El asesino de Romina es un experto del cuchillo
Buscan en el entorno cercano de la víctima. Apuntan a un conocedor de la anatomía humana o a un experimentado en la faena de animales.

Buenos Aires.- Los investigadores del crimen de Romina Soto, la niña de 11 años ahorcada, degollada, apuñalada y mutilada hace dos semanas en su casa de la localidad bonaerense de Llavallol, creen que el asesino es "un experto del cuchillo", y una línea investigativa lo busca dentro del propio entorno de la víctima, informaron fuentes del caso.

La hipótesis está avalada en dos datos concretos: la precisión con la que el homicida le extirpó la vagina y que, al no haber sido violentados los accesos de la casa, Romina, que era una chica desconfiada, tuvo que abrirle la puerta a alguien que conocía.

Los investigadores además cuentan con dos identikits, uno dudoso porque fue hecho en base a un anónimo y otro elaborado a partir de dos testigos -una mujer y un vecino que cortaba el pasto- que el día del hecho vieron correr por la vereda de enfrente de la casa de los Soto a un hombre.

Sin embargo, las fuentes aclararon que ninguno de los dos testigos lo vio ni ensangrentado, ni saliendo de la vivienda donde se produjo el crimen, por lo que en definitiva es sólo un indicio y nada indica que ese hombre que pasó corriendo esté vinculado con el homicidio.

El caso es investigado por el fiscal de Lomas de Zamora Nicolás Vitturi, quien ordenó que la causa sea manejada a nivel policial por la Dirección de Investigaciones Complejas y Narcocriminalidad y la comisaría de Llavallol.

Caso complejo

Las fuentes aseguraron que hay varias líneas investigativas. "Es un caso complejo, un crimen distinto. No hay antecedentes de algo similar, el móvil no está claro, el asesino no dejó muchos rastros y no hay testigos contundentes", dijo a Télam una fuente de la investigación.

Una de las líneas apunta a alguien conocido de la víctima, porque, según contaron sus padres, Romina era desconfiada y sabía que los martes y viernes -día de la semana en que ocurrió el hecho-, cuando al mediodía se quedaba sola en la casa no debía abrirle a nadie la puerta, la que no fue violentada.

Dos investigadores del caso además coincidieron en que el asesino es un "experto del cuchillo" por la precisión de los cortes que hizo para extirparle la vagina, y en ese sentido, apuntan a un conocedor de la anatomía humana o a un experimentado en la faena de animales.

"Plantó pruebas"

Las fuentes revelaron que, incluso, con la intención de despistar a los investigadores, el homicida "plantó" un cuchillo tipo "tramontina" de hoja dentada de la casa manchado con sangre al lado del cadáver, pero la autopsia reveló que los cortes para extirpar la vagina se realizaron con otro tipo de arma blanca con filo plano, que no descartan sea un bisturí.

La autopsia aclaró que la niña primero fue ahorcada con el cable de un velador y, ya muerta, el asesino la degolló, le aplicó 27 puñaladas y le seccionó y se llevó consigo la vagina y las primeras falanges de los diez dedos de sus manos.

Si bien no se hallaron rastros de semen en la víctima ni en el dormitorio donde apareció el cadáver, los pesquisas no descartan que, en el caso de haberla violado, el asesino le haya extirpado la vagina para que no encuentren su esperma.

En esa línea investigativa, sospechan que pudo haberle cortado las falanges donde están las uñas para que, si la nena llegó a rasguñarlo, no aparezcan rastros de su piel con los que se pueda determinar el ADN del homicida.

Los voceros indicaron que, si bien no fue desechada, perdió fuerza la hipótesis que tenía como sospechoso a un violador que hace poco recuperó la libertad y vive en el barrio.

El ajuste se cae

Respecto de las primeras sospechas policiales que apuntaban a un "ajuste" ligado al narcotráfico, las fuentes indicaron que ni Porfirio Soto ni Petrona García, los padres, tienen antecedentes por droga.

"Esos rumores están en boca de los vecinos hace años simplemente por la casa y buena posición económica de la familia que se dedica al comercio", dijo un investigador.

No obstante, se tiene en cuenta que además de asesinar a Romina, quien entró a la casa revolvió todos los ambientes e incluso despedazó cuatro osos de peluche, en búsqueda de algo. Las fuentes dijeron que la familia admitió que faltó dinero, aunque una suma de menor importancia.

Los pesquisas tienen depositadas las esperanzas en eventuales testigos que hasta ahora no se hayan animado a presentarse y por eso pidieron que quien pueda aportar datos lo haga a la policía o ante la propia fiscalía que investiga, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lomas de Zamora.

Hasta ahora sólo cuentan con un par de huellas y pelos recogidos en la escena del crimen que sospechan pueden ser del homicida.

Romina Soto, de 11 años, fue encontrada brutalmente asesinada y mutilada el 4 de este mes, por su madre, en un dormitorio del primer piso de su casa de Rauch 912 de Llavallol, en el partido de Lomas de Zamora.

La niña era la menor de las tres hijas de un matrimonio de inmigrantes bolivianos que tienen en Llavallol una verdulería y un negocio de "Todo por dos pesos". (Télam).