Niega Rueda un aumento del conflicto social

La co-secretaria general de la CGT, Susana Rueda, negó que exista un aumento del conflicto social y remarcó que los hechos de la semana se limitaron a "casos puntuales" en referencia a Lafsa y el Garrahan. "El manejo de conflictos con tanta violencia y tratando de enfrentarnos a argentinos con argentinos, trabajadores con trabajadores nos deja dudas", acotó la dirigente a El Litoral.

Rueda entiende que "fue una semana conflictiva para Buenos Aires donde se han presentado problemas en determinadas empresas o establecimientos. No hay aumento de la conflictividad en el país. Lo cierto y contundente es que aumenta el Producto Bruto Interno, la recaudación del Estado, la rentabilidad empresaria y es absolutamente legítimo el aumento salarial de todos los sectores. Desde la CGT estamos sosteniendo la necesidad de una política distributiva para mejorar los ingresos de los trabajadores y no que los aumentos se pierdan en las góndolas de los supermercados antes de cobrarlos".

La integrante del triunvirato de la central obrera nacional entiende que el reclamo "seguirá teniendo una constante presencia en todos los ámbitos de debate porque hay razón objetiva incontrastable. Lo que tiene varias lecturas y deja dudas es que algunos conflictos se manejen con tanta violencia y tratando de llevarnos a enfrentarnos argentinos con argentinos y trabajadores con trabajadores".

La tarea sindical

A la dirigente gremial santafesina le llama la atención el enfrentamiento y remarcó que "el sindicalismo trata de obtener siempre mejores beneficios para los trabajadores que representa y cuando existen dirigentes que priorizan el conflicto debemos preguntarnos a qué responden y a quiénes responden. El conflicto es siempre la última instancia de una lucha, de una estrategia para mejorar condiciones de trabajo". A lo largo de la charla se encarga de remarcar que el conflicto debe ser el último paso y no el primero. El conflicto siempre se instala para buscar una mesa de diálogo y de debate. En el caso del Garraham, el Estado ofrecía la negociación colectiva y el Ministerio de Trabajo la conciliación obligatoria. "Llama la atención que no se acepte el diálogo social, bandera del sindicalismo" acotó.

Haciendo un análisis de los distintos sectores, Rueda admite que los mayores conflictos se producen en el sector estatal donde hay un retraso salarial y un importante aumento de la recaudación tributaria. También reconoce el retraso en los salarios en el sector servicios y apunta que el salario industrial se actualiza en los convenios colectivos que se negocian en forma permanente, que se cierran y firman acuerdos ante el Ministerio de Trabajo y "que no son noticias en los medios".