Viejas historias de la familia real inglesa con el nazismo

El 23 de octubre de 1937, el duque de Windsor y su esposa Wallis Simpson saludaron al canciller alemán Adolf Hitler. FOTO: AGENCIA EFE.. 

El uniforme nazi que vistió el príncipe Enrique en una fiesta de disfraces, que ha sumido en el estupor a Gran Bretaña y causado indignación en todo el mundo, ha resucitado viejas historias y "veleidades" de la familia real con el nazismo.

A pocos días de las conmemoraciones del 60 aniversario de la liberación de Auschwitz, en Polonia, donde murieron más de un millón de personas consideradas indeseables por los nazis -en su mayoría judíos, pero también homosexuales y gitanos- habría sido preferible que esas viejas historias siguieran dormidas.

Entre los fantamas que planean sobre la familia real británica, y que han vuelto a resurgir con este incidente, figura el tío bisabuelo del príncipe Enrique, el ex rey Eduardo VIII, que fue partidario de Hitler.

Fascinado por el nazismo, Eduardo fue coronado en enero de 1936, y abdicó en diciembre de ese mismo año, supuestamente por amor a una mujer, la divorciada multimillonaria estadounidense Wallis Simpson.

Según el historiador Davidad Cannadine, citado el viernes por el diario The Independent, las simpatías políticas de Eduardo, mientras estuvo en el trono, "eran decididamente proalemanas, y quizá pronazis", como las de muchos aristócratas ingleses, que veían en Hitler una muralla contra el comunismo.

Tras abdicar del trono, el duque de Windsor viajó a Berlín, expresando su admiración por lo que veía en Alemania. Y para cerrar ese capítulo con broche de oro, Eduardo se tomó, junto con Wallis Simpson, una fotografía dándose un apretón de manos con Hitler, ante quien al parecer hizo el saludo nazi.

Eso llevó a que la versión alemana del Financial Times evocara este fin de semana a este pariente del príncipe Enrique.

"Hasta ahora, Eduardo VIII pasaba por ser el más tonto de la familia" real británica, escribió el diario mientras otros periódicos alemanes volvieron también a sacar a la superficie ese episodio.

"A los ingleses les gusta divertirse con los nazis", escribió el diario Tagesspiegel, mientras otros diarios señalaban que en Alemania Enrique habría terminado en la cárcel por enarbolar símbolos nazis.

TRISTES EVOCACIONES

La prensa británica ha evocado también, tras el incidente del disfraz, las sospechas que tenía la CIA de que Wallis Simpson era amante del que era entonces el embajador de Hitler en Londres, Joachim von Ribbentrop, que luego fue ministro de Relaciones Exteriores del nazismo.

Algunos diarios también han vuelto a resucitar la época en la que el ex monarca, siempre acompañado por Wallis, ocupó el cargo de gobernador de Bahamas, desde donde habría espiado para los nazis.

Según documentos desclasificados el año pasado, Hitler pensaba devolver esos favores después de ganar la guerra, instaurando al ex rey en el trono británico.

Además, otro miembro de la familia real, el barón Gunther von Reibnitzel, padre de una prima de Enrique, era miembro del partido nazi, recordó la prensa, resucitando historias que, especialmente en momentos como el actual, a la familia real le gustaría que permanecieran sepultadas.(AFP)

Disculpas

El príncipe Enrique se disculpará personalmente ante el rabino jefe en el Reino Unido, Jonathan Sacks, por acudir a una fiesta con un disfraz de nazi, informa hoy The Times.

Tras la presión recibida desde múltiples sectores, incluidos líderes políticos y la prensa, el tercer heredero en la sucesión de la corona ha decidido solicitar una entrevista privada con el rabino jefe para pedirle perdón por su acción.

La publicación de la fotografía del príncipe con el uniforme nazi del desierto y la esvástica causó indignación, tanto dentro como fuera del país, y eran muchos los que le pedían que se disculpara "de verdad".

Hasta ahora, Enrique se había limitado a emitir un comunicado en el que reconocía que el disfraz "fue una mala elección" y pedía perdón.

Fuentes de la Casa Real citadas por The Times, aseguraron que el príncipe "ha aprendido la lección y sabe que hizo algo estúpido".

Su padre, el príncipe de Gales, se negó el viernes a pronunciarse públicamente acerca del comportamiento de su hijo, pero en privado se ha mostrado "sorprendido" por su elección de llevar el traje nazi, según la prensa.

Como castigo, el príncipe Carlos podría enviar a su hijo a visitar Auschwitz, donde a finales de mes se conmemorará el 60 aniversario de la liberación de ese campo de concentración nazi. (EFE).

Ana María Echeverría