Finalizó la temporada regular del golf santafesino y el balance, altamente positivo, deja una sensación de tranquilidad si se tiene en cuenta que la disciplina ha tenido una notable repercusión en la región.

A la cabeza como es una costumbre, El Paso. Una institución que le dedica un tiempo especial al golf. Lo materializa y lo justifica con excelentes campeonatos locales y nacionales, con proyecciones más que interesantes a nivel internacional.

Los contactos, la cantidad de adeptos y la convocatoria masiva, hacen de El Paso, un pilar para que la actividad golfística marque un rumbo. Durante el 2004, superó la barrera de los 25 torneos oficiales, marcando un nuevo récord en los últimos años a nivel zonal. Además, cabe señalar la interesante actividad con los más pequeños, futuros profesionales del mañana.

En cuanto a lo deportivo, entre Mariano Diego, Pablo Bude y Alex Castelví, los resultados lo han acompañado notablemente y la obtención de torneos muy importantes. Luego, un grupo de jugadores que alternaron buenas y malas, hizo de una competencia interesante. Más allá de esto, las sorpresas no faltaron y hubo varias en este 2004 que se nos fue.

El acompañamiento de los sponsor es otro pilar fundamental para sostener la actividad y ofrecer un distintivo para aquellos aficionados al palo. El Paso ha reunido una gran cantidad y se vio reflejado en cada convocatoria.

Sobre el estado y mantenimiento de la cancha, no quedan dudas que se trabaja en forma tenaz y los resultados están a la vista: una de las mejores canchas del país.

El Jockey arrancó para estar medianamente a la altura de las circunstancias y las necesidades de los socios. Con el paso del tiempo, costó la organización de algunos torneos, pese a ello, tuvieron una grata presencia de profesionales.

El Jockey presentó un campo excelente, que a pesar de los embates del tiempo, superó todo tipo de escollos y gracias a un trabajo importante, se ganó un puntito más para quienes miran desde el interior.

Su participación en la Federación fue clave para entablar nuevas relaciones en el ámbito golfístico. Se obtuvieron importantes logros en materia dirigencial que ojalá dé sus frutos.

Con los contratiempos, y en esto hay que ser sinceros, la falta de tiempo para poder dedicarle un sitio al golf, Los Molinos promete sortear la historia y este año ser uno de los actores importantes en el plano local.

En buena hora, las intenciones apuntadas hacia arriba, son una muestra fiel no sólo para reconocer el trabajo del resto, sino que se deben utilizar como buen ejemplo para pensar en grande.

Con la inclusión de nuevos socios, el objetivo de Los Molinos y de una parte mayoritaria de su comisión, es repuntar en materia de torneos y ser protagonista en 2005.