Los programas de calidad del aire tienden a evitar un deterioro de los niveles actuales de la atmósfera urbana y suburbana contribuyendo a mantener el flujo productivo de la región.

El objetivo permanente es aproximarnos de modo continuo y sistemático al desarrollo sustentable, entendido como un marco armónico que surgió como "aquel que asegura la satisfacción de las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades". El origen del término proviene de la necesidad de compatibilizar desarrollo con protección del ambiente; una ecuación que hoy resulta el eje de la gestión ambiental y que significa trabajar por la calidad de vida de la comunidad.

La administración de la calidad del aire requiere el cumplimiento de diferentes etapas.

Primero se requiere una evaluación de los criterios de salud ambiental, con el fin de elevar la calidad de vida, estableciendo los niveles guía y las normas de calidad del aire.

Luego es necesaria la institución de normas para la emisión de contaminantes de fuentes específicas como son por ejemplo las fundiciones, industrias químicas, aceiteras, etc.

Hay que hacer una valoración y un seguimiento de los planes de gestión ambiental, de las actividades que impactan en la naturaleza del aire auditando los planes de muestreo del recurso, evaluando la eficiencia de los equipos de control de gases y partículas contaminantes, entre otras actividades;

Para ello se debe implementar y ejecutar los sistemas de regulación y control de las fuentes mediante la inspección de las empresas potencialmente contaminantes.

Y finalmente, es necesario elaborar y realizar un Programa de Calidad del Aire regionalizado, con la participación de municipios y comunas, para ponderar el aporte de cada establecimiento al nivel de calidad de aire urbano.

La Dirección General de Gestión Ambiental y la Dirección General Zona Sur de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable realizaron observaciones de campo y reuniones de trabajo con la División Medio Ambiente de la Municipalidad de San Lorenzo, que permitieron avanzar en algunos aspectos de la problemática.

Se realizó un inventario de las fuentes contaminantes fijas (industrias, talleres) y móviles (vehículos). Se hizo un registro de los contaminantes críticos en la región y en la ciudad, entre ellos: dióxido de azufre, sulfuro de hidrógeno, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, material particulado en suspensión total, PM10 (partículas con menos de 10 micrómetros de diámetro aerodinámico) y compuestos orgánicos volátiles producidos por algunas industrias químicas (hidrocarburos, formaldehídos). Se evaluaron las condiciones operativas estacionales y los proyectos de ampliación de las fuentes fijas de la ciudad. Se procedió a proyectar una red de sitios de muestreo, que permitirá registrar datos de niveles de contaminación de fondo de PM10, de acuerdo a las condiciones meteorológicas de la región, las distancias a las fuentes potenciales que pudieran generar contaminantes y las perturbaciones transitorias como fuentes ocasionales de contaminación.

Las actividades incluyeron también una estimación del flujo horario de fuentes móviles en las principales arterias de la ciudad y el diseño de un plan de monitoreo para ponderar el comportamiento de dos contaminantes fundamentales o criterio, uno primario (dióxido de azufre) y otro secundario (dióxido de nitrógeno).

En forma simultánea se han realizado auditorías, inspecciones y controles de los establecimientos ubicados en la ciudad y zona de influencia, con la participación de la Dirección General de Desarrollo Sustentable y de los organismos antes mencionados, con el fin de evaluar integralmente la problemática ambiental, requerir obras y cambios operativos en el marco de la legislación ambiental vigente en la provincia.

La integración y la articulación de las herramientas precedentes, permitió elaborar un Programa de Calidad del Aire de la Ciudad de San Lorenzo con diferentes etapas de desarrollo. En la primera, las actividades incluyeron: monitoreo de material particulado en suspensión (PM 10) en 30 puntos de la ciudad y región; muestro y determinaciones analíticas de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno en 5 sitios, con la asistencia instrumental de la Facultad Católica de Química e Ingeniería-UCA-Rosario; y determinación del flujo vehicular en las vías de acceso y calles principales de la ciudad.

A fines de diciembre de 2004, se realizó una reunión en la localidad de San Lorenzo con el objeto de presentar un informe de avance de este proyecto. En la misma participaron el secretario de Medio Ambiente de la provincia, Marcelo Terenzio; la intendenta de la ciudad Mónica De La Quintana; otras autoridades provinciales y municipales, profesionales de esta cartera y fuerzas vivas locales.