Navidad 2004: De compras por el mundo

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Desde Asia, con un pueblo en honor a Santa Claus, hasta la majestuosidad del Rockefeller Center en Nueva York y el contagioso espíritu de adviento de los nevados alpinos, muchos son los mercados navideños que engalanan estas fechas en el mundo.

Hong Kong espera atraer para esta Navidad 2004, al menos 2,4 millones de turistas durante estas fiestas de fin de año. Con la original idea de un pueblo navideño, llamado "Santa Town", que tal vez para algunos pueda caer en lo estridente, los hongkoneses han logrado crear una verdadera ciudad navideña con mercados, iglesia, un deslumbrante árbol de más de 100 metros de altitud, un romántico boulevard, una oficina de correo e, incluso, espectáculos de música y juegos de luces láser.

El de Hong Kong es, entonces, uno de los más exóticos mercados navideños del mundo. Tiene lugar entre el 26 de noviembre al 2 de enero, en el marco de la Fiesta de Invierno, que es el nuevo foco de las celebraciones en el mundo asiático.

Para los ciudadanos del mundo que tengan frenesí por comprar artículos navideños, los que se lleguen a la ciudad china estarán en el sitio indicado. Muchos negocios y restaurantes ofrecerán rebajas y menúes de Navidad.

Para este año, la Comisión de Turismo de Hong Kong, transformará el distrito comercial Statue Square "en un pueblo de Santa Claus al estilo nórdico", señalaron sus representantes.

Los seductores elementos navideños que ofrecerá "Santa Town" pretenden brindar una atmósfera cálida y una experiencia inolvidable a quien visite este pueblo, lleno de luces navideñas con bellas formas y dibujos. El tema de este año será "el amor", punto central de la celebración natalicia en todo el mundo.

Glamour desde Nueva York

Una enorme estrella de cristal de la firma austríaca Swarovski coronará este año, la 72 ceremonia de iluminación del impresionante árbol de Navidad del Rockefeller Center en Nueva York, uno de los símbolos de la ciudad de los rascacielos, que ostenta el más famoso árbol navideño en el mundo.

Encantadores y glamorosos artículos esperan a los visitantes en un total de 19 edificios comerciales, que forman parte de este corazón del "shopping" de Nueva York y cuya vista por fuera con el hermoso árbol y sus habituales patinadores sobre hielo, es el deleite de todo quien quiera contagiarse del espíritu de la Navidad.

Para clásicos y románticos

La nieve es, para muchos, un ingrediente que no puede faltar en esta fiesta de paz y amor, en recuerdo del natalicio del niño Dios. En la etapa pre-navideña, miles de peregrinos llegan a la Basílica de Mariazell, en la baja Austria, no sólo para rezar, sino atraídos por el espíritu clásico y romántico de su mercado de adviento o, como se denomina en alemán, "Christkindlmarkt" (Mercados del Niño Jesús) y que se instala frente al famoso templo de peregrinación en honor a la Virgen María.

Enormes coronas navideñas, hermosos trabajos hechos a mano -muchos de ellos procedentes de las montañas alpinas de toda Austria-, así como un nacimiento en vivo con buey y asno en un pesebre, figuran en primer plano. También son ofrecidos exquisitos manjares de la región y excelentes licores.

Llama la atención una casa de cinco metros hecha realmente de pan de especias y miel, llamado en alemán "lebkuchen", y cuya elaboración es tradicional en la época navideña.

En resumen, adviento con espíritu clásico, charlas y rezos que invitan a la reflexión sobre tan importante fecha en el mundo del cristianismo, pero en la que no faltan los cantos y la música sublime de artistas de este país centroeuropeo cuya capital, Viena, es considerada como una de las grandes urbes musicales.

El adviento en estas tierras es una experiencia inigualable, como en los viejos tiempos, en los que no abundaba la estridencia de las luces multicolores y la modernidad de los grandes centros de compra navideña.

2500 mercados

En Alemania hay mercados de Navidad como abetos en cantidad. Al menos 160 millones de personas visitan los alrededor de 2.500 mercados navideños que se instalan en las diversas ciudades germanas.

El origen de estos mercados tradicionales tuvo lugar por el año 1434 en Dresden, pero hoy se han convertido en un factor económico importante entre el Mar del Norte y la frontera con los Alpes.

Se calcula que el gasto promedio por visitante bordea los 31,14 de euros, mientras que el volumen de ganancias alcanza alrededor de 4,85 billones de euros, según la Oficina Central Alemana de Turismo.

Cultura y ambiente festivo y comercial se mezclan en estos mercados, en los que ciudadanos de distintos puntos del planeta se dan un paseíto para encontrar curiosos artículos decorativos, juguetes navideños o, incluso, para entretener la vista con tantas delicadezas, ya que los tiempos actuales obligan a ajustar los bolsillos.

De ello hablan las cifras. Un 57,5 por ciento de los visitantes va a los "Christkindlmaerkte" para tomar y comer, mientras que casi 35 por ciento va para comprar, y un 15,5 por ciento para encontrarse con amigos y familiares.

Londres y la tradición

Negocios con hermosas decoraciones alegran las calles de Londres, especialmente Oxford y Regent Street, que se llenan de vida con miles de compradores, músicos de la calle o alguno que otro vendedor de nueces, bajo resplandecientes y multicolores luces navideñas.

Las tiendas, como en cualquier lugar del planeta, están llenas de regalos, preciosos ornamentos y típicos manjares, aunque el real espíritu de la Navidad lo lleve la gente en sus corazones.

Diana Mendoza de Hammer