A Unión lo golearon y el "Arichu" Silva marcó dos.
Siempre lo "abrocha"

Fue imparable Silva para los defensores de Unión. En esta maniobra lo sufre Mazzoni, que está muy lejos del nivel que alguna vez supo tener. Foto: agencia Télam.. 

Unión jugó mal, cayó sin atenuantes y cortó ese pequeño hilo de esperanza que le quedaba para pelear por algo en este torneo.

Enrique Cruz (h)(Enviado Especial a Córdoba)

Uno se detiene en estas cuestiones que tienen que ver más con lo folclórico del fútbol, como por ejemplo que un ex jugador de Unión le convierta goles como viene pasando seguido con el "Arichu" Silva. Pero este detalle -anecdótico al fin- no tiene que dejar pasar lo verdaderamente importante: Unión debía ganar y fue goleado. Esto es lo que le importa al hincha. A ese que no se resigna y está siempre. En Santa Fe (llenando la cancha) o como ayer, en Córdoba, asistiendo con bronca e impotencia a este final de torneo para su equipo, más allá de que todavía le asistan -ahora sí- remotas chances matemáticas.

Hay dos cosas que uno comparte con el técnico. Una es que el partido se terminó al minuto del segundo tiempo, cuando Talleres puso el 3-0. Y la otra es que Unión tuvo chances (con el partido 0-0 y cuando estaba 1-0) muy claras de gol. Pero "Cachito" debe saber que un 4 a 0 no se cuestiona. Mucho más cuando se sufre ante un equipo más apremiado que Unión pero igualmente necesitado de una victoria.

Así lo vio Roteta, pero no salió. Suponía que Talleres se le iba a venir con todo. Y también que esa necesidad extrema de ganar lo iba a conducir a la desesperación. Pero si a los 15 minutos ya se pierde y si el autor del gol es uno de los jugadores sobre los que más cuidados puso a la hora de elegir el planteo y la estrategia, ¿qué se puede esperar? Muy poco. Sólo apostar a una reacción que nunca llegó, porque a medida que pasaron los minutos el equipo se fue desdibujando y Talleres, con Silva y Lázaro como abanderados, se tornó imparable.

¿Se puede aceptar tanta diferencia?

En este torneo de realidades opacas, sin equipos que deslumbren, no se pueden admitir tamañas diferencias. Mucho menos cuando se juega contra uno que pelea el descenso y no es protagonista. Talleres marcó distancias en la actitud. Y aprovechó los gruesos errores defensivos de un Unión que había tenido virtudes para mantener el cero contra El Porvenir, jugando con línea de tres, y que ayer sumó uno para "fortalecerse" -presuntamente- y se "comió" una goleada.

Allí estuvo la clave de la derrota. Porque si un técnico piensa y trabaja, durante toda la semana, en marcar a presión a los dos puntas rivales. Y por eso arma una defensa con un líbero y tres defensores que se concentren en hacerles hombre en zona, pero uno de ellos (como pasó con Silva), conquista dos goles en menos de un tiempo, es porque evidentemente algo falló.

A partir de allí, Unión no supo cómo jugar. Dejó incomprensibles huecos -como los que supo aprovechar Lázaro a espaldas de Urresti-, perdió en los mano a mano en toda la cancha, pero además no tuvo ideas para cambiar su suerte. No se las dieron Torres y Bolzán cuando entraron, pero tampoco aportaron Peirotti (pura voluntad para buscar la pelota pero tremenda impotencia para manejarla), Urresti y un Pereyra que juega sus últimos partidos en Unión dejando una imagen desconocida, alejada de la que supo ganarse el reconocimiento de la gente.

Fue un triste final para las aspiraciones de Unión. De todos modos, el fútbol a veces pega estos cachetazos de justicia. Y fue muy poco el favor que se hizo Unión en estos últimos tiempos como para merecer algo más.

Talleres 4 - Unión 0

Cancha: Talleres.

Árbitro: Federico Beligoy.

Talleres: Orcellet; Rivadero, Erpen, Biasotto y Benítez; Devalis, Giménez, Lázaro y Elvio Martínez; Bartelt y Silva. A.S.: Argüello. Estuvo en el banco: Mosquera. D.T.: Héctor Arzubialde.

Unión: Tauber; Mosset, Donnet, Mazzoni y Desvaux; Urresti, Sartor, Piombo y Peirotti; Pereyra y Bazán Vera. A.S.: Asef. Estuvieron en el banco: Carabajal y Mariano Martínez. D.T.: Carlos Roteta.

Goles en el primer tiempo: a los 15 m y 35 m Silva (T).

Goles en el segundo tiempo: a los 2 m Lázaro (T) y a los 14 m Biasotto (T).

Cambios: en el primer tiempo, a los 31 m Tissera (T) por Devalis. En el complemento, al comenzar, Torres (U) por Mazzoni; a los 19 m Simó (T) por Bartelt; a los 24 m Bolzán (U) por Piombo y a los 32 m Aguilar (T) por Silva.

Amonestados en Unión: Donnet y Peirotti.

BAJO LA LUPA

TAUBER (4).- Puede que no haya sido el máximo responsable de la goleada porque cuesta encontrar un gol que se haya "comido". Quizás pudo rechazar el de Lázaro, que le pasó entre las piernas.

MOSSET (4).- Flojo partido. Silva le ganó la posición en el primero, pero además tuvo muchos problemas, sobre todo ante la falta de marca de Urresti por su lateral. DONNET (4).- Mal parado en el primer gol. Luego entró en el desconcierto de un equipo que no supo cómo defenderse. MAZZONI (4).- Uno tiene todavía fresca la imagen del muy buen jugador que alguna vez se transformó en indispensable para Unión. De esa versión está muy lejos. Y jugando cada tanto, es imposible que pueda acercarse a ese rendimiento. DESVAUX (4).- Había sido clave en el aceptable rendimiento defensivo ante El Porvenir. Ayer se desdibujó como el resto del equipo. URRESTI (4).- Tuvo una posibilidad muy clara con el partido 0 a 0 y la tiró por encima del travesaño. Después, perdió por lejos en el duelo con Lázaro, una de las figuras de Talleres. SARTOR (4).- Responsable de la falta de contención que tuvo el equipo en el medio. Superado por la movilidad de Elvio Martínez, otro de buen trabajo en los locales. PIOMBO (4).- Anduvo mal. Lo único para rescatar fue una oportunidad muy clara con el partido 1-0. Le quedó la pelota boyando en el área chica para meterlo a Orcellet "con pelota y todo". Quiso hacer eso y el arquero rechazó. PEIROTTI (4).- Se pareció al Peirotti del partido con Huracán, cuando la impotencia lo llevó a chocar reiteradamente. Arrancó bien, pero luego entró en un profundo cono de sombras. PEREYRA (4).- Hace mucho que no tiene una actuación descollante como aquellas que sabía regalar hace no mucho tiempo atrás. Se está despidiendo de Unión, pero le cuesta encontrar un partido en el que gravite y despierte los aplausos que rubricaban cada una de sus actuaciones. BAZÁN VERA (5).- El único para rescatar, por entrega, por amor propio. Dicen que se fue del estadio llorando. TORRES (4).- No solucionó los problemas futbolísticos del equipo. Además, no siente la posición de enganche. Tanto Silguero como Roteta lo pusieron allí, pero evidentemente tiene que jugar más arriba y sin la obligación de ser el creativo del equipo. BOLZÁN (4).- Entró con el partido definido. Obviamente, dentro de la desesperación e impotencia, no pudo hacer nada por cambiar la historia.