Olimpo de Bahía Blanca, en su lucha por evadir el descenso a la B Nacional, se anotó un triunfo bárbaro: le ganó por 2-0 a un River Plate, sumido en una crisis interna y futbolística que le impidió, por tercera jornada consecutiva, subirse a la punta.

En uno de los encuentros del segmento sabatino válidos por la 13ra. del Clausura, los remezones de la disputa interna entre Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio parecieron trasladarse a la cancha, donde el elenco millonario dejó una imagen por demás discreta.

Es cierto, que los dirigidos por Leonardo Astrada presentaron una formación titular con apenas tres valores de los que suelen desempeñarse habitualmente (los dos mencionados y Marcelo Gallardo).

Pero también lo es que a pesar del supuesto handicap que otorgó por reservar jugadores para el próximo compromiso copero (el martes en Ecuador, ante Liga Deportiva Universitaria, por ida de octavos de final), cualquier equipo de River, se sabe, tiene un potencial superior al que puede enarbolar otro que está peleando por evitar el retroceso a la segunda categoría del fútbol local.

El conjunto bahiense, que gana centésimas y parece alejarse definitivamente del fantasma tan temido, contó con un aliado impensado: la discreta labor del árbitro Angel Sánchez, que concedió un penal inexistente con el cual el "aurinegro" se puso en ventaja.

Es que sobre las postrimerías del primer tiempo, Sánchez vio una "fantaseosa" mano de Oscar Ahumada en el área grande y sancionó la pena máxima, pese a que su asistente, Claudio Rossi, le indicaba claramente que el defensor millonario había rechazado el balón con la cabeza.

La ejecución, a cargo de Diego Galván, representó la apertura del tanteador, en favor de los orientados por el uruguayo Gregorio Pérez.

En el segundo período, con un planteo ordenado, con dos líneas de cuatro bien ubicadas y una soberbia actuación del arquero Julio Gaona, el elenco visitante supo esperar el momento justo para pegar el golpe de nocaut.

Ocurrió a los 20 minutos, cuando Galván metió un cabezazo que escapó al control de Germán Lux y puso un impensado 2-0 en favor de Olimpo.

De allí hasta el final, el monólogo de River (ganó algo de claridad con el ingreso de Luis González) denunció la falta de variantes para llegar al área rival, a la par que agigantó la figura de Gaona, quien se quedó con tres remates desde media distancia y un cabezazo de Ernesto Farías que pedía grito de gol.

Además, los dos centrales aurinegros, el colombiano Luis Asprilla y Javier Páez, edificaron una verdadera muralla que impidió siquiera el descuento.

River: Lux; Barzola, Ameli, Tuzzio y Mareque; Ahumada, Ledesma, Sambueza y Gallardo; Sand y Almerares.

DT: Leonardo Astrada.

Olimpo: Gaona; Cogliandro, Asprilla, Páez y Vílchez; Galván, Sarmiento, Martínez y Buján; Estévez y Delorte. DT: Gregorio Pérez.

Goles: en el primer tiempo, a los 45 min. Galván (O), de penal; en el segundo tiempo, a los 20 min. Galván (O).

Cambios: en el primer tiempo; a los 40 min. Danilo Gerlo por Tuzzio (RP); en el segundo tiempo; antes del comienzo; Ernesto Farías por Almerares (RP); a los 11 min. Luis González por Ahumada (RP); a los 30 min. Gonzalo Choy González por Estévez (O); a los 37 min. Mauro Laspada por Cogliandro (O) y a los 40 min. Hernán Franco por Galván (O).

Arbitro: Angel Sánchez.

Cancha: River Plate.