Pronostican una conmoción ecológica en el Ártico

El oso polar, una de las especies seriamente amenazadas por el derretimiento de los hielos de los mares. FOTO: AGENCIA REUTERS.. 

La región se calienta dos veces más rápido que el resto del planeta.

Los lapones, los inuit y otros pueblos autóctonos del Ártico se sienten en peligro ante el rápido calentamiento de su región, que consideran una amenaza para la caza, la pesca y sus culturas milenarias.

El Ártico se calienta dos veces más rápidamente que el resto del planeta debido a que el hielo cede cada vez más lugar al agua, que absorbe la energía solar en lugar de reflejarla. Las placas de hielo flotantes podrían desaparecer totalmente durante los veranos para fines de este siglo, advierten los especialistas.

A partir de 2010, el calentamiento de la atmósfera provocará conmociones de tal magnitud que podrían fundir los hielos del Ártico en verano, modificando su biodiversidad y colocando en peligro la supervivencia de ciertas especies.

El oso polar es la primera víctima anunciada de la retirada de los hielos y su especie está amenazada de extinción para fines de este siglo, advirtieron los científicos especialistas del Ártico reunidos esta semana en Reykjavik.

"El oso polar es la especie cuya suerte será la más horrible si desaparecen los hielos de los mares", advirtió Harald Loeng, un científico que trabaja en el Instituto de Investigación Marítima de Bergen (Noruega).

"Nuestros pueblos no se limitan a sobrevivir en el hielo, allí prosperan", explicó a la AFP Sheila Watt-Cloutier, presidente de la Conferencia Circunpolar de los Inuits (ICC). "El Ártico no es como el resto del mundo donde, cuando hay algunos grados más, usted piensa que es maravilloso. Nosotros queremos que haga frío", destacó.

Las temperaturas bajas son fundamentales para la caza y la pesca, dos actividades vitales para sus sociedades. Pero debido a los cambios climáticos, los hielos aparecen cada vez más tarde y se retiran más rápidamente que antes, acortando la temporada de caza.

UN PROCESO IRREVERSIBLE

Como el Ártico se calienta dos veces más rápidamente que el resto del planeta, sus hielos podrían fundirse totalmente en período estival hacia el año 2100, reveló un Estudio sobre el Impacto del Clima en el Ártico (Acia), publicado en el marco de este simposio en Reykjavik.

Este proceso parece ineluctable a los investigadores a menos que se logre una reducción masiva de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases con efecto invernadero.

También podrían desaparecer otras especies que dependen de los hielos, como la foca anillada, la foca barbuda y el pájaro bobo enano.

Bajo el efecto del calentamiento, los bosques del sur hacen retroceder a la tundra, una gran superficie caracterizada por una vegetación escasa, más al norte, y la tundra, a su vez, se extiende sobre el desierto ártico.

Esta evolución vegetal obliga a las especies animales -el caribú, el zorro ártico, el ratón campestre, la perdiz de las nieves, los insectos- a emigrar al sur.

"Nosotros esperamos que la biodiversidad aumente. Pero las especies que están muy bien adaptadas a un medio ártico son vulnerables", advirtió Callaghan.

Si bien no todas las especies árticas están condenadas, la forma de vida de muchas de ellas cambiará radicalmente al aparecer otras competidoras, así como la interacción entre los animales.

Los cambios climáticos de la región afectarán también a los ciclos y las rutas de los pájaros migratorios, obligados a volar distancias mucho mayores.

Los cambios en los hábitos migratorios de la golondrina ártica, que pasa el verano en Escandinavia, también tendrán un impacto sobre el ecosistema a miles de kilómetros de distancia, en las regiones australes donde este pájaro pasa el invierno.

"Hay cientos de miles de especies árticas y nosotros quizás no las conocemos a todas", afirma Michael Usher, profesor de Estudios sobre el Medio Ambiente en la Universidad de Stirling (Escocia).

CAMBIOS DRÁSTICOS

Este año, en el norte de Groenlandia, los cazadores tuvieron que matar a los perros de trineos porque no podían alimentarlos a causa del atraso en la formación de los hielos sobre los cuales buscan focas, osos polares o morsas.

"Eso es dramático. Los perros son la propiedad más valiosa de los cazadores", afirma Lena Kiel Holm, una inuit de Groenlandia.

En Alaska y el Gran Norte canadiense, los pueblos autóctonos mueren ahogados porque los hielos, cada vez más delgados, ceden bajo sus pies, o porque son arrastrados al franquear ríos que se convierten en torrentes cuando se funden los glaciares.

Frente a los bruscos cambios meteorológicos, el cazador tiene dificultades para prever las tormentas y construir un iglú protector.

En el norte de Europa, los criadores de renos lapones constatan que sus animales, que normalmente pueden comer el liquen cavando bajo la nieve, encuentran capas de hielo que se forman debido a las lluvias que caen cuando aumenta la temperatura.

También existe un problema social. "Los conocimientos de los ancianos ya no sirven. Eso mina su posición de sabios en la sociedad", señaló Jan Idar Solbakken, un representante del Consejo sami (lapón).

A menos que se logre una reducción masiva de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de los gases con efecto invernadero, el futuro de las civilizaciones autóctonas parece sombrío. (AFP).