Mañana a las 20.30 se inaugura en el hall de la Escuela de Artes Visuales Juan Mantovani, ubicada en 9 de Julio y Moreno, la muestra: "Afiches, arte y propaganda".

Una colección de 32 afiches políticos soviéticos que abarcan desde 1919 a 1971 componen la exposición, que se completa con una selección de afiches de la Guerra Civil Española que podrán verse en soporte digital.

La muestra comprende tanto obras de Vladimir Maiakovski y otros artistas del constructivismo ruso, como del realismo socialista que dominó el arte ruso desde el ascenso de Stalin.

Se podrá visitar hasta el lunes 23, de 8 a 13 y de 18 a 22.

Isabel Copes, profesora de Historia del Arte, presentará la muestra y disertará sobre el contexto histórico en el que fueron creados estos afiches.

"El arte es, explícitamente o implícitamente, propaganda: a favor o en contra de un orden revolucionario que pugna por subvertir lo existente", explica la docente.

"El arte está penetrado por la ideología dominante, ya sea que la acepte y la exalte, ya sea que la rechace y la critique. Si el término ideología resulta en la actualidad desvalorizado, es plenamente vigente para el contenido y la forma de los afiches políticos de la primera mitad del siglo XX ,cuando constituían el más efectivo material de propaganda masiva".

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"El afiche soviético es, junto con la propaganda bélica de la primera guerra mundial, la primera vez en el siglo XX del uso masivo del afiche como arma de propaganda política. En una primera etapa (hasta 1917) como propaganda revolucionaria y en una segunda etapa (desde ese año en adelante) como exaltación del nuevo estado soviético", sostiene la Prof. Copes.

"El afiche soviético presenta en su origen características singulares derivadas de su particular circunstancia histórica: el aporte de la vanguardia plástica y literaria; que no significa mera innovación formal, sino un firme compromiso político que los lleva a soportar todas las penurias materiales y los peligros de los vaivenes ideológicos derivados de la lucha por el poder en el seno del grupo revolucionario; la recuperación de formas gráficas populares; tendencia a la caricatura, ya que la mayoría de los afichistas provenían de las publicaciones satíricas; la adecuación, hasta mediados de los años 20, a condiciones extremas de penurias de materiales (escasez de papel, de tinta, destrucción de máquinas, etc)".

"La historia del afiche soviético tiene dos momentos: un antes y un después de la adopción de la doctrina del realismo socialista (finales de los años 20 y principio de los 30). El realismo socialista reconoce varias fuentes; por un lado, el rechazo de Lenin a la noción de la libertad del arte y del artista, considerándola una ilusión pequeño burguesa; por otro lado, un segundo elemento de este rechazo está en que Lenin fue testigo de los desbordes del Dadá y su componente anárquico. Otro factor que consolida la doctrina, es la derrota política de Trostky frente a Stalin; y con ello su concepto sobre la subjetividad del artista (el artista como adelantado de la revolución, como el que vislumbra universos por descubrir)".