EFE
La victoria del "no" a la Constitución europea en el referéndum del próximo domingo, augurada por los sondeos, tendría consecuencias impredecibles para Francia y Europa, e indiscutibles en el panorama político interior.
"Nada está decidido", dijo hoy el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, ante las encuestas que dan al "no" ganador con el 53-54 por ciento de las intenciones de voto.
El gobierno hará campaña hasta el último momento para convencer a los franceses de la importancia "histórica" de la Constitución, que permitirá a la Europa de los Veinticinco "funcionar mejor" y reforzar "de forma considerable el peso de Francia" en la UE, señaló, por su parte, el portavoz del Ejecutivo, Jean-Francois Copé.
Tras el llamamiento televisado anoche del ex primer ministro, el socialista Lionel Jospin, a luchar "por el sí, con el sí y después del sí", el jefe de estado, el neogaullista Jacques Chirac, se asomará a la pequeña pantalla mañana, jueves, con una declaración solemne a sus compatriotas a favor del tratado.
Pero, entre bastidores, tanto en la sede del gobierno conservador como en el Elíseo, cuyos dirigentes conocen niveles de impopularidad que suponen prácticamente un récord, el derrotismo se instala en los líderes.
El presidente del partido conservador en el poder (UMP), Nicolas Sarkozy, que hace una semana imaginaba todavía "un pequeño sí" en las urnas, pronostica ahora "un `no' pequeño o gordo", mientras otro alto cargo de la UMP reconoce que "estamos obligados a contemplar la victoria del `no'", según informa hoy el diario conservador "Le Figaro".
El ministro de Interior, Dominique de Villepin, confesó su pesimismo ante un pequeño grupo de periodistas: la información transmitida por los prefectos está a tono con los sondeos.
En el Elíseo, donde el ambiente es sombrío, el propio Chirac, que se juega su lugar en la historia, se prepara para un resultado negativo del referéndum que decidió convocar, pese a los riesgos, y reconoce que este fracaso le alcanzaría personalmente, pues "no" conservaría su talla internacional, escribe hoy el diario "Le Monde".
Aunque Raffarin no quiso comentar hoy su futuro para el día después, las conjeturas sobre una profunda remodelación del gobierno se han intensificado en los últimos días.