Beit Lahya. - Soldados israelíes mataron hoy a siete palestinos, uno de ellos un niño, con disparos de obuses de tanque en Beit Lahya, en el norte de la Franja de Gaza, según fuentes médicas y de seguridad palestinas.
El balance anterior hablaba de ocho muertos.
Los obuses fueron disparados contra una granja desde donde unos activistas palestinos acababan de disparar cohetes contra objetivos israelíes, según varios testigos.
Entre los muertos figura un niño de 11 años de edad y cinco adolescentes, tres de 16 años y dos de 17. La identidad de la séptima víctima se desconoce.
Otros 13 palestinos, entre ellos numerosos niños, resultaron heridos, y cuatro de ellos se encuentran en estado grave, afirmó el médico Said Judah, subdirector del hospital Kamal Edwan en Beit Lahya.
Algunas viviendas palestinas situadas cerca de la granja desde donde se dispararon los cohetes fueron dañadas por los obuses, precisaron los testigos.
Fuentes militares israelíes afirmaron por su parte que un obús de mortero palestino cayó en la zona industrial de Erez, en la entrada de la Franja de Gaza, e hirió a un israelí.
La radio militar israelí informó de la caída de un cohete palestino cerca de un ómnibus israelí en una carretera que lleva a la colonia judía de Nissanit, en el norte de la Franja de Gaza, e igualmente de un herido.
Un portavoz militar israelí, el capitán Yishai David, afirmó que "se dispararon cuatro obuses de mortero, tres contra la zona industrial de Erez y uno cerca de un ómnibus escolar".
Según este portavoz, una fuerza del ejército israelí localizó en Beit Lahya a "un grupo de seis a ocho terroristas y disparó contra ellos".
Estas nuevas víctimas hacen llegar a 4.668 los muertos desde que comenzó la Intifada en setiembre de 2000, de los cuales 3.623 palestinos y 970 israelíes.
La muerte de estos siete palestinos ha puesto al candidato presidencial de Al Fatah, Mahmud Abas (Abu Mazen) entre la espada y la pared.
Por un lado, Israel y Estados Unidos, que lo respaldan como candidato para suceder a Yasser Arafat, le recuerdan que "debe ser pragmático" y aplacar a las facciones de la resistencia armada, y éstas, a su vez, le acusan de "traición" por criticarlas.
"Rezamos por las almas de los mártires caídos bajo el fuego del enemigo sionista", declaró Abu Mazen, en un mitin electoral en el campo de refugiados de Jan Iunes, en Gaza meridional, al trascender la muerte de los ocho palestinos en el pueblo de Beit Layha.
A cinco días de las elecciones del próximo domingo, Abu Mazen, casi seguro sucesor de Arafat al frente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), está en una encrucijada, y enfrentado con las siete facciones de la resistencia armada contra la ocupación israelí, que lo acusaban anoche en Gaza de "clavarles un puñal por la espalda" pues criticó como "inútiles y perjudiciales" sus operaciones.
Los milicianos, que hace unos días lo llevaban en andas al tiempo que efectuaban disparos al aire y le juraban lealtad "a sangre y fuego" en mitines celebrados en la ciudad de Jenín, y este último fin de semana en localidades de Gaza, le exigieron que se retractara.
"No me retracto pues son ataques inútiles que no consiguen más que destrucción para los palestinos", afirmó Abu Mazen, en alusión a las reacciones del ejército israelí, como la de hoy en Beit Lahya, en represalia por el disparo esta mañana de cinco cohetes Al Qasam contra la ciudad israelí de Sderot, y cuatro proyectiles de mortero contra un asentamiento en el que resultaron heridos tres israelíes. (AFP-EFE)