San Expedito: milagros al toque
| |
Natalia Pandolfo
Es el santo de moda. Todos los 19, cinco mil almas van a pedirle cosas. Los testimonios sobre la efectividad de Expedito para resolver asuntos son impresionantes; los comentarios saltan de boca en boca y hoy la suya es una de las imágenes más veneradas en la ciudad.
El expeditivo santo fue un soldado romano que vivió en el siglo IV. Casi dos mil años después, en Santa Fe, tiene su altar en la iglesia Sagrado Corazón, en 4 de Enero 2452.
Dice la historia que Expedito era el comandante de una legión de soldados que un día decidió convertirse al cristianismo. En ese momento, se le apareció un cuervo, símbolo del Mal, y le dijo las palabras: Cras, cras, cras (mañana, en latín). La interpretación es que lo intentaba persuadir de que dejara su decisión para después. Pero el soldado aplastó al cuervo con su pie mientras exclamaba Hodie (hoy). El 19 de abril de 303, por orden del Emperador Diocleciano, fue sacrificado en Armenia.
Por esta historia Expedito es identificado como el santo que atiende los casos urgentes. Y la gente asegura que cumple.
La imagen llegó a Santa Fe desde Brasil, de la mano de monseñor Edgardo Storni. Fue la madre del ex arzobispo una de las fervientes impulsoras de la importación de la pieza, tallada en madera. Inclusive ella misma, junto a otros devotos, entronizó a Expedito en su sitio actual.
En realidad, la adoración al santo en la ciudad se remonta a 1907, pero se limita a un grupo de fieles. Recién a partir del arribo de la imagen, hace pocos años, es que la devoción a Expedito empieza a tomar color. El pincel: los testimonios que dan cuenta de verdaderos milagros.
"Recibimos muchos casos de gente que vino desesperada y encontró solución a sus problemas. Hay bebés que estaban enfermos y se han recuperado milagrosamente. Tenemos personas de Entre Ríos que estaban deshauciadas; sus familiares vinieron, rezaron la oración y, en cuestión de horas, se han curado. Hombres que necesitaban trabajo y enseguida consiguieron...", enumera el padre José Luis Ayala. Desde hace dos años es el párroco de Sagrado Corazón y asegura que, "como dice la gente, el santito es muy cumplidor...".
Las placas que rodean a la imagen de Expedito son reconocimientos que dejan los beneficiados. Aunque el cura dice que la mejor forma de agradecer es dar limosna, confesarse y participar de la misa.
El 19 de abril es el "Día D", y las autoridades de la iglesia lo saben. Por eso, desde hace un tiempo se dispone un operativo policial para garantizar la seguridad de los que van; y se pide a la Municipalidad que corte las calles aledañas.
Ayer, sólo en la primera misa hubo unas 1.500 personas. Los organizadores debieron retirar algunos de los bancos de la iglesia y la gente llegó a ocupar la calle. La postal se repitió durante todo el día: fue incesante el ir y venir de personas.
"Acá tenemos trabajo hasta las doce de la noche, porque no para de venir gente", comenta Osvaldo Bruno, uno de los colaboradores.
Compactos, velas, portarretratos, praliné y todo el folclore que rodea a las fiestas de este tipo ornamentan las esquinas. "Nosotros no manejamos ese tema: se lo dejamos al municipio. Lo único que les pedimos es que no se instalen en la puerta de la iglesia, porque las veredas son muy angostas", explica el padre Ayala. En la escalinata, Angel Suárez, de 8 años, se las ingenia para vender dos velitas a un peso sin ser visto. Las esquinas y la plaza son el botín que cada 19 se disputan los puesteros: ellos también apuestan a que Expedito les solucione ya sus problemas.
Colectivos y trafics de Hasenkamp (Entre Ríos), San Carlos, Las Varillas, San Cristóbal y otras localidades de la zona cambiaron, durante un día, la fisonomía de la zona.
La misa central se hizo a las 17 en la plaza San Martín. Sólo en esa celebración se repartieron 2.500 hostias. Fue presidida por el propio padre Ayala, ya que monseñor José María Arancedo no está en Santa Fe.
En un solo día el santo recibió 12 mil pedidos. 12 mil ilusiones que quedaron a la espera de un milagro, ya.