El western de Ceres
DE LA REDACCION DE EL LITORAL
Las experiencias de una cinematografía regional son raras: el esfuerzo para concretarlas es proporcional al grado de centralización de la actividad cultural. Sin embargo, aparecen iniciativas aisladas, como la emprendida en Ceres por Horacio Figueroa, que prepara el estreno de su segundo largometraje filmado en video digital.
Figueroa atravesó todas las funciones posibles en el cable de su ciudad natal, hizo cursos y finalmente se convirtió en documentalista. Sus trabajos fueron desde el documental turístico a un testimonio sobre un caso histórico que se produjo en Malbrán, Santiago del Estero, conocido como "el crimen de los Becheros".
Su debut en la ficción fue "El boliche de la Gorda", y para eso "busqué una historia fuerte de la zona, la más conocida y perdurable, que inclusive fue reconstruida en un museo de Luján". Se trata de un drama policial que ocurrió en 1916, cuando tres delincuentes mataron a cinco personas en el lugar conocido como "el boliche de la Gorda".
La película se estrenó en 2003 y cosechó numerosos premios. "Fue realizada íntegramente en la zona, con actores, técnicos, productores y músicos de Ceres", destaca.
Su segunda película a estrenar se titula "El destino" y es la secuela de la historia ya contada. "La primera terminaba con la fuga de los asesinos y los muertos en el piso. Ahora nos ocupamos del itinerario de cada uno de ellos". Investigaron y determinaron que Delgado y Niva había sido capturados en Pinto y llevados a declarar a Ceres, pero luego de la cárcel siguieron su carrera criminal y cada uno, al cabo de años, murió violentamente.
Villarreal, el jefe, era un "bandido justiciero", una especie de Robin Hood que repartía dinero a la gente, aunque es posible que lo hiciera por conveniencia y seguridad, más que por altruismo. Había sido un caudillo conservador en Córdoba, que se convirtió en mano de obra desocupada con la llegada de Yrigoyen. A Villarreal lo mató finalmente el comisario Cardozo en Antonio Pini, cerca de Tostado.
"El destino", como la película anterior, es un producto íntegramente ceresino. No actúan intérpretes profesionales , y sólo algunos que pasaron por alguna experiencia teatral. "Es gente común, ya que hay jornaleros, municipales, médicos, un dueño de estación de servicio y el propietario y empleados de un supermercado. Todo es esfuerzo privado, incluyendo el aspecto económico, con el apoyo del municipio".
El realizador enfatiza la relación entre trabajos de esta índole y el fortalecimiento de una identidad regional. Al fin, el western estadounidense y estas películas rodadas en el norte santafesino comparten los mismos componentes, con la diferencia de que un proyecto surgido en Ceres tiene a la cultura de la zona como contexto.
Horacio Figueroa calcula que "El boliche de la Gorda" tuvo unos 35.000 espectadores, y fue proyectada en las escuelas, a la cual concurría el realizador para presentarla a los chicos y contarles cómo se había trabajado. Se exhibió en muchas ciudades, y en la nuestra llenó el auditorio de ATE. "Hay muchísimos ceresinos en todas partes", dice.
En cuanto al futuro, proyectos no faltan: "Tenemos cinco guiones más", asegura el laborioso cineasta.
"El boliche de la Gorda" obtuvo las siguientes distinciones:
. Mejor Producción de Año de la Provincia, otorgado por la Asociación Santafesina de TV por Cable.
. Premio Nacional de la Asociación Argentina de TV por Cable.
. La Gota Termal de Oro, en Río Hondo, en Santiago del Estero.
. Gaviota de Oro, en Mar del Plata.