty, quien en setiembre de 2002 murió ahogado al ser obligado a arrojarse al Riachuelo, a la altura del barrio porteño de Pompeya.
La madre de Ezequiel y organismos de derechos humanos ofrecerán mañana martes a las 14 una conferencia de prensa en la Defensoría del Pueblo porteña, Venezuela 842 de esta capital.
La Defensoría explicó que en la rueda de prensa estarán, además de los familiares de la víctima, la defensora del Pueblo, Alicia Pierini, y el defensor adjunto, Gustavo Lesbegueris; Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo y representantes de Amnesty International y de Derechos Humanos de la OEA.
El tribunal que desde el jueves juzgará a los policías -dos oficiales, cuatro suboficiales y tres agentes que integraban la dotación de la comisaría 34 de la Policía Federal- estará integrado por los jueces Hugo Rocha Degreff, Rodolfo Madariaga y Alfredo Sañudo, quienes tratarán de esclarecer la causa caratulada como "privación ilegítima de la libertad seguida de muerte".
Los policías acusados de haber participado del hecho son el oficial inspector Gabriel Alejandro Barrionuevo, el subinspector Gastón Javier Somohano, los sargentos Luis Antonio Gutiérrez y José Luis Martínez, el cabo primero Luis Emilio Funes, el cabo Sandro Esteban Granado y los agentes Jorge Ramón Solís, Maximiliano Gastón Pata y Alfredo Ricardo Fornasari.
Tras la muerte de Demonty, los policías fueron detenidos y alojados en la cárcel de Marcos Paz. El caso que se le adjudica a los efectivos federales fue investigado por la jueza porteña María Cristina Bértola.
El hecho ocurrió el 14 de setiembre de 2002, cuando el joven Demonty fue obligado, junto a dos amigos, a arrojarse a las fétidas aguas del Riachuelo por los policías. Los amigos de Demonty se salvaron al llegar nadando hasta la orilla opuesta, pero Ezequiel murió ahogado.
Personal de la Prefectura Naval, tras una semana de búsqueda, halló el cadáver del chico en la zona indicada por sus amigos. Lesbegueris anticipó que "desde la Defensoría del Pueblo de la ciudad estaremos presentes durante las audiencias acompañando a los familiares de Ezequiel Demonty, con la esperanza de que al final del juicio encuentren algo de la paz que le fuera arrebatada. "Esperamos también que recaiga todo el peso de la ley sobre aquellos que vistiendo el uniforme que la sociedad les confiara para garantizar seguridad fueron capaces de cometer actos aberrantes que agreden la dignidad humana como los que ocasionaron la muerte de Ezequiel", añadió en un comunicado.