El testimonio de la fallecida princesa Diana de Gales sobre su terrible lucha contra la bulimia ha ayudado a miles de mujeres que padecen esta enfermedad a afrontar su problema y buscar tratamiento.
Esta es la conclusión de un estudio del Instituto de Psiquiatría de Londres que atribuye al llamado "efecto Diana" el incremento de casos de bulimia diagnosticados en la década de los noventa.
Lady Di confesó en "Diana: su verdadera historia", el controvertido libro que Andrew Morton escribió en 1992, que padecía bulimia desde antes de casarse en 1981 y que, pese a sus intentos por superar la enfermedad, aún sufría sus consecuencias, consigna la agencia EFE.
Tras la publicación de ese libro, el número de casos de bulimia por cada 100.000 mujeres, de edades comprendidas entre los 10 y 39 años, pasó de 25 en 1990 a 60 en 1996.
"La identificación con la batalla contra la bulimia de un personaje público ha podido empujar a las mujeres a buscar ayuda por primera vez", señala el estudio.
El informe de los psiquiatras londinenses también indica que en coincidencia con la muerte de la princesa, en 1997, el número de casos de bulimia comienza a descender a causa del éxito de los tratamientos emprendidos pocos años antes.
Steve Bloomfield, de la Asociación de trastornos nutritivos, asegura en el diario The Times que lady Di superó su enfermedad poco antes de morir y su recuperación se convirtió en el ejemplo de muchas mujeres que tenían dificultades para pedir ayuda.
Bloomfield reconoció el mérito de Diana ya que "la bulimia suele ser una enfermedad secreta" y la confesión de la princesa, que tenía "gran influencia" sobre la gente, ayudó a muchas personas con el mismo problema.