Paraná.- Seis integrantes de una familia de la localidad entrerriana de Nogoyá están desaparecidos desde hace tres años y anoche se hizo una marcha para exigir el esclarecimiento del caso.
La movilización se hizo para pedir por la aparición con vida de los integrantes de la familia Gill, quienes desaparecieron hace tres años en un paraje de Nogoyá, 100 kilómetros al este de la capital entrerriana.
En la protesta, organizada por una comisión de Derechos Humanos y vecinos autoconvocados de Nogoyá, se reclamó que el caso no quede impune y se acelere la investigación de la causa caratulada como "averiguación de paradero".
Los manifestantes entregaron en la mesa de entradas de los tribunales de Nogoyá, un documento dirigido al juez Sebastián Gallino, que entiende en la causa, para que acelere la investigación.
En el escrito, los manifestantes pidieron también que el gobernador Jorge Busti gestione la oferta de una recompensa para quien pueda aportar datos sobre el paradero de los Gill.
El matrimonio Gill y sus cuatro hijos desaparecieron el 14 de enero de 2002 en Entre Ríos, y se teme que todos hayan sido víctima de un asesinato múltiple.
El extraño caso se registró en Crucecitas Séptima, en una zona de espesos montes del departamento Nogoyá, y se conoció como consecuencia de la denuncia pública formulada por los hermanos del padre de familia desaparecido.
Lo llamativo del caso es que la familia desapareció pero en la casa quedó encendido el televisor, la luz, mientras que la puerta y ventanas de la vivienda quedaron totalmente abiertas.
Los desaparecidos son Rubén Jesús Gill, apodado "Mencho", de 56 años; su esposa, Margarita Norma Gallegos, de 26, y sus hijos María Ofelia, de 12, Osvaldo José, de 9; Sofía Margarita, de 6, y Carlos Daniel, de 4.
Gill se desempeñaba como peón de campo en el establecimiento "La Candelaria", propiedad del estanciero Alfonso Goette, quien vive en Seguí. (Télam).